CAPÍTULO VEINTE

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[ THE FIRST WOMAN ]

CAPÍTULO VEINTE

❛lo bueno acababa de empezar❜

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❛lo bueno acababa de empezar❜


    EL VESTIDO SE CEÑÍA a cada curva de mi cuerpo, las cuales por más que las mirara, no me acostumbraba a saber que estaban ahí. Si bien ya habían pasado casi dos años desde la inyección del suero, seguía sin asimilar el tremendo cambio físico que había experimentado. Y ya no hablar de Steve. Había pasado de ser escuálido hasta el punto de llegar a parecer enfermizo, a lucir una batucada de músculos que te dejaban sin aliento. Ambos éramos más altos y más fuertes, y aunque a mí no se me notara tanto como a Steve, que parecía un culturista de los de circo, al menos podía apreciarse cierta tonificación en mis piernas, brazos y abdomen.

─Peggy, no. Deja la laca -le pedí apartando el bote cilíndrico de sus manos- Vas a destruir la capa de ozono.

─Y tú destruirías los sentimientos de cualquier estilista si viera los pelos que llevas.

─Al sitio al que voy no irá ningún estilista -sin embargo ella continuó apretando el botón del spray y llenando la habitación de la dulzona nube química- ¡Deja de echarme ya eso!

─Ni siquiera sabes el sitio al que te lleva.

─Por eso -dije alejándome de ella y caminando hacia el tocador- Y tú sin embargo emperifollándome como a un árbol de navidad.

─Estoy segura que Steve te sacará a bailar en cuanto te vea así.

Observé mi reflejo en el espejo. Mi cabello estaba casi tan largo como la última vez antes de cortarlo en el ejército. Caía en suaves y definidas ondas, como una escalera de caracol. No llevaba nada de maquillaje más que un leve color rosado que cubría mis mejillas. Y el vestido, azul marino, de cuello en forma de barca, y de media manga que me llegaba hasta las rodillas, era casi como una segunda piel. Sin embargo, me permitía cierta movilidad. Casi incluso podía bailar.

─Steve no sabe bailar -recordé negando con la cabeza y girándome para encarar a mi hermana, que sonreía con cierto deje de diversión- ¿De qué te ríes?

─No me río, sonrío.

─¿Entonces de qué sonríes?

─Simplemente estoy orgullosa de ti -dijo colocando correctamente cada mechón suelto de mi cabello.

─Bueno, no es que haya hecho la gran cosa.

─Espérate a que puedas hacerlo. Ahora no quieren darse cuenta del potencial que tienes y por eso te retienen. Pero a la que vean todo lo que vales..., en serio, ayudarás a parar esta guerra.

Sonreí e intenté decirle algo, pero es que simplemente me había quedado sin palabras. Desde que Peggy se fue hace años, había soñado tantas noches poder trabajar con ella, hacer lo mismo... Ser simplemente ella. Y ahora podía serlo, podía ser incluso mejor. Podía ser Sharon Carter, la auténtica Sharon Carter; no la que tenía que fingir comportarse como una dama cuando en realidad tenía un soldado de trincheras escondido en su interior.

THE FIRST WOMAN | CAPTAIN AMERICA 1 ✔ Where stories live. Discover now