Mensaje 12

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De: Secretísima Virtual

Fecha: Lunes 22 de noviembre, 06:14 PM

Para: Xavier Wagner

Asunto: Te quedaste mudo


Hola, Xavier:

Te quedaste mudo la semana pasada. ¿Por qué no me contestaste? Ya sé: te remuerde la conciencia por lo que me hiciste. Quedate tranquilo: no estoy enojada porque hayas mandado a Beatrice. Al contrario, me cayó resimpática y creo que cuando te vayas podríamos ser buenas amigas y hasta intercambiar confidencias sobre vos.

Supongo que querrás saber por mi cómo fue el encuentro, ya que ella te habrá contado su versión. Te repito: Beatrice me cayó rebién, aunque es evidente que lo hiciste apropósito para ponerme celosa.

Estaba esperando, tal como quedamos, sentada en el banco y mirando fijo el chorro anémico de agua que salía del bebedero (¿por qué ninguno de los antiguos funciona?, ¿los chicos y las madres que van a la plaza estarán condenados a morirse de sed?), cuando me pareció que me saludaban. Al principio creí haber oído mal porque el "¡Hola!" que escuché era de una voz femenina (esperaba que mandaras a algún amigo tuyo o, aunque te lo prohibí inconscientemente esperaba verte a vos). Enseguida me tocaron el hombro, y una chica alta, de pelo corto y oscuro, se me acercó arrastrando de la correa a un cachorro.

-Vengo de parte de XW. ¿Vos sos...? -dudó. Entonces la reconocí.

-Sí, yo soy SV, y vos debés ser Beatrice, ¿no? Asintió con una sonrisa nerviosa.

-Te traigo tu perro. Sostenelo, que está muy inquieto.

El cachorro se retorcía de nervios y ladraba a más no poder. Lo acaricié un rato en el piso hasta que se tranquilizó, y después me lo subí a la falda; me empapó la cara con lametazos, ¡el muy comprador! Beatrice se sentó a mi lado en el banco y empezamos a charlar.

-¿Tu amigo te contó algo sobre mí? ¿Cómo me reconociste? -la atajé de entrada.

-Eras la única chica sentada en este banco, Mirá, él no me dijo mucho, solo que se escriben mails y que aceptaste tener uno de los cachorros de la perra de su colegio. ¿Es verdad que ustedes no se conocen...?

-¡Ni de nombre! Aunque una vez yo lo vi de lejos. ¿XW vino con vos, me vio?

-¡Me hace gracia cómo lo llamás! No, vine sola. Me pidió que le hiciera este favor porque tenía mucho que estudiar. ¿Él... te habló de mí?

-No mucho. Dijo que habían sido novios y que ahora eran amigos. ¿Te gusta... vivir en Buenos Aires?

Se rió a carcajadas.

-¡Que susto, pensé que me ibas a preguntar si me gustaba él! Mejor te dejo el perro y me voy. No entiendo muy bien a qué juegan ustedes, pero, como él me pidió que no metiera la pata, es mejor que no hablemos mucho.

-¿Siempre hacés caso de lo que te pide?

Se encogió de hombros como diciendo "Qué importa"

-Igual, tengo que ir al colegio. Suerte con el perro.

Me despedí y ella se fue corriendo. Ahí terminó todo.

Sí, Beatrice me cayó muy bien. Es tal cual la describiste: alta, formada, algo tímida, aparenta como dieciocho y (un agregado mío) parece redivina. Entiendo que te hayas puesto de novio con ella: una CC como las que a vos te gustan. No sé si puedo estar segura de que entre ustedes dos no pasa absolutamente nada..., pero, como te dije antes, a lo mejor, cuando te vayas a los Estados Unidos, nos hacemos amigas y hasta le puedo presentar al colgado de Marcos a ver si se enganchan.

Bromas, aparte Estoy feliz con Xavier, que ya se va acostumbrando a vivir en casa de mis abuelos.

Rafa también está enloquecido y casi se lo apropió. Con decirte que suspendió un poco los pelotazos para jugar con el cachorro. él mismo le armó una cucha con una caja, y les lloró y suplicó a los abuelos para que lo dejaran entrar en la cocina y en el comedor diario cuando no está en el jardín.

Rafa se ofreció (¡no lo podía creer!) para darle de comer y comprarle su comida en el supermercado de la vuelta. ¡Y cómo devora! Es increíble que siendo tan chiquito pueda comer tanto. Xavier se encariñó mucho con mi hermano y mis abuelos, pero creo que sabe que la dueña soy yo. Llora cuando me voy y me recibe a los saltos y a los lenguetazos. ¡Es muy comprador!

XW, me sorprendiste al mandarme a tu ex, así, sin previo aviso. Creo que eso también demuestra que confiás en mí (aunque quieras ponerme celosa); y yo ¿puedo confiar en vos?

¡Gracias por cumplir con las reglas! Un beso enrme.

Secretísima.



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