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Capítulo 13

Camila's POV

2 de octubre de 1997

Me di cuenta en aquella semana, de que a Chris le gustaba mucho quedarse en silencio mirando por la ventana, o la verdad es que no sabía si le pasaba algo. Él siempre insistía en quedarse conmigo a dormir para que Lauren pudiese descansar, y yo insistía en que los dos se fuesen porque estaba bien sola, y allí nada malo podía pasarme... O eso esperaba. Pero Lauren era más cabezota que su hermano, y dormía en el sillón de mi lado todas las noches.

Aquél día, Lauren había salido a por algo de comer mientras yo estaba en la habitación. Muchas veces no sabía si llorar de dolor o de rabia contenida, pero simplemente optaba por quedarme en silencio mirando al frente. No podía mover ninguna de las dos manos, un brazo escayolado y la otra mano destrozada era lo que tenía. Aún seguía asimilando todo lo que había pasado, y es que aquella última paliza había sido... La peor, con diferencia. No por lo que me había hecho, sino porque él no se cansaba de pegarme. Y no paraba, no quería parar. Las veces anteriores, durante todos aquellos años, él paraba al llegar a un punto y me dejaba en paz hasta el día siguiente, pero aquél día... No podía parar de golpearme, y llegué a pensar que iba a morir, porque hasta después de desmayarme, según me dijeron, siguió pegándome.

El sonido de la puerta abriéndose me sacó de mi nube, y vi a Lauren sonriente con la bandeja de la comida entrar en la habitación, aunque llevaba a Taylor al lado.

-Hola, Camila. –Me saludó su hermana con una sonrisa, y yo levanté la mano con cuidado moviendo los dedos para saludarla algo tímida, no me hablaba mucho con ella.

-¿Te acuerdas de mi hermana, Taylor? –Preguntó Lauren poniendo la bandeja en el tablón que utilizaba como mesa, y asentí lentamente. Me habían quitado el vendaje del labio y la nariz, así que al menos, estaba un poco más cómoda.

-¿Cómo estás? –Preguntó Taylor, sentándose al otro lado en el que estaba su hermana que abría el bol de sopa y me aclaré un poco la voz sin que se notase. Alcé los hombros y la miré, a lo que ella asintió. –Vale, pregunta idiota.

-No suele hablar mucho en general, es más bien... Reservada. –Lauren me acercó la cuchara y comí un poco, sonriéndole ante las palabras.

-Me imagino, eso debe marcar mucho. –Dijo su hermana, y asentí a sus palabras. Era la primera persona que entendía aquello de que era así por las circunstancias, no por mi personalidad, ni un capricho.

Lauren me dio otra cucharada, y yo permanecía en silencio porque tenía demasiada hambre.

-Tay.. –Dijo Lauren, carraspeando un momento. Yo me quedé en silencio, porque esos tonos en la conversación significaban que iba a pasar algo y no sabía si me iba a gustar o no. –Tengo que... Tengo que contártelo. –Suspiró ella, mirando a su hermana.

-¿Qué me tienes que contar? ¿Eres lesbiana? –Se echó a reír y Lauren se quedó en silencio cerrando los ojos. –Espera, ¿eres lesbiana? –Su hermana abrió los ojos y Lauren seguía con los ojos cerrados asintiendo mientras se humedecía los labios.

-Bueno, no lo sé en realidad. Sé que quiero a Camila, y ya está. Pero nunca he estado enamorada de esta forma, ni atraída por Luis, ni por ningún chico. –Su hermana no sabía qué decir, y yo permanecía en mitad de la escena sin saber qué hacer.

-¿No estabas enamorada de Luis? –Lauren se quedó en silencio negando, poniéndose las manos en la cara.

-Él... Él era cruel. –Dije yo, apretando los dedos de la mano vendada en las sábanas. –Muy cruel.

-¿Qué quiere decir con eso? –Le preguntó a Lauren y yo negué, retirando la mirada y agobiándome al instante al pensar en todo lo que había pasado con Luis.