Capitulo 30

870 81 8
                                    

Pese a que mis sentimientos prácticamente habían sido expuestos por mí misma a los ojos de todos, nada de eso pareció ser un pretexto para que mi padre actuase en contra de Harry.

Quizás porque aun trataba de confiar en que ninguno de nosotros se atrevería a entablar ninguna relación real.

Tal vez papá pensaba que tan solo estábamos enamorados y reprimidos, pero nada de eso era cierto.

Así que me sorprendí al ver al chico castaño como un invitado más en una velada que se realizó en mi hogar.

Él como siempre, había asistido vistiendo con un buen traje y lucia tan apuesto a la vista de todos.

Lo observe con una pequeña sonrisa tímida a distancia. Yo permanecía de pie cerca de las escaleras mientras el brindaba con un par de compañeros, más lejos, donde la chimenea les mantenía a temperatura ambiente.

Ellos celebraban algo que yo aun desconocía.

En realidad esa velada no tenía relación en absoluto con Harry Styles, sin embargo parecía que el había llegado con noticias sorprendentes, que para sus amigos más cercanos era motivo de brindar en su nombre.

Me acerque tímidamente al notar que mi padre estaba lejos. El charlaba con otros hombros fuera de nuestra vista y con ello yo podía tomar la valentía de acercarme solo un poco más al sujeto que tanto amaba.

-¿Qué rayos haces?— una voz me interrumpió de pronto y volví mis ojos a Lavinia que tomaba mi brazo con fuerza para detenerme— No te acerques al joven Styles, no ahora, a no ser que quieras que papá explote en rabia y haga un escándalo frente a todos estos invitados— me advirtió pero yo me negaba a temerle.

-Si papá sabe lo que le conviene, no se atreverá a hacer tal cosa— refunfuñe y mi hermana negó con la cabeza.

-Si tú sabes lo que te conviene te olvidaras ya de todo esto— tajó tan soberbia como siempre, y yo trataba de que sus palabras no me hirieran— ¡Cielos Alissa... Abre los ojos! Harry Styles no es para ti, es un hombre mayor y tu aun eres una mocosa que apenas hace algunos meses comenzó a utilizar corsé... además tu sabes que papá nunca lo permitiría, sabes que él ha trabajado todos estos años por darnos una mejor vida, todo su esfuerzo es fruto de esto, nosotras se lo debemos todo a él, que siempre se esforzó por darnos lo mejor y convertirnos en mujeres de sociedad... Recuerda que tienes a Nash G.Wardd, el hijo de una maldita familia de duques, ese chico es de tu edad, pertenece a la burguesía y está comiendo de la palma de tu mano, ¡Podrías convertirte en una duquesa si te vuelves su esposa! ¿Y tú quieres dejar todo eso? Lo dejaras todo para convirtiéndote en la fulana de un artista escandaloso, cuya fama se desmonta en fotografiar a mujeres desnudas— suspiro y negó con la cabeza—musito entre dientes y yo fruncí el ceño, apartándola bruscamente y deseando estrellar una bofetada contra ella, pero sabía que no podía hacer tal cosa. No ahí.

-Aléjate de mí si no quieres que te arranque los dientes de un puñetazo. A mí no me importa Nash ni ser duquesa, emperatriz o princesa, nunca me casaría por conveniencia... ¡Y no sé cómo se atreven a juzgar de esta forma a Harry! Él también ha trabajado mucho como papá para obtener todo lo que tiene, y ha sido él como una familia para nosotras todos estos años, pero mira como hablan de él ahora... todos en esta casa son unos hipócritas— bufe, dándome media vuelta para olvidar aquella discusión e ir de inmediato por el chico de frondosa cabellera que reía en compañía de sus amigos y todos ellos me miraron con sonrisas empedernidas cuando me detuve justo ahí.

-Ahí está, la pequeña musa— dijo uno de ellos y Harry rio mientras yo perdía por completo la sonrisa.

¿Qué habían dicho? ¿A qué se referían con "la pequeña musa"?

-Serás famosa jovencita— dijo otro de ellos y yo continuaba confundida, pero Harry se apresuró a sacar mis dudas.

-Les hablaba a todos acerca de la historia que te narre hace varios meses, ¿Recuerdas? La historia de Alice— me dijo y yo asentí con la cabeza pero aun no sabía la razón por la que surgía tal tema— Bueno, pues un amigo supo acerca de esa historia y le pareció fantástica, así que me propuso imprimirla y publicarla como novela— sonrió y mis latidos por un segundo casi se detuvieron, simplemente no podía creerlo, una sonrisa fugaz salió de mis labios y desee abrazarlo y besarlo ahí mismo, pero sabía que no podía hacerlo. No ahí al frente de todas esas personas.

-Es asombroso, Harry— reí entusiasmada y nuevamente los sujetos frente a nosotros brindaban por ello.

-Eres afortunada jovencita, por ser la inspiración de esa historia tan increíble— nuevamente los hombres me alagaban y yo sonreía apenada.

-Es un honor tremendo, pero todo ha sido por el joven Styles, él fue quien lo invento toda la historia en solo una tarde— alague y todos estuvieron de acuerdo.

Hablaban del tema por otro par de minutos y mientras tanto Harry y yo nos dedicábamos miraditas poco discretas, que dejaban a la vista nuestros deseos.

O al menos sus deseos, podía adivinarlos.

-Ha sido un placer brindar esta dicha con ustedes caballeros, ahora si me dispensan, invitare a la pequeña Alice a bailar— advirtió y levanto su mano frente a mí, aguardando mi aceptación.

-Sera un placer— acepte sin dudarlo ni un instante y de inmediato el me llevó lejos de los mirones, hacia el salón principal donde habían otras tantas parejas bailando.

De inmediato, me envolvió en uno de sus brazos y con una mano en mi mejilla, movió mi cabeza para recostarla en su hombro, haciéndome suspirar por ello.

Y en un principio no dije nada, tan solo permití que me llevara a su ritmo, haciéndome sentir totalmente enamorada, por su calor, su perfume y el tono dulce de su voz, que tarareaba el ritmo de los violines que tocaban la pieza de nuestro baile.

Tal como siempre, nos desconectábamos de la realidad y bailábamos una pieza tras otra, sin importarnos que aquello fuera poco educado.

El chico prosiguió. Dejo un pequeño beso en mi mejilla y luego me giro como a una bailarina. Iba y venía y el nuevamente me envolvía entre sus brazos, mirándome de cerca, sonriéndome e importándole una mierda si alguien más nos veía.

Usualmente ambos éramos más cuidadosos con nuestros actos, pero esa noche yo estaba frustrada y el parecía dispuesto a dejar a un lado la sutileza.

-Quiero una vida contigo— susurró, cerrando los ojos y apoyando su frente a la mía.

-Te daré todo lo que tengo, Alice... te daré mucho más, te llevare de viaje y te daré todo lo que me pidas... una casa frente a un mar, o en una colina nevada, jardines tan grandes como los que te gustan, muchos caballos blancos, un piano de cola, un carruaje, vestidos hermosos, y también hijos... una familia— susurro y lo mire enmudecida por todo lo que decía, lo cual parecía una locura y no podía concebirlo.

¿Acaso estaba insinuando un matrimonio? ¿Acaso estaba planeando pedir mi mano?

-Oh Harry— susurre, acariciando su mejilla con una mano y el la beso cuidadosamente, antes de proseguir.

-Sé que eres joven y preciosa, y que quizás tu hayas planeado ser la prometida de un conde o un burgués... y no soy tonto, sé que nunca seré nada de eso, pero puedo darte mucho más de lo que crees, mi princesa... ahora que estoy listo para ampliar mis horizontes por ti— aseguro— este libro será un gran ingreso y ambos podríamos vivir muy bien con ello, puedo darte un palacio más grande que el que tienes ahora ¿Qué dices?— me interrogo y yo estaba sonrojada por todo lo que decía, lo cual no podía aceptar aun, pero podía dejarle en claro que era todo lo que deseaba.

-Digo que nadie nunca fue tan dulce conmigo— sonreí con pequeñas lágrimas en los ojos— te amo Harry, no necesitas llevar una corona en la cabeza para que te amé y te de todo mi corazón, por supuesto que quiero una vida contigo— susurre, permitiendo que besara mi frente y suspire.

Había hecho una promesa para el y no tenía la más remota idea de cómo rayos le daría la noticia a mi padre. Claramente debía aguardar un poco de tiempo, debía esperar algunas semanas hasta que todo estuviera listo.



Mi Musa Rebelde ❁Harry Styles ❁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora