Capítulo 1

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Me llamo Alex, tengo el cabello marrón al igual que mis ojos, mi piel es blanca, mido 1.78cm y tengo 17 años.

Bueno... normalmente soy de tener muchos amigos. Pero ahora que terminé la secundaria, todos se van a ir a diferentes lugares. Yo aún no se que hacer con mi vida. Estoy pensando en estudiar medicina, pero no estoy muy seguro; ya he visto mucho sobre ese tema y es una carrera larga.

He decidido que para ayudarme en mi decisión sería mejor estar en un lugar tranquilo y agradable. Mis padres me habían recomendado sobre visitar a mis abuelos.

Y... ya estoy aquí, en un avión dirigiéndome a la ciudad, para luego ir al pueblo en donde se encuentra la casa de mis abuelos, a los cuales no he visto durante mucho tiempo. La última vez que los visité fue cuando tenía 7 años, pero no lo recuerdo nada de lo que pasó allí, fue hace mucho.

(...)

Estoy tocando la puerta de la casa de mis abuelos, esta era muy grande. Ellos viven en el bosque así que no me sorprendía mucho. Son las 9:57 pm el bosque es muy oscuro.

Después de tocar puede escuchar un "ya voy" de una voz femenina y un poco ronca.

Me abrió la puerta mi abuela.
— ¡Cariño! Ya llego Alex. — Avisó mi abuela, Mery.

— Oh, hijo mira como has crecido. — Escuché por parte de mi abuelo mientras me sonreía.

— Entra, Alex. — Habló mi abuela. Tomé las maletas que había dejado en el suelo y entré. — ¿Cómo te ha ido en el viaje? — Preguntó a mis espaldas mientras yo observaba cada detalle de la amplia casa.

— Bien. — Dije volteando. — ¿Y a ustedes cómo les ha ido todo este tiempo?

— Bien, hemos tenido buenas y malas pero todo siempre se supera. — Dijo el abuelo, Philip.

— Perdón por no haberles visitado antes. —Dije al ver lo solos que se encontraban en un lugar ten apartado como éste.

— No te preocupes por eso, nos alegra que estés aquí ahora. —Sonrió mi abuela, pero yo según sin quitarme en sabor amargo que tenía por no haber venido más seguido. Mery, al notar eso agarró una de mis maletas e intentó llevarlas.

— No, abuela. Ya me encargaré de eso.

— Bueno... seguro tienes hambre, ¿Quieres que te prepare algo?

— No, gracias. — Lo único que quería ahora era descansar, todo el viaje estuvo muy cansado.

— Te prepararé algo para la cena. —Dijo sin escucharme. Caminó hasta entrar en la cocina.

— Gracias... — Dije al ver que no tenia más opción.— ¿En dónde será mi habitación?

— Ven, te la mostraré. — El abuelo de dirigió a las escaleras para luego comenzar a subir. — ¿Cómo está tu madre? — Preguntó mientras lo seguía agarrando mis maletas.

— Mejoró, ya puede caminar. — Dije al notar su voz preocupada. Él permaneció en silencio hasta que entramos en un cuarto grande y familiar para mí. Todos los muebles eran de madera, construidos por mi abuelo.

— Aquí es. —Volteó a mirarme. — ¿Y tu hermana?

— Ella estará bien. —Hablé dejando abriendo las maletas.

— ¿Quieres que te ayude en algo?

— No. Lo puedo hacer solo. —Dije comenzando a sacar mi ropa del equipaje.

— Te llamaremos dentro de un rato para que bajes a cenar. Ya te diste cuenta de cómo es tu abuela. Nunca acepta un "no" por respuesta.

— Claro, bajaré. — Le sonreí.

Al decir ésto, mi abuelo salió de la habitación.
Acomode algunas cosas y al escuchar los llamados de la abuela Mery, bajé.

Me hicieron múltiples preguntas sobre mi familia y mis estudios.

Después de cenar y de la interrogación, subí a mi habitación y me acosté en la cama.

— El viaje sí que fue muy agotador. — Dije en un suspiro. Esas fueron mis últimas palabras antes de quedarme completamente dormido.

La chica del bosqueWhere stories live. Discover now