El primer te quiero (Parte 1)

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Notas de la autora: 

Antes que nada, quiero agradecer mucho sus comentarios y votos, los leo y veo TODOS y me animan mucho MUCHAS GRACIAS.

Advierto que CONTIENE LEMON ( ͡° ͜ʖ ͡°) [Es entre comillas el primero que escribí, no me juzgen mucho por ello...]  

De nuevo, ignoren las comillas.

Capítulo 15: 


Alexy suspiró antes de golpear la puerta con los nudillos. Esperó nerviosamente a que el chico abriera la puerta, cuando lo hizo se quedó algo paralizado.

—Ho-hola...—musitó cabizbajo.

—Hola—contestó él con una sonrisa—Pasa.

Alexy avanzó por el pasillo algo nervioso y se detuvo cuando llegó al salón.

—Siéntete como en tu casa—dijo.

—¿Y...y tus padres?

—Han ido a un viaje de trabajo—respondió.

—Ah, ya veo—contestó sentándose en el sofá, cubierto con una manta pequeña. Observó cómo Kentin se dirigía a la cocina y luego volvió con unas palomitas de maíz—Está lloviendo mucho fuera...

—Sí, ¿no tuviste problemas para venir?

—No, cogí un paraguas—respondió. Kentin colocó las palomitas en la mesilla, Alexy carraspeó antes de hablar—Esto... Kentin...

—¿Qué?

—Yo... Es que...—no encontraba las palabras adecuadas—Tú...—él lo interrumpió.

—Si quieres preguntarme si he pensado en lo que hablamos... la respuesta es que sí.

Alexy tragó saliva.

—Y... ¿qué has pensado?

—Que...—suspiró al aire y se revolvió el pelo con una mano.

—E-entiendo que prefieras a Sucrette, ella es...—volvió a interrumpirlo.

—Déjame terminar...—dijo tomando una de las manos de Alexy.

—Sé que ella será mejor novia que yo...—continuó cabizbajo, el chico lo interrumpió nuevamente.

—Pero...resulta que... prefiero un novio, en vez de una novia—musitó en su oído haciendo que al chico de cabellos azules se le pusieran los pelos de punta.

—¿Qué?

—Te quiero a ti, Alexy—susurró para abrazarlo por la cintura y plantar un beso en su mejilla.

Mientras tanto, en otra parte de la ciudad, concretamente en la casa de cierto pelirrojo, él y Nath se encontraban en una situación bastante comprometedora.

—Que sí quiero hacerlo contigo, joder—contestó. Castiel sonrió y después juntó sus labios con los del rubio, esta vez estaban en el centro de la ducha y el agua caliente caía sobre sus rostros y humedecía el beso todavía más, casi al mismo instante de juntar sus labios sus lenguas entraron también en contacto. Mierda, aquello era jodidamente placentero.

Castiel de repente se separó de él y dirigió sus labios al cuello del chico. Al principio daba besos castos, tratando que el rubio se acostumbrara, luego comenzó a morder su cuello levemente, intentando no dejar ninguna marca para que luego el padre de Nathaniel no le regañara y le hiciera daño. Después sustituyó sus mordiscos por su lengua y empezó a lamer el cuello del chico. El delegado no podía pensar en nada, simplemente se mordía el labio tratando de no hacer ninguno de esos soniditos que Castiel esperaba que hiciera. El pelirrojo continuaba besando su cuello, pero poco a poco fue subiendo sus besos a la oreja y mordiera levemente su lóbulo. Se separó de él levemente para observar el rostro de Nathaniel, estaba ruborizado, con los ojos cerrados y mordiéndose el labio. Era una imagen demasiado tierna, pero a la vez exitante.

Una NO historia de amor [Corazón de melón]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora