Con una risita le demostré a mi acompañante que estaba fascinada, realmente complacida de que hubiera pasado su tiempo hablándome de historias incoherentes acerca de una pequeña niña de nombre Alice.
Y sabia que con ello se refería a mi, pero el hasta ahora se negaba.
-Lamento las confusiones, Alice es solo un personaje, no se trata de ti, pequeña— alardeo burlón mientras yo lo seguía fielmente a lo largo del jardín, en dirección a la casa— es tan solo el primer nombre que se me vino a la mente— dijo y yo reí, sabiendo perfectamente que mentía. Yo sabia que Harry si se había inspirado en mi.
-No te preocupes, de una forma u otra, me encantara saber mas de esa historia— insistí y el rio, siendo modesto al decir que "no era algo tan sorprendente".
Sin embargo, no le permití objetar y al dejar a Maddey atrás, pude obtener un poco de intimidad con ese sujeto.
Era encantador, y hacia latir mi corazón a toda marcha, mientras hablaba y hablaba de un lugar imaginario, un mundo irreal repleto de lunáticos, tales como una reina de corazones y un hombre con un sombrero mas grande que su cabeza.
-¿El sombrerero?— resople divertida, sospechando nuevamente que Harry tomaba inspiración de la realidad, y por alguna razón estaba segura de que el tal sombrerero, era él mismo.
Ya que era descrito como un joven de su edad, con un gusto excéntrico y mucha inteligencia, para las paradojas y los acertijos sin sentido.
-Es un caballero apuesto pero algo desalineado— alardeo y yo continuaba riendo, cómodamente tendida en el sofá, con Harry justo a mi lado, narrándome las aventuras de la niña Alice en lo que el denominaba como el país de las maravillas, oculto por debajo de la tierra.
-Por supuesto, estoy segura de que debe ser sumamente apuesto— murmure atrevidamente, después de todo Harry ya suponía que yo lo relacionaba con el sombrerero, y por tanto al nombrarlo apuesto, seguramente sabría que yo le consideraba efectivamente como eso.
El castaño solo sonrió y bajo la cabeza, manteniéndose en silencio por un momento antes de volver su atención al fuego que flameaba en la chimenea.
Un rápido vistazo al reloj de péndulo al otro extremo del salón y me percate de que llevábamos largo rato ahí, hablando de tonterías, riendo de lo mismo, sin ser molestados por nadie en esa casa.
Tan solo éramos él y yo, calentándonos frente al fuego, en tanto el atardecer finalizaba por fuera del lugar, y las primeras estrellas ya se avistaban a través del ventanal.
-Deberías escribirlo todo, es brillante, enserio— trate de persuadirlo, pero Harry solo se divertía con mis propuestas.
-No soy escritor, princesa— me dijo, nuevamente modesto y sutil.
-Pero puedes serlo, tu podrías hacer todo lo que desearas, eres la persona más inteligente y genuina que he conocido— le alague sin mas inseguridades, tan solo anhelaba hacerle ver cuanto lo adoraba y admiraba.
Harry por su parte mantenía la misma sonrisa discreta mientras yo comenzaba a arriesgarme mas que nunca para seducirlo. Era la primera vez que intentaba algo como eso con él, o con cualquier hombre.
Yo no solía ser la clase de chicas coquetas y dulces que enamoran a los hombres. De hecho, mi personalidad era mas torpe y desatinada que eso.
Mas no podía evitar arriesgarme por esa ocasión y por ese sujeto, que durante tanto tiempo me había robado el corazón por completo.
-Si publicaras un libro, seria yo la primera persona que lo compraría— le asegure con un hilito de voz, deslizando mi mano cuidadosamente hasta la suya, situada cerca del respaldo.
Ese chico cómodamente posicionado cerca de mi, estaba en el perfecto lugar para que yo lo tocase, y mi pulso tembló un poco antes de que acariciara el dorso de su mano con mis dedos, sin que el se moviera o demostrara insatisfacción.
-No digas tonterías, si yo publicara un libro no tendrías que costear ni un centavo, porque yo te obsequiaría la primera copia— aseguro y el rubor en mis mejillas crecía sin control por sus palabras y por su toque mágico, cuando su mano giro para permitirme tomarla con mas facilidad.
-Harry...— casi suspire, totalmente complacida y enamorada al jugar descaradamente con su tacto, entrelazando nuestros dedos con suavidad, y el apenas bajaba la vista para observar el acto.
Le había tomado la mano varias veces antes. Quizás algunas ocasiones, en momentos necesarios, especialmente cuando fui una niña y a el le gustaba comportarse como la figura protectora que me guiaba de un lado a otro.
Pero esta vez, no era igual a las anteriores, había un intento atrevido y concientizado de mi parte, y parecía que Harry finalmente comenzaba a notarlo.
-Emm... esta anocheciendo, quizás debería marcharme— murmuro, intentando soltarme, pero yo no se lo permití y sujete su mano con firmeza y sin cobardía, llevándola impulsivamente a mi pecho como si con ello pudiera abrazarla, sin notar por supuesto que aquello había sido bastante precario.
El chico me miro contrariado a los ojos, por aquel repentino movimiento en el que prácticamente le invitaba a tocar mi pecho y sentir el latido frenético de mi corazón.
-No, no... te ruego, quédate conmigo un poco mas— suplique con un susurro y la racha de malas decisiones no se detuvieron en absoluto. Por el contrario, el deseo de tenerlo crecía súbitamente y de pronto me vi a mi misma, impulsándome descaradamente en dirección a él para intentar arrebatarle un beso en esos labios rojos suyos, que durante años soñé poder saborear.
