Prueba de Conocimiento

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Prueba de Conocimiento

Aclaro que en este capítulo usare una parte del cuarto libro "La batalla del laberinto". No copiare el capítulo, solo usare la idea de Rick que a mi parecer estuvo genial, aunque no creo lograr superar la genialidad del tío Rick pero hare mi mayor esfuerzo. Repito, puede que haya similitudes con ese capítulo.

Percy POV:

Annabeth y yo habíamos comenzado a caminar mientras disfrutábamos del paisaje, en realidad, era muy hermoso cuando no trataban de matarte, pero lo que más admiraba de todo era Annabeth. Su pelo rubio, algo aplastado por la fuerza con la que caían las gotas de lluvia, sus ojos grises como el mercurio se perdían en todo nuestro alrededor sin mirar por donde iba dejándose guiar por mí y una pequeña, discreta pero hermosa sonrisa. Hermosa, eso era lo que ella era, no solo por fuera, si no por dentro también, era inteligente, amable e incluso llegaba a ser divertida cuando se relajaba, claro que también era obstinada y orgullosa, eso era una de las cosas de las que me enamore de ella.

Recuerdo el día en que por primera vez, realmente me fije en ella. Había sido el año pasado, yo había empezado a llamar la atención de varias chicas del campamento, pero a todas las rechazaba, ninguna de ellas me interesaba y no quería crearles una falsa ilusión. Aquel día los Stoll me habían retado a una carrera de canoas en el lago e invitamos a toda persona que quisiera a participar, pero todo el mundo decía que estarían locos si competían contra el hijo de Poseidón, todo el mundo menos ella.

Estábamos las tres canoas listas, Quirón, a quién la habíamos pedido que supervisara la carrera para que no hubiera trampas, toco el silbato y dio inicio a la carrera. Los Stoll se habían quedado atrás muy pronto mientras que Annabeth iba a la par conmigo. Hubo un momento en el que ella me había adelantado y estaba a punto de ganar la carrera cuando una náyade volteo su canoa. Me detuve esperando a que saliera, pero pasaron segundos y seguían sin salir a la superficie, en un acto desesperado me avente al agua a buscarla. Estaba unos metros por debajo de mí forcejeando contra un par de náyades que trataban de ahogarla. Podía ver que entre los forcejeos y la profundidad ya no resistiría tanto tiempo y se le acabaría el aire, así que me apresure. Llegue hasta ella y la tome de la cintura, las náyades pusieron más fuerza y Annabeth abrió la boca perdiendo todo el aire. "Suéltenla" ordene, al principio se rehusaron, decían que ella se había atrevido a ganar al hijo de Poseidón en su propio elemento y de que la dejara ahogarse que no era tan bonita como ellas. Al final la soltaron y nos lleve a ambos hacia la superficie.

Ella tomo bastante aire, respiraba entre jadeos y el agua pues tampoco ayudaba mucho. Unos momentos después que respiraba más o menos normal se dio cuenta de que yo aún la estaba abrazando. Me abrazó más fuerte y susurró -gracias-. Se separó y yo quede hipnotizado viendo cada una de sus facciones, ahora entendía porque rechazaba a todas las chicas, por ella. Nadamos hasta la orilla y antes de salir la cargue en mis brazos para depositarla con sumo cuidado sobre el césped. Su hermano Malcolm se acercó corriendo y le paso una toalla después de comprobar que estuviera bien. Quirón troto hasta nosotros y me lanzo una de esas miradas de "me deberás explicar después". Malcolm se iba a llevar a Annabeth hasta su cabaña, pero antes de eso corrió hasta mí y me dio un beso en la mejilla antes de correr junto con su hermano. "No babees y sécate" me había dicho Grover a mi lado mientras reía, pero yo no había reaccionado hasta que Annabeth desapareció de mi vista. Desde entonces supe que estaba enamorado de ella, aunque también sabía que ella nunca se fijaría en mí, porque aunque no lo supiera, tenía un par de chicos detrás de ella y como no, siendo tan Annabeth sería imposible no conquistar a alguien.

Mire nuestras manos será lindo mientras dure. Decidí mirar a otro lado, claro que después hubiera preferido seguir viendo esa ilusión que me hacía tan feliz. Frente a nosotros estaba una mujer, se podría decir bella si no se contaba su torso que era el de un león y que tenía prácticamente el pelo pegado al cráneo y atado en un moño. Jale un poco la mano para que Annabeth volteara, pero a diferencia de mí ella se vio decidida a enfrentarse a lo que yo creía era un monstruo.

¡Demigod Survive!Where stories live. Discover now