¡Demigod Survive!

Aliados

Campamento (Tercera Persona) POV:

Después del desayuno todos se volvieron a reunir en el pabellón. La televisión se encendió mostrando una imagen de Artemisa.

"Bienvenidos de nuevo a ¡Demigod Survive! Ahora pasemos en vivo con nuestros concursantes".

Primero apareció una imagen de Clarisse durmiendo recargada en un tronco con su lanza en mano. La tienda de campaña de Nico donde por una pequeña abertura se lograba ver su pelo negro azabache revuelto y se alcanzaban a oír un par de ronquidos. Percy estaba a una orilla del río usando su mochila como almohada y babeando. Thalia estaba caminando por la selva cuando se topó con una figura durmiendo pacíficamente a lado de unos arbustos. Thalia se acercó con sumo cuidado a Annabeth y le empezó a mover el hombro y susurrando.

"Annabeth... Annie..."

"Largo"

"Annabeth soy yo Thalia."

"Cinco minutos más" Al ver que no respondía trato con otra técnica.

"Ah, hola Percy". Annabeth abrió los ojos de par en par y se levantó, cuando se dio la vuelta y en lugar de ver a Percy vio a Thalia riéndose se puso roja como un tomate lo que provocó que Thalia re riera aún más.

En el campamento, todos estaban en la misma condición que Thalia, Malcolm era el que peor estaba, incluso Quirón tenía una sonrisa de oreja a oreja. Afrodita apareció al lado de la imagen.

"Aww ¿no es eso tierno?"

"No, no lo es" Atenea apareció del otro lado de la pantalla enojada.

"Hey! Salgan de ahí no dejan ver lo que pasa a los televidentes" Artemisa las empujo fuera de la pantalla mientras ellas seguían discutiendo sobre la reacción de Annabeth.

Thalia POV:

Durante la noche no había podido dormir mucho, había intentado conciliar el sueño un par de veces pero no lo logre. Supongo que es todo lo que lograre dormir pensé y guarde mis cosas. Camine un par de kilómetros hasta que me topé con una figura en el pasto. Se me hizo raro encontrar a Annabeth dormida considerando lo madrugadora que era, pero quizás no haya dormido del todo bien la noche anterior. Me arrodille a su lado y comencé a sacudirle el hombro "Annabeth... Annie..."

"Largo" se quejó, volví a intentarlo.

"Annabeth soy yo Thalia."

"Cinco minutos más" Vamos Thalia piensa. ¿Cómo despertar a Annabeth? Lo tengo.

"Ah, hola Percy" Annabeth se levantó y miro detrás de ella para ver si se encontraba Percy. No pude evitar reírme a carcajadas. Unos segundos después mire a Annabeth que se había sonrojado de vergüenza y provocó que me riera más fuerte. Cuando logre calmarme vi a Annabeth comiendo unas fresas "¿De dónde las sacaste?" Ella señaló arriba de su cabeza. El árbol tenía cientos de fresas, lo cual me hizo preguntarme como es que eh estado tan ciega para no verlo. Me acerque y tome un par de fresas también. Caminábamos mientras nos comíamos las fresas. Estábamos en silencio hasta que no pude evitar preguntar.

"¿Qué pasa entre tú y mi primo?" Tenía tanta curiosidad por saber que tenían ellos dos al igual que todo el campamento. En ese momento recordé que nos estaban grabando, pero ya había hecho la pregunta, además en el campamento deben estar muy atentos a la pantalla.

"¿Con Nico? Nos llevamos bien." Definitivamente trataba de evadir el tema.

"No, con Percy"

"Oh, solamente somos amigos." Note un pequeño rubor en sus mejillas.

"¿Pero a ti te gusta?"

"Claro que no." Desde aquí pude oír al campamento entero contra decir a la pantalla.

"Vamos, sé que te gusta" Intenté presionarla un poco más.

"No sé de qué hablas."

"Te gusta Percy, te gusta Percy, te gusta Percy" comencé a cantar a todo pulmón. Sabía que me estaba comportando como una niña pequeña pero no me importaba.

"¿Podrías callarte?" me pidió después de un rato.

"No hasta que lo admitas." Antes de que ella pudiera contestar otra cosa un par de lestrigones salieron de entre los árboles. "De acuerdo creo que si es mejor que me calle."

Annabeth fue contra un lestrigón y yo contra el otro. El lestrigón me lanzo una esfera de bronce que apenas pude esquivar, corrí hasta él y le lancé una flecha al pie. El lestrigón se sacó la flecha como si hubiera sido una astilla, lancé un par de flechas más pero no le afectaban demasiado, voltee a ver cómo le iba a Annabeth pero no pude decir o hacer nada más porque el lestrigón se había aprovechado de mi distracción y me había derribado poniéndome un pie encima y dejándome inmóvil.

"Mmm... sabrás deliciosa." No alcanzaba a colocar una flecha y dispararle, por un momento creí que iba a quedar descalificada, pero se me ocurrió una idea. "Más bien tu quedarás frito." Nubes de tormenta comenzaron a formarse encima de nosotros, cerré los ojos y trate de concentrarme. Tuve la sensación de que me daban un tirón en el estómago y después de un gemido sentí que me podía volver a mover. El lestrigón se había convertido en una nube de polvo. El otro se había distraído y eso le dio la oportunidad a Annabeth de clavarle su cuchillo en el estómago. Traté de pararme pero me volví a caer, había usado mucha fuerza al convocar ese rayo. Annabeth se acercó a mí y me dio a comer un poco de ambrosía la cual yo acepté con gusto.

"La próxima vez deberías callarte."

Percy POV:

Nota mental: No volverse a dormir tan cerca de un lago o río.

El día anterior me había quedado dormido en la orilla del río. Tenía tanto sueño que solo me concentre en eso: dormir. Esa mañana estaba profundamente dormido hasta que una risita me despertó. Cuando abrí los ojos una náyade estaba junta a mí viéndome fijamente.

"Babeas" dijo antes de soltar una pequeña risita.

"Lo sé, me lo han dicho antes"

"También te han dicho antes lo guapo que eres hijo de Poseidón" Sentí las orejas rojas.

"No, en verdad no"

"Y es cierto que los hijos del Dios del mar pueden respirar bajo el agua"

"S... Si" Tartamudee mientras comenzaba a guardar el saco de dormir. "Sabe...es, ya m...me tengo que ir...r"

"¿Por qué no mejor te quedas conmigo?"

"Me gustaría pero será mejor que me vaya. Ahora"

"Oh, vamos" dijo cruzándose de brazos. "Yo sé que te quieres quedar y yo aún más quiero que te quedes"

"En serio, no estoy interesado. Adiós"

Antes de que pudiera decirme algo más salí corriendo, a pesar de ser hijo del Dios del mar no estoy acostumbrado a coquetear con las náyades.