Él [TERMINADA]

Capítulo 5

Estamos en clase y di mi punto de vista sobre el tema correspondiente, que era muy diferente al de Cloe. No digo que tenga la razón en todo lo que digo, pero todas las cosas que yo decía el profesor lo daba por incorrecto sin argumento válido, supongo que tiene que ver con mi apariencia.

Hay que saber respetar a las personas por sus gustos o sus preferencias. Si a alguna persona le gusta el cabello de colores, si le gusta los mariscos o incluso si le gustan las personas de su mismo sexo. Yo respeto las decisiones de los demás, sé que mi apariencia no es de una comerciante, pero, ¿a quién le importa eso?

Hoy las personas están muy emocionada por el partido, hay varios deportes en la universidad, como fútbol, natación, hay atletas. Por el importante partido el decano dejó salir a todos los estudiantes a las 6 p.m aunque no todos vayan, aunque la mayoría sí van.

Fui a la cafetería y en la mañana había hablado con Max, vamos a almorzar juntos para que me pueda contar lo de Jessica, y lo juzgué ayer diciendo que no lo iba a hacer. Pedí mi almuerzo, y antes de dirigirme a la mesa de los chicos le avisé a mis amigas que almorzaría con Max.

-¡Hola chicos!-. Los saludé cuando llegué a la mesa. Ahí estaba Jack, con su hermosa sonrisa, estaba hablando de algo muy graciosos con Austin porque los dos estaban riendo. Tiene una camisa cuelo v, unos jeans claros, luce espectacular, como siempre.

Él notó mi mirada por lo cual se me quedó mirando. Reaccioné y aparté la mirada, tengo que aprender a disimular un poco, a tal grado que no sé que pensará Jack de mi.

-¿Vamos, Max?-. Pregunté cuando la situación se volvió incómoda. 

-Claro, enana-. Respondió, tomó su almuerzo y comenzamos nuestro camino hasta las zonas verdes. El campus nos da la libertad de almorzar donde queramos.

Llegamos a una mesa alejada al resto. Destapé mi ensalada y comencé a devorarla.

-Calmada-. Dijo Max al verme comer de esa manera.

-Tengo mucha hambre, calla y cuenta-. Le exigí. Él se río y comenzó a contar.

-El martes hablé con ella, preguntó quien fue el que me había contado-. Cínica pensé. -Empezó a explicar que no sabía lo que hacía, que estaba confundida, con Sam, que lo que siente por mi es más fuerte-.

-¿Tu que le dijiste?-. Pregunté.

-La mandé a la mierda-. Respondió con una risa burloma. Yo también me reí. -¿Sabes? Le di todo lo que nunca le había dado a ninguna chica, estaba enamorado, ¡mierda si estoy enamorado!-. Exclamó. No sé exactamente que es darle todo a una persona.

-¿Que es darle todo?-. Pregunté, mientras le daba un sordo a mi bebida.

-Para mi, amar sin condiciones, amar a la persona con sus defectos, con sus virtudes, yo la quería mucho Mia-. Continuó. -No se si sabes lo que es amar a alguien, de manera especial-. No, pensé. -Que no sientas complejo de ti mismo, estar con esa persona, solo con ver una película, cenar, o solo disfrutar de unos minutos en silencio, esa persona hace que sean los minutos más especiales, Jessica era muy diferente a todas las chicas de la universidad-. Asentí con la cabeza. -Yo no la juzgué, pero ella nos mintió a todos, me mintió a mí, nunca pensé que ella pudiera haber hecho esto-. Se derramó una lágrima de su ojo, instantáneamente la limpié con mi dedo. -Antes de que pasara esto, iba a pedirle que fuese mi novia formalmente-. Ahora sus lágrimas corrían por sus dos ojos, me levanté y me senté a su lado y lo abracé, él se recostó a mi y ahí pasó los minutos hasta que se tranquilizó.

-No quiero saber lo que es amar-. Le dije directamente a los ojos.

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Ya eran las 6 p.m e iba rápido con las chicas hacia el partido, Max y James guardaron nuestro lugar, con sus bolsos. Llegamos corrimos los bolsos y nos sentamos, aún no empezaba.