De repente tú [ V, Kim Taehyung BTS]

Capítulo 6

La semana pasó volando, y Tae Hyung y So Min ya casi tenían la composición terminada. No había hecho falta que le pidiera perdón por haberse comportado tan groseramente, cuando el viernes llegó y lo saludó sonriendo el chico le devolvió la sonrisa y en la clase de composición estuvo como si no hubiera pasado nada entre ellos dos. So Min se preguntaba si de verdad podía ser tan bueno, desde que le había conocido había sido grosera con él y había sido la única que no le había dado una cálida bienvenida ni a él ni a Ji Min, el resto de sus amigos y de compañeros de clase se comportaban como si los conocieran desde primero y parecía que los chicos en casi un mes se habían adaptado a la perfección, quizás era So Min quien estaba equivocada, quizás los había malentendido y después de tres semanas era hora de cambiar su mente y abrir su corazón. Aceptar que tanto Tae Hyung como Ji Min eran buenos chicos y reconocer que tenía mucho que aprender de Tae Hyung, además debía reconocer que se lo pasaba bien con Tae Hyung y aunque había veces que de verdad se preguntaba cómo funcionaba su mente no podía negar que era muy divertido. Eso era lo único que tenía que Seung Joo no llegaba a tener, por mucho que le gustara cada parte de Seung Joo el chico no tenía ni un ápice de humor en su cuerpo, aunque lo intentara el único que lograba reirle las bromas era Hyun Woo. So Min se rio pensando en cada ocurrencia que Tae Hyung había soltado durantes las clases y que no tenían sentido alguno. 

Se bajó de un salto de la cama y se metió en sus pitillos más ajustados y se puso un crop top negro que se había comprado la semana anterior. Estaba buscando sus creepers negras con tachuelas cuando escuchó a su madre desde la puerta.
- ¿Dónde vas? - le preguntó mirando como sacaba la caja de zapatos.
- Es el cumpleaños de Tae Hee - le aclaró haciendo caso omiso al hecho de que llevaba recordandoselo durante semanas- Las chicas y yo vamos a salir y a dormir en casa de Tae Hee.
- Ah, cierto- sonrió su madre como si de verdad lo recordara- Felicita a Tae Hee de mi parte y tened cuidado.
So Min respondió con una escueta sonrisa. Y entró a su cuarto de baño para maquillarse. Apenas se maquillaba, de hecho no estaba acostumbrada a verse maquillada y apenas se gustaba pero Tae Hee le había dicho que debía pintarse para parecer más mayor ya que el club donde era el concierto no permitía la entrada a menores de edad, sin embargo un amigo de Soo Young les habia conseguido unos carnets falsos de buena calidad. 

Media hora antes So Min ya estaba en la puerta esperando a sus amigas. La primera en aparecer fue Soo Young, llevaba unos shorts negros y una sudadera granate corta, su pelo, que ya llegaba por su cintura,  y su maquillaje le hacían parecer una modelo. Despues llegó Tae Hee, llevaba un mono gris y unos zapatos de plataforma negros, So Min no se había fijado hasta ese momento pero había perdido una cantidad importante de peso y sus piernas parecían casi dos palillos clavados en sus caderas. Le miró preocupada mientras se acercaba a ellas dos, cuando fue a saludarla Tae Hee le miró preguntandole con la mirada porqué la miraba tan raro, So Min sonrió y le abrazó.

- Feliz cumpleaños - casi gritó mientras le achuchaba- 

- Recordad, no hablar hasta que estemos dentro - les avisó y señaló con su carnet falso a la chica del cumpleaños diciendo-: Sobretodo tú.

Tae Hee le miró ofendida y se vio arrastrada por una risueña que la empujo para que entrara al club. Al entregar los carnets So Min sentía como un sudor frío correr por su nuca, si veían que eran carnets falsos llamarían a la policía y tras eso la vida de So Min y sus amigas se vería acabada totalmente, se la estaban jugando al cien por cien y So Min no estaba dispuesta a perder su futuro por un carnet falso. Estaba apunto de cogerlo y salir corriendo cuando la mujer de la taquilla plasmo un sello en sus manos y en las de sus amigas y les hizo una señal para que siguieran andando. Tae Hee saltó a su lado mientras que Soo Young se reía, So Min por su parte dejó salir una gran bocanada de aire inconsciente aún de que su insostenible plan hubiera salido bien.