Lamento si está algo corto y si me demoré mucho, pero es temporada de exámenes, trabajos y exposiciones y explotaré.
Gracias por sus comentarios y votos!
Oh si, pueden encontrar material y cosas en el instagram dedicado a esta cuenta de wattpad.
El usuario es ig: sheilawp. En serio espero que me sigan :)
Las amo. x
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Habían pasado tres semanas desde que me enteré que eran novios, ya era oficial. No me quedó otra opción que felicitarlo, con un poco de hipocresía; quería su felicidad, pero no podía estar feliz por ello.
Tres semanas desde que empecé a hacer mis ensayos y tareas apenas llegaba a mi habitación, trate de poner en marcha lo de: Mantenerse ocupado para no pensar en malos recuerdos. Puedo decir que funcionó, pero hubo un punto donde ya ni me quedaban tareas.
Organicé y reorganicé mi habitación los anteriores tres sábados, para después ver películas de terror o pasar tiempo con mis amigas. El tiempo pasaba a su misma velocidad constante, la única diferencia era que no vivía los días de la misma forma.
No me encontraba en el estado de: No come y solo llora en su habitación. Podría decir que esta como normalmente me encontraría, pero había evitado en lo más mínimo caminar por los pasillos del campus para no encontrarme a la pareja junto a sus demostraciones de cariño.
Sucedió hace dos semanas, siempre me había gustado sentarme junto a Harry en las áreas verdes que se encontraba cerca al pabellón de Tecnología; pero dejó de serlo cuando a mitad de camino para ir a sentarme, ellos se encontraban ahí. Audrey apoyaba su espalda contra el pecho de Harry mientras estaba sentada entre sus piernas; notaron que me encontraba ahí y les otorgué una sonrisa y un saludo con mi mano desde una distancia prudente, entonces salí de ese lugar.
Ya no era mi lugar.
Me dirigí a biblioteca a devolver los libros que había sacado días atrás, había decidido llevármelos a casa antes de estar sentada en las incómodas y visibles sillas de la biblioteca.
Poco antes de llegar hacia la bibliotecaria con nuevos libros lo vi entrar. No me sorprendía, siempre me había esa suerte...nula. Traté de mirar la tapa de los libros que sostenía, tratando de lucir lo suficientemente distraída para no haber notado que él había entrado.
La chica de anteojos recibió los libros y empezó a registrar sus códigos, mientras yo pedía internamente que se apresure y pasar desapercibida.
—Alguien ha estado desaparecida. —susurraron en mi oído, estremeciéndome. Era él.
Volteé y sonreí, como podría haberlo hecho en cualquier otra situación.
—No has buscado bien. —respondí en burla.
—Al parecer no, pero créeme que si he buscado. —dijo y yo traté de no tomarle importancia. No respondí y tomé los libros.
—Tengo que irme, nos vemos pronto. —me despedí.
Crucé la puerta y fuera del pasillo me arrodillé a guardar los libros que tenía en mis brazos.
—¿Me dirás ahora o después? —preguntó y yo no entendí a que se refería.
—¿Decir qué? —pregunté poniéndome de pie.
—Por qué ya no salimos ni hablamos mucho. —dijo acercándose más a mí.
—Recuerda quien dijo "No puedo hoy" cada vez que yo quería hacer algo. —le dije seria. En el transcurso de sus semanas de relación, al principio no pensaba alejarme de él y continuar todo como antes: caminatas, cenas y almuerzos. Pero empecé a recibir sus declinaciones y rechazos hacía nuestros planes, y dejé de intentar, en todo.
Ahora sentía rabia.
—¡Vamos Lianne! Sólo fueron unas veces. —trató de decir despreocupadamente, cuando antes había visto culpa en su mirada.
—Las suficientes para mí. —respondí.
—No te vas a deshacer de mí, —me tomó por los hombros. —no te molestes, ¿Sí?
—No estoy molesta. —respondí.
—Lo siento, en serio. —se disculpó. —Pero no dejes de hablarme o de verme, no hagas eso. —dijo mientras me abrazaba apretándome con todo y libros.
Después de eso me sentí feliz y sonreí sola de regreso a casa. Él seguía teniendo novia, sí; pero nuestra amistad aún no estaba perdida, aún me tomaba en cuenta y eso era lo que me alegraba, aún tenía a mi amigo.
Cuando llegué a casa encontré a mi papá en casa, nos sentamos a ver televisión hasta que todos vuelvan a casa para cenar. Nos gustaba ver series criminalísticas, mi mamá las odia pero las toleraba cuando ganábamos en multitud.
Al momento en que mamá llegó y nos saludó noté la tensión entre ellos otra vez, escucharlos llamarse por sus nombres en lugar de apodos cariñosos era realmente extraño. Sin embargo, quien mantenía esa postura y expresión fría era mi mamá, hablaba cortante y desinteresada cuando se dirigía a mi padre; y eso me molestaba demasiado.
No sabía realmente que pasaba, pero podía ver a mi papá sin sus bromas casuales o hablando de cualquier tema como podría haberlo hecho en un día normal. Tenía que preguntarle a cualquiera de los dos tarde o temprano, no estaba dispuesta a ver pasar las cosas sin estar enterada de lo que realmente estaba pasando.