Cerré los ojos y como una bala, fui por su boca pero lo único que pude encontrar fue su mejilla, cuando este desvió súbitamente el rostro.
Un instante después, las terminaciones en mi cuerpo me hicieron volver a la vida como una descarga eléctrica al momento en que el aparto finalmente su mano de la mía, tirando con brusquedad.
-Cielos santo Alissa, ¿Qué demonios haces?— me interrogo exaltado, poniéndose de pie sin demorar y mirándome como nunca antes lo hizo.
Y eso, era justamente lo que temía. Esa era la mirada del desprecio.
El corazón se me contrajo dolorosamente en el pecho y la vergüenza teñía mis mejillas de un rojo intenso, que Harry podía avistar sin dificultad alguna.
Aparte el rostro sintiéndome ridiculizada y como una estúpida, y pronto los ojos me ardían por las lagrimas de la derrota.
Lo había arruinado todo.
Ahora el sabia lo que sentía, no había mas secretos y por alguna razón yo soñaba que el correspondería a mi amor, pero no lo hizo.
-Oh maldición— suspiro, llevando una mano a su rostro que también parecía algo ruborizado, pero no tan grave como el mío— No, no Ali, lo lamento, esto no puede suceder, en verdad lo siento... sabes que yo te quiero, te adoro con toda mi alma, pero no así, no de esta forma, no puedo, eres tan solo una niña, eso no esta bien— trato de justificarse y yo lo mire con dolor y despecho por sus palabras.
Quería comprenderlo, quería disculparme y rogarle me perdonara y olvidara todo. Eso hubiera sido lo correcto, pero mi corazón ya no se guiaba por lo correcto, ahora solo era guiado por el impulso y la desesperación de sentir que yo lo necesitaba tanto.
-Yo ya no soy una niña— replique enfurecida por haberlo escuchado denominarme tan simple y ruin como eso.
El lo era todo para mi, y yo no era mas que una tonta niña para él.
-Oh Alissa, por supuesto que lo eres... eres una niña, que pasa su tiempo escapando de sus responsabilidades y que insiste en escuchar cuentos de hadas... te vistes de esta forma, y sabes que te ves hermosa, pero eres una niña, de esa forma luces y te comportas, haces rabietas y te robas los caballos del establo para volver a casa con tus costosos zapatos sucios...— insistió y a pesar de que decía todo aquello con calma y sin intención de burla o reproche, lo cierto es que me había dolido hasta lo mas profundo de mi orgullo.
Le dedique una mirada furiosa y una lagrima rodo por mi mejilla.
-Pues lamento si mi personalidad te parece inmadura y patética— bufe y el soltó un suspiro y negó.
-Sabes... que... sabes que no a eso me refiero— titubeo, justo como solía hacerlo cuando se ponía tenso, como en esa discusión.
-Pues... no... pues no se a que te refieres— me burle de su tartamudeo y quizás había ido lejos con eso. Harry era tartamudo, usualmente lo tenia controlado, pero en ocasiones como esas no podía deshacerse de ello.
Ambos nos mirábamos ahora con despecho. Harry no parecía contento con la forma en que me burle de su tartamudeo, pero eso ya no me interesaba.
-Me dices infantil, pero mírate, siempre has sido patético, pregúntate a ti mismo la razón por la que yo siempre te admire, o la razón por la que otras decenas de niñas también te ven con los mismos ojos... ¿En verdad no lo sabes? Eres igual de inmaduro, sin importar tus títulos, tu vestimenta, tu buen porte o tu buena conducta, no eres mas que un niño grande, creas todas esas estúpidas historias para mi, me escribes cientos de cartas llenas de mierda y acertijos y juegos estúpidos, ¿Y yo soy la niña?... Pues quizás si, Harry, ambos hemos sido unos niños todo este tiempo, pero a diferencia de ti, yo tengo 16 años y puedo modificarlo, pero tu, tu cumplirás pronto los 25 y sigues comportándote como un tarado— refunfuñe y por un momento los dos cedimos al silencio.
Aparentemente, a pesar de la pelea, ninguno deseaba marcharse ni dar la espalda, pero cada palabra había ido demasiado lejos. Esa era la primera vez que discutía con ese chico, y por supuesto me había dolido en el alma, pero ya no podía dar vuelta atrás.
Llore en silencio al darme media vuelta para no permitirle ver mi dolor y el solo suspiró.
-Lamento haberla indispuesto, señorita, no ha sido mi intención y lamento no poder corresponder a sus intenciones... a pesar de todo lo que me ha dicho ahora, estoy alagado de su muestra anterior de cariño, pero como dije antes, usted y yo no podemos estar juntos, y parece que nunca debimos estarlo ni remotamente, siento mucho si alguna vez le hice sentir como si tratase de buscar con usted algo mas que una noble relación de amistad— finalizo con el drama, utilizando las palabras mas huecas y crueles que pudo haber utilizado conmigo y al verle marcharse, el corazón se me hizo añicos en el pecho mientras las lagrimas me cegaban y chillaba sin consuelo. Estaba devastada.
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Mi Musa Rebelde ❁Harry Styles ❁
FanfictionInspirada en la historia real tras el cuento de "Alicia en el país de las maravillas." ¿Quien fue la verdadera niña del vestido azul? [Novela ORIGINAL con Harry Styles] ~Isa-S~