¡Demigod Survive!

Traición

Traición

Thalia POV:

Me sentía cansada y mis parpados pedían cerrarse a gritos pero no los dejaba. En este momento tenía la oportunidad perfecta de escaparme, con Clarisse fuera podría tener una mayor posibilidad de ganar. Con suerte Nico salía entre los siguientes días y solo me quedaría esperar que la naturaleza acabe con Annabeth y Percy. Ese era todo el plan, no el mejor pero sé que ganare.

Espere a que ambos estuvieran profundamente dormidos y comencé a guardar todo lo que podía llegar a necesitar. Me sentí un poco mal por dejarlos, pero siendo hija de Atenea no me preocupaba tanto, de seguro debió prever esto o quizás ella pensó en abandonarme igual, lo que fuera, no la dejaría tan mal, así que tome la caja de cerillas de Percy, la mayor parte de comida y el bote de agua de Annabeth.

Los vi por última vez y corrí hacia el lado contrario del que venimos, o eso supongo, era de noche y con la lluvia se lograba ver muy poco. La piel de León de Nemea me calentaba y protegía, por desgracia mis pantalones no eran iguales y se mojaron. Durante todo el camino me encontré con algunas plantas o animales y me dejaron unos cuantos rasguños. Después de una hora mis piernas me dolían y no dejaba de bostezar, al final me rendí y me recosté debajo de un árbol. Un momento después ya había caído dormida.

Annabeth POV:

Gire a la derecha y abrí los ojos. Me encontré a Percy durmiendo plácidamente a mi lado. Anoche nos convenció a Thalia y a mí de dejarlo dormir bajo la lluvia ya que el techo que habíamos construido no fue lo suficientemente grande. Al principio Thalia y yo nos resistimos pero él siguió insistiendo, después de que Percy se lo dijo a Thalia por segunda vez ella no volvió a dudar y se fue a dormir, yo me queje todavía más pero cuando me sonrió y me miró con esos suplicantes ojos esmeraldas no me pude negar. Ahora que lo veía bien a pesar de estar bajo la lluvia, se veía completamente seco. Su cabello estaba alborotado como siempre y tenía un hilo de baba corriéndole por la boca, estaba tan relajado y pacífico, puse atención a cada una de sus facciones: sus hoyuelos, su nariz, su barbilla, sus labios, sus cejas. Todo. Recordé la primera vez que lo vi en el campamento: él estaba en una camilla de la enfermería. La noche anterior había peleado y derrotado a un minotauro teniendo doce años. Por lo que sabía él había empezado a descubrir quién era y con ayuda de Grover lograron llegar al campamento a pesar de que su madre Sally, quién la había conocido una vez y es la persona más linda que puedas encontrar en el mundo, no quería que viniera porque pensaba que no lo iba a volver a ver. Ese día estaba igual que hoy solo que en ese momento no me había dado cuenta de lo que sentía por Percy si no hasta dentro de tres años después, aquel día que Percy cargaba con la bandera hasta la frontera. En realidad no hablaba mucho con Percy, él era popular y casi siempre estaba con los hijos de Hermes, los de Hefesto o con Grover, todas las chicas se morían por él, incluso había chicas de mi cabaña que se le ofrecían a Percy, de forma más discreta que las de Afrodita* cosa que no le gustaba mucho a mi madre pero eso no les importaba, aun no entendía porque Percy nunca les hacía caso, había tantas chicas bonitas y el las rechazaba, eso me sorprendía, rumores decían que Percy siempre daba la misma explicación "Estoy enamorado de una chica que no se da cuenta de que existo, pero eso no me importa, yo la amo". Nadie sabía quién era y varias de las chicas se ponían a investigar. Ahora que veía a Percy junto a mí sentía que eran los mejores días de mi vida, nunca había convivido tanto con él, claro que no dejaría que nadie lo supiera, aunque claro que Malcolm podía leerme como un libro abierto, pero él no contaba él sabía lo que sentía además de ser mi hermano mayor. Gire a mi izquierda para ver si Thalia estaba despierta, sin embargo no encontré nada. Me levante bruscamente y mire por todos lados. No estaba. Busque en mi mochila, mi bote de agua y la mayor parte de la comida no estaba. Busque en la de Percy, había un poco más de comida que en la mía y su bote de agua también estaba, pero su caja con cerillas no y la ambrosía, el néctar y el resto de las medicinas de encontraban intactas. Ya me lo esperaba, pero no que fuera tan pronto.