Una Menos!

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¡Una menos!

Thalia POV:

La noche anterior me sentía cansada, llevaba 3 días sin dormir por más de 2 horas por culpa de pesadillas, adrenalina o preocupación y lo único que quería era una buena siesta. Después del accidente de Percy con el mono (Que los Dioses no me permitan olvidarlo jamás) tome una manzana y me fui a dormir.

Tuve un sueño, en el cual corría por la selva mientras algo me perseguía. Tenía un profundo rasguño en la mejilla al igual que en la pierna izquierda pero no me importaba. Corrí hasta que deje de sentir el suelo bajo mis pies, mire hacia abajo, el suelo estaba 10 pies por debajo de mí y cada vez me elevaba más y más. Unas garras me sostenían por los brazos, tome el valor de mirar hacia arriba, era un híbrido entre águila y león, siendo más explícitos un hipogrifo. Soltó un graznido* y me dejo caer, pensé que estaba perdida, hice una última suplica silenciosa a mi padre y antes de darme cuenta me había estrellado contra el suelo.

Me desperté por un sudor frío recorriéndome por la espalda, ese sueño lo he tenido desde los trece años cuando tuve un accidente con un hipogrifo y desde entonces le temo a las alturas.

Salí de la tienda por algo de desayunar me encontré con una escena: Percy y Annabeth dormían abrazados. El único pensamiento que me llego en ese momento fue que Annabeth se negaba a aceptar a Percy pero esto... dice más que mil palabras. Ojalá y ya se hayan dicho lo que sienten... Un momento, si lo hacen se pondrán con sus cosas de acaramelados... Me estremecí ante la idea de Annabeth y Percy besándose y diciéndose tonterías cursis tomados de la mano todo el día, aunque no pude evitar pensar que se veían también juntos.

Será divertido cuando se vean al despertar, aunque... será más divertido si alguien los despierta y se ven.

Con sumo cuidado moví despacio el hombro de Percy. Él se movió un poco en su lugar y abrazo más a Annabeth dejándola encima de él acurrucada en su pecho. Ella se removió en su lugar y descubrió que estaba sobre Percy, él se despertó también, ninguno de los dos decía nada, solo se miraban fijamente.

-Percy -Balbuceó Annabeth un poco más despierta. Si no lo hacía ahora se darán cuenta de que estoy ahí.

-¡Buenos días tortolitos! -dije con la voz más animada que pude. Ambos se sobresaltaron y se pararon tan bruscamente para separarse que sus cabezas se golpearon la una con la otra. Sonreí. Estoy segura que cuando regresemos al campamento me darán un reconocimiento por poner a estos dos en situaciones ridículas o vergonzosas.

-¿Hace cuánto te despertaste? -me preguntó Annabeth con una voz temblorosa.

-No tiene mucho-dije restándole el tono de importancia a mi voz -, solo lo suficiente como para verlos felizmente acurrucados, como tu murmurabas su nombre al despertar y como ambos se miraban con caras soñadoras.

Nunca los había visto tan rojos. Annabeth comenzó a tartamudear una explicación pero al final opto por quedarse callada.

Desayune entre Annabeth y Percy, quienes se ponían colorados cada vez que uno entrara en el campo visual del otro. La verdad disfrutaba el silencio que había y los únicos ruidos provenían de la naturaleza.

-Lo mejor es que continuemos, según Percy el río está cerca y no espero el momento para llegar -dije muy sonriente. Ambos seguían sin decir palabra y solo asintieron. Lo dije: Esto será muy divertido.

Clarisse POV:

Iba caminando por los alrededores en busca de una buena pelea. Ronde por un rato más sin encontrar nada. Estaba a punto de volver a mi cueva cuando escuche un bufido. Me puse en guardia, escuche algo removiéndose entre las plantas, no podía distinguir que era, no se parecía a nada que hubiera escuchado antes. Giraba junto con la criatura, sabía que me había olido y se acercaba poco a poco porque me miraba como una presa. Seguimos rondando un rato hasta que al fin salió. Eran dos toros de bronce de tamaño de elefantes y le salía humo por el hocico. Un toro de cólquide. El toro fijo su mirada en mí, mire hacia abajo, mi blusa era roja y parecía llamar su atención. Bufo y corrió hacia mí, me lance a un lado, lo esquive justo a tiempo, corrí y me puse a su costado. Abrí mi escudo y trate de darle en un costado con la lanza, apenas le hizo un rasguño. Volteo y abrió la boca escupiendo un poco de fuego, volví a rodar esquivando el fuego. Escuche otro bufido, creí que el toro vendría por mí, pero no se había movido de donde estaba, se oyó el bufido otra vez y con este otro toro apareció. Fantástico, como si con uno no tuviera suficiente. El toro me vio y embistió. No podía ir a ningún lado, por suerte no tuve que hacerlo, el choco contra un árbol que se encontraba detrás de mí y no me toco por unos centímetros, uno de sus cuernos se había atorado en el árbol, así que escape antes de que me escupiera fuego. El otro trato de embestirme igual, pero logre esquivarlo. Mire el que seguía atorado en el árbol, el trataba de salir jalando para que su cuerno saliera lo que me dio la oportunidad de ver una pequeña abertura en su espalda. Bingo. Vigilando al otro toro corrí y brinque a su espalda, pero tuve la mala suerte de que en ese momento logro sacar su cuerno del árbol. Logre sostenerme justo a tiempo para evitar caer, pero mi escudo no corrió la misma suerte y uno de los toros le paso encima. Cuando se hubo controlado un poco más tome mi lanza y busque el punto exacto. Clave mi lanza en su espalda y después de retorcerse un poco se derrumbó en el suelo en un sinfín de tuercas. Ya me iba a ir cuando una llamarada de fuego pasó por mi pierna. Había olvidado que eran dos. Con la pierna quemada me puse en posición para brincarme en la espalda del toro, pero el noto mis intenciones y con la trompa me dio un golpe en el estómago. Caí al suelo, trate de levantarme pero no podía. Creo que me rompí las costillas. El toro fijo su mirada en mí y rasco su pezuña contra el suelo, dio un bufido y se acercó a toda prisa hacia mí. Cerré los ojos y rece a los Dioses que me sacaran de ahí. Me apreté contra más contra mí misma esperando el golpe, pero este nunca llegó. Un momento más tarde me decidí abrir los ojos. Estaba en una camilla. Qué raro, no sentí las sábanas o la almohada. Miré a mí alrededor. Un joven de dieciocho años estaba de espaldas hablando con una enfermera. Cuando se dio la vuelta reconocí la sonrisa característica de Apolo.

-Hola Clarisse. Tranquila, en un segundo te curare. -deje que me arreglara las costillas y la quemadura de la pierna, ambas con pomadas diferentes pero que ardían muchísimo. Estaba a punto de retirarse cuando llame su atención.

-Mmm, ¿Señor Apolo?

-Si Clarisse, has sido descalificada del programa, pero no te preocupes por tus hermanos, no volverás al campamento hasta que el concurso termine, aunque Ares está un poco molesto porqué Poseidón se burla de él, pero piensa que al menos caíste en batalla y te quebraste algo. Mientras tanto te quedaras aquí en mi hospital -Me dio un poco de néctar junto con unas píldoras para dormir -. Ahora descansa.

La sonrisa coqueta de Apolo fue lo último que vi antes de quedarme dormida.

*Con el sonido del hipogrifo, no sabía si chillaba o graznaba, pero me decidí por lo segundo después de investigar.

Así es señoras y señores, ¡Clarisse ha abandonado la competencia!

Espero dejen comentarios acerca de lo que les pareció este y el capítulo anterior.

Gracias a los que pusieron esta historia en favoritos y a los que no... ¡PONGAN MI HISTORIA EN FAVORITOS!

Hasta la próxima semana!



¡Demigod Survive!Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin