1. Bienvenido.

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Era una mañana soleada. El tráfico era regular, el sol estaba en su pleno esplendor, y el día no podía ser más propio. Comenzaba la etapa escolar para todos los jóvenes, esencialmente para los estudiantes de Pledis. Dicho lugar, llevaba muchos años brindándole la educación y abriendo las puertas de su institución para aquel alumno sobresaliente o, de mucho dinero.

Y ahí estaba el alumno becado y pobre; Minghao. Quien se aferraba a las cuerdas de su mochila con nerviosismo y desesperación. Ser nuevo era motivo suficiente para que sus piernas flaquearan de manera extraña. Agradecía tanto que la escuela cargara con los gastos de su uniforme y los libros, éstos costaban más que su casa.

Sus pasos se volvían pesados y sus ojos estaban locos y expectantes a cualquier movimiento. Hombres uniformados y con una banda roja en su brazo izquierdo comenzaban por entrar a todos a un salón, uno grande.

- ¿Qué haces aquí? -preguntó un chico de cabello castaño y blancos dientes, agarrando la manga del rubio. Tenía un semblante relajado, pero a la vez parecía molesto.

- H-Hola... -le sonrió el de rizos, intentando zafarse, pero parecía inútil-. ¿Podrías soltarme?

- Ni de broma -chasqueó la lengua, metiendo una de sus manos al bolsillo en una pose incómoda-, el líder me mataría si dejo a un torpe fuera del salón. Venga, entra ya si no quieres que él personalmente nos mate.

- ¿M-Mate?

- Si, de matar. Con sus puños, patadas y palabras hirientes.

- No le hagas caso -hablaron a sus espaldas, quien parecía ser un chico educado y repeinado. El muchacho negó varias veces tomando al muy bastardo acosador por el cuello de la camisa-. Él es Vernon, yo soy Seungkwan y somos parte del consejo de estudiantes. Tenemos la orden de mandarlos a todos al salón. ¿Podrías circular y no causarnos problemas?

- "¿Podrías circular y no causarnos problemas?" -imitó graciosamente el otro, siendo atacado al instante por el más bajo.

- Calla de una vez, estás atrasando las cosas.

- Deja la amabilidad a un lado, sólo dile al maldito niño nuevo que entre y listo. Palabras cursis -escupió-, es lo único que escucho de ti.

Mientras el par empezaba a discutir, Minghao se alejaba lentamente, sin que se dieran cuenta de ello.

Entre la multitud logró entrar. Se maravilló de las cosas que adornaban el lugar, vaya que era una gran sala; tenía un buffet gigante y una enorme pancarta dándoles la bienvenida a todos, sin contar que habían pequeños asientos al estilo de una cafetería, una fuente innecesaria de chocolate, globos y serpentinas por montón. ¿Qué clase de lugar era este?

- ¿Todo listo, Jeonghan?

-Sí, líder.

- ¿Hay alguna novedad?

- Muchas -contestó el de cabello largo, con sus manos tras la espalda, con el mayor respeto y admiración hacia su líder.

- Vamos, habla.

- Las clases comienzan y ya tenemos a Soonyoung intentando robarse la fuente de chocolate recién instalada. Dino está tomando los aperitivos y lanzándolos en la boca de Jun.

- ¡Demonios! -golpeó el escritorio con su puño y luego contó hasta diez-. ¿Cuándo cambiarán ese aspecto tan tonto e infantil? ¿Para ellos no existe el madurar? -se pasó la mano por el cabello-. ¿Dónde está Joshua?

- Él está encargándose de Hoshi -lo pensó por un momento, mientras acomodaba el audífono de su oído.

- ¿Vernon y Seungkwan?

Pledis School [SEVENTEEN]Where stories live. Discover now