Olvídalo

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Era la mañana siguiente,los alumnos estaban a punto de empezar las clases de nuevo. Nathaniel se encontraba en la sala de delegados dejando ordenando algunas hojas que le había entregado la directora. De repente escuchó a alguien tocando la puerta, tragó saliva.

-¡Está abierto!-dijo girándose, cuando lo hizo vio a Kentin entrar, suspiró aliviado.

-¡Nathaniel! Necesito hablar con la directora, ¿sabes dónde está?

-Pues la verdad es que no,me dio unos papeles y se fue-respondió aun nervioso.

-Vale, iré a buscarla por ahí-se dio media vuelta-¿te encuentras bien? Pareces inquieto.

-¡No es nada! Estoy nervioso por los exámenes, eso es todo-mintió.

-Oh, vaya. No te preocupes. Seguro que un empollón como tú aprueba-se burla antes de salir de la sala, tropezándose con alguien al salir-¡Eh! ¡Ten cuidado!

-Largo de mi camino-era Castiel, que había entrado en la sala.

-Hey, tú-le dice,Nathaniel no le había mirado.

-Ah, hola-contesta nervioso-¿necesitas algo?

-¿Qué hacía ese idiota aquí?-gruñó.

-¿Qué te importa?-contestó molesto-¿qué querías?

-En realidad nada, solo quería decirte que olvidases lo de ayer, fue un error.

Nathaniel sabía perfectamente a lo que se refería pero prefirió fingir no saber deque hablaba.

-¿El qué de ayer?

-Sabes con certeza a lo que me refiero, ¿o tengo que repetirlo?-Nathaniel le miró al fin.

-Lo olvidaré, pero...¿por qué lo hiciste?

-Ya te dije que fue un error, tengo que irme-dijo marchándose. El rubio suspiró.

-Vaya, creo que alguien está enamorado-escuchó la voz de Sucrette desde la puerta.

-¿De qué hablas, Su'?¡Ni hablar!-ella rió.

-El timbre para entrar está averiado así que la directora me ha dicho que debes entrar ya en clase-le dijo la chica.

-Oh, claro-se levantó y siguiendo a Sucrette entró a la clase.


Al fin había pasado esa tortuosa jornada. Era la hora de volver a casa, ya había terminadotodo el trabajo y no quedaban exámenes que hacer, así que el delegado se dispuso a recoger sus cosas.

-¡Nath!-le gritó Ámber.

-¿Qué quieres ahora?

-Dime qué te ha pasado con Castiel.

-No ha pasado nada-dijo sin mirarla a la cara.

-¡Eres un mentiroso! ¡Y se lo voy a decir a papá!-gritó-¡Te espié esta mañana!

-¿Qué?

-Cuando Castiel entró yo estaba detrás de la ventana escuchando, te dijo que olvidases lo deayer. ¿Qué de ayer?

-N-nada, Ámber-dice saliendo de la sala.

-No mientas, ¿qué pasó?

-Nada que no sepas,simplemente nos quedamos encerrados y charlamos-explicó.

-¿Charlar? ¿Castiel y tú? ¡Vamos! ¡No me lo creo!

-Nathaniel, la directora te llama, dijo que fueras al aula A-le habló Castiel que había escuchado las voces de ambos desde las escaleras del fondo, luego empezó a recoger cosas de su taquilla.

Una NO historia de amor [Corazón de melón]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang