Gritos Silenciosos - Juanpa Zurita

C.40

Cuando llegamos al estudio de grabación él me ayudó a bajar del auto con una sonrisa, me tomó de la mano y me guió hasta una de las salas que había en el fondo. Cuando entramos pude ver al manager de Juanpa y George que estaban en una charla demasiado graciosa al parecer. Juanpa los saludó alegremente con un abrazo a cada uno y me ruboricé cuando Henry (finjamos que él es su manager) me saludó con un abrazo, saludé a George tímidamente mientras dejaba mi bolso a un lado. Juanpa se acercó a mí con una sonrisa de oreja a oreja, nunca lo vi tan feliz. Me puso un mechón detrás de mi oreja y me ruboricé nuevamente
-Quiero que digas si te gusta la canción o no- dijo inspeccionando mi rostro y le sonreí- Una vez que la grabe por supuesto
Asentí mientras miraba al suelo, cohibida y sintiéndome flotar cada vez que estaba junto a él-Está bien- le sonreí y él me dio un beso en la comisura de mi labio, abrí mis ojos y sonreí nuevamente, él entró al estudio de grabación y se puso unos auriculares.
-Está bien, Juanpa . Vamos con "It Is What It Is" - dijo George y él empezó a cantar, su voz sonaba tiesa y gruesa. Las mariposas y los nudos en mi garganta aparecieron de repente porque cuando estaba cantando me miraba solo a mí. Me revolví nerviosa en mi asiento mientras sentí la mirada de George y Henry en mí. Por Dios, la canción salió de maravilla. Juanpa seguía grabando y el hambre me acechaba por completo. Por lo tanto me levanté y me acerqué a Henry.
- ¿Dónde hay un Starbucks cerca? - Pregunté mientras veía a Juanpa reír, lo que me hizo sonreír a mí
-A una cuadra a la derecha- me sonrió amablemente
- ¿Quieren algo de comer o tomar? - pregunté amablemente y ambos me dijeron que querían un café negro fuerte. Tomé el dinero que me dieron y salí caminando al Starbucks, había unos cuantos fotógrafos en cada esquina pero respetaron mi espacio. Me puse mis auriculares y empecé a escuchar un poco de música hasta que llegué al local cálido y con un olor a pan recién horneado. Saludé a la cajera y vi la cartelera.
-Dos cafés negros, un café de vainilla y un frapuccino- dije sacando mi cartera del fondo de mi bolso, no me gustaba recibir dinero de los demás- Y un muffin de vainilla por favor
-Son cincuenta dólares- le tendí el billete y me quedé en un asiento para esperar a mi pedido, sentí unas risas nerviosas a mi espalda y me di vuelta. Eran un grupo de chicas que se veían visiblemente simpáticas y me levanté hacia ellas, ya que me miraban demasiado.
-Hola, chicas- les dije sentándome en su mesa, la charla comenzó y me contaron que eran bailarinas y que algún día podríamos practicar juntas. Me llamaron por mi nombre y las despedí con un abrazo, me fui caminando tranquilamente hasta que aparecieron grupos de reporteros, yo tenía los vasos en contenedores de cartón y estaban empujándome y por fin llegué al estudio, con mi respiración agitada pero sana y salva. Entré al cuarto de grabación y allí estaba Juanpa , Henry y George. Les tendí sus cafés y le di el frapuccino a Juanpa , yo sabía perfectamente que amaba esa bebida. Saqué el dinero de Henry y sin decir nada se lo tendí en la mano, me senté y la charla fluyó tranquilamente.
Pasaron dos horas para ser exactos y ya teníamos que irnos, saludé a Henry y George y con Juanpa nos fuimos hacia la entrada, el lugar estaba plagado de reporteros y Juanpa tomó mi mano fuertemente. Salimos hacia el mar de personas, apenas podía respirar y Juanpa los empujaba levemente, las personas se nos venían encima y yo apenas podía tomarme de la mano de Juanpa .
Pero eso no fue todo, cuando estábamos a un metro del auto, las cámaras me aprisionaban pero una me golpeó fuertemente el labio, rompiéndolo notablemente, di un chillido de dolor puro ya que este se cayó fuertemente en mi labio superior, la sangre ya corría y Juanpa se paró en seco. Me miró y su cara se ensombreció y miró a su alrededor y al reportero que me pegó. Se abalanzó sobre él pero antes de que diera un puñetazo lo tomé por su rostro, sus ojos expresaban odio y rabia pero al verme a los ojos relajó su cuerpo.
-Ya está, Zurita - le dije y con mis pulgares acaricié sus mejillas- Estoy bien, no pasa nada
-Te rompieron el labio- dijo mientras miraba al mismo
-Fue un accidente, no más problemas ¿Si? - le sonreí y él asintió, ahora tomó mi mano y me puse delante de él y me abrió la puerta del auto. Me senté y cuando él entró nos pusimos en marcha a la casa..