Copy Paste |Grayson Dolan|

Capítulo 35.

Me desperté gracias a unos ronquidos, que provenían de Grayson.

—Gray... —dije adormilada—Grayson—dije de nuevo un poco más alto, pero no se movió—Grayson—dije esta vez tocando su pecho con mi mano derecha, provocando que esta vez sí se callara. Me acomodé y traté de dormir de nuevo, pero en el momento en el que cerré mis ojos, escuché una risa de parte de Grayson.

—¿Qué?—pregunté sin abrir los ojos.

—¿Me has llamado para que no roncara?—preguntó con gracia aunque la verdad yo no entendía que era lo gracioso.

—Si—dije sin importancia—. ¿Qué tiene de malo?

—Ni tiene nada de mal, pero es un poco extraño–dijo con un sonrisa en sus labios.

—¿Porque sería extraño?–pregunté confundida.

—Porque no creo que un dormido te haga caso.

—Tu me hiciste caso.

—¿Y quien te dijo que estaba dormido?

—A, entonces no lo estabas.

—La verdad, no–dijo regalándome una encantadora sonrisa.

—Pero te llame tres veces para que te callaras y nada...

—Pues la verdad quería ver qué tan lejos llegabas con tal de callarme, al principio no te hice caso pues porque quería ver si usabas otro método para callarme, pero no fue así por lo que decidí callarme y pensar que no tenía sentido que a un dormido le dijeras que se callara.

—Ya veo... ¿y pues que pensabas que haría para callarte?, ¿tirarte de la cama?, ¿tirarte un vaso de agua encima?, ¿o qué pensabas?

—Este...no. La verdad yo esta pensando en un beso de buenos días–dijo acercándose lo suficiente.

—Mmm, y... ¿todavía lo quieres?—pregunté mirando en dirección a sus labios.

—Pues no me vendría nada mal.

Fue ahí donde termine con el poco espacio que nos separaba. El beso como siempre fue lente y apasionado, duda endibia de esta única forma lo que podríamos llegar a sentir y que callábamos. Comencé a separarme, pero Grayson me tomo con una mano la cintura y con otra mi nuca para profundizar el beso.

—Grayson...–dije en medio del beso, pero este no se inmutó–. Mi hermana está aquí, debes parar, debemos parar.

—Preciosa, no me hagas esto, estamos muy cómodos–dijo aún con su boca en la mía, él seguía en su "trabajo", cuando algo nos interrumpió, la puerta.

—Nicole, baja. Vamos a desayunar–escuchamos que bajaba las escaleras.

—Te lo dije–le sonreí y lo separé de mi–. Bajaré y desayunaré con Blair, regresaré más tarde y trataré de subir algo para que desayunes o si quieres te puedes ir.

—¿Me estás corriendo?–dijo con fingida indignación.

—Solo es una sugerencia–dije y me levanté de la cama y me dirigí a la puerta.

Bajé las escaleras y me encontré con que solo estaba puesta la mesa y Blair estaba sentada en una de las sillas del comedor texteando con alguien.

—Pensé que ya habías hecho el desayuno–dije y ella saltó por el pequeño susto que le di.

Al no recibir respuesta fui. La cocina en busca de que cocinar.

—¿Con quién hablas?

—Con nadie.