Copy Paste |Grayson Dolan|

Capítulo 4.

Cuando la clase terminó, empecé a guardar mis cosas.

Ese chico, Aaron, me agrada.

Cuando estaba terminando de guardar mis cosas, lo cual era solo un cuaderno, la chica de la gran sonrisa se me acercó.

—¡Hola, Nicole! Me llamo Sabrina Carpenter.

—Hola, creo que ya sabes quién soy.-dije riendo un poco—Oh, Espera...¡Carpenter! Como Aaron, ¿Son hermanos? ¿Familiares?–pregunté curiosa.

—No, no somos ni hermanos, ni familiares–dijo explicándome—Linda, note que tienes mala suerte–dijo cambiando de tema, riendo un poco.

—¿Por qué lo dices?–le pregunté.

—Ya lo sabrás–dijo misteriosa.

—Oh, vamos. Si no me lo ibas a decir, ni lo hubieras comentado. Soy de esas personas que les gusta que le digan las cosas completas, y si no lo harás, ni lo menciones–le comenté.

Ella solo río por mi comentario. Me contagió su risa, ya estábamos saliendo del salón cuando estaba ese chico, ¿Dolan?

—Linda falda, preciosa–dijo mirándome de arriba-abajo, deteniéndose un poco en mis piernas.

—Gracias. Lindo...Mmm,bueno, lindos...Mmm. No, nada. Lo siento–le dije dándole una sonrisa falsa y fulminándolo con mi mirada.

Después Sabrina y yo caminamos en dirección al baño, realmente no íbamos a hacer nuestras necesidades, solo íbamos a checar nuestro maquillaje.

Ya dentro del baño, vimos a dos chicas, una chica alta de tez bronceada, con ojos cafés y largas pestañas y a otra chica que era realmente pequeña, morena, cabello chino negro y ojos negros. Parecían simpáticas.

Saludaron a Sabrina como si nada, supongo ya se conocen.

—¡Chicas!–chilló Sabrina.

—¡Sabrina!–gritó la pequeña.

—¿Quién es la chica nueva?–preguntó esta vez la chica alta, regalándome una sonrisa.

—Ella es Nicole, viene de Inglaterra y está en mi clase de Física.

—Mucho gusto, soy Dana Fields–dijo la chica alta.

—Yo soy Christina Harper–dijo esta vez la chica pequeña.

—Un gusto, bueno, pues Sabrina ya me presentó.

—Si, lo hice ¿comes con nosotras?–dijo Sabrina.

—Claro.

De camino a la cafetería, nos encontramos con Aaron.

—¡Chicas!–dijo acercándose.

—Aaron–contestamos todas.

—Nicole, mira el es Cameron.

—Cameron Boyce, un gusto–dijo extendiendo su mano, la cual tomé.

El chico era lindo: era alto, de ojos cafés, cabello negro, tez blanca y muy pecoso.

—Soy novio de Sabrina.

—Bueno saberlo–reí un poco.

Caminamos hasta llegar al fin a la cafetería y sentamos en la primera mesa que vimos.

Después de un rato vi a mi hermana pasar con un chico. La verdad no me importó mucho. 

Fui a formarme para comprar mi almuerzo.

De pronto, vi a un grupo de chicos lindos y a Dolan, espera...¿Son dos? ¿Dos Grayson? Necesito hacerme un examen de vista, se acercaron a la mesa en la que estaba mi hermana y sus nuevos amigos.

Me salí de la fila para espiar y escuchar todo.

—Vaya, vaya. Unas gatitas y sus perros–dijo Nash, el chico que mi hermana y yo conocimos ayer.

—Hey, bro, no seas tan malo, ¿no ves que esta la nueva?–dijo un chico de cabello castaño claro, bastante apuesto, a la mesa y luego guiñándole un ojo Blair.

—Ay, amor, ¿no ves que es una gata? Y digo, no solo por el nombre, sino por lo gorda, peluda y fea.-dijo una chica muy plástica, refiriéndose a mi hermana, no lo soporte más y salí de mi escondite y fui a la mesa.

Todos se quedaron en silencio. Al parecer, Blair me alcanzó a ver, pero no hizo nada al respecto.

—Ay, hermanita, ¿no te pudiste encontrar un grupo mejor? Todos estos ya tienen una historia, ya todos están ETIQUETADOS–le dije refiriéndome a las plásticas y sus perros falderos.

—¿Perdón? ¿Me dijiste ETIQUETADO, estúpida?...–dijo el chico que antes creía era lindo.

—Primero tú no me dices estúpida, ¿Okay?–dije señalándolo—, simplemente con verte puedo leerte y decir cómo eres y quién eres–contesté a la defensiva.

—Es otra gatita, no le hagas caso–dijo Nash.

—Ahm... ¿Cómo dijiste que te llamabas? Nnn...¿Niall? Ah, no el SI era lindo tu no. Tú eres...Nash–dije con un tono algo enfadado y asqueado.

—Cállate, gatita.

—Okay, todos, cálmense–dijo Aaron, que al parecer noto el problema y se acercó.

—Aaron,no te metas–dijo uno de los gemelos, si, son dos, hay otro como Grayson.

—¿Y tu quien eres? Bueno... Mejor dicho ¿que eres? ¿una copia? ¿de cuál de todos? De tin Marín de do pingüe. ¡Ya se! De estos dos, lo que sea que se suponga que sean–dije señalando al chico castaño claro y a Nash.

—Nicole, ¡para!–me regaño Blair.

—¿Por qué me detienes de decirle sus verdades?–dije ahora enojada.

—¡Miau! Una gatita sin pelos en la lengua, me gusta–dijo, quien quiero creer fue Grayson guiñándome un ojo, a lo que yo solo rodé los ojos.

—¿A si?–dije coqueta acercándome a el, mientras esté sonreía satisfecho.

Ya estaba muy cerca de él, tanto que podía sentir su respiración y la mía mezclarse.

—¿Haz escuchado eso de que los gatos no se juntan con los perros?–dije para luego alejarme.

Al parecer al amigo de Blair, ese con el que entró a la cafetería, le causo mucha gracia, pues soltó una gran risotada.

Lo que provocó que una sonrisa triunfadora se instalará en mi cara.

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