55|Mataron a mi bebe.

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Canción: Helium- Sia

➡➡➡➡➡

Narra Brooke:

Dejo de escuchar lo que dice mi tía, ya que corro inmediatamente hacia ella, pues ha perdido el conocimiento de la nada.

Henry la sostiene alarmado mientras intenta darle aire con sus manos, escucho algún chillido, pero me concentro en mi tía, me arrodillo a su lado viéndola totalmente pálida.

— ¡Traigan alcohol!—Grito en medio de todo.

—Alicia, hermosa por favor despierta. —Dice Henry con la voz entrecortada.

—Aquí está el alcohol. —Se trata de Heyden quien enseguida me lo entrega.

— ¡Traje las nubes!—Grita Hannah corriendo con los algodones. Sigue siendo la niña de 7 años más tierna y divertida, pero ahora la concentración es en mi tía.

Le paso el algodón previamente mojado de alcohol a Henry, quien lo acerca a la nariz de mi tía, ella poco a poco va parpadeando hasta volver en sí.

—Aliz.—Dice Henry quien la carga a una Alicia desorientada.—So...soñé que mi hija vivía, mi niña no estaba muerta, que...que ella vivía.—Dice mi tía solo mirando el rostro de Henry sin darse cuenta de alrededor.— Ella era hermosa, todo en ella era hermosa, mi corazón latía fuertemente y después no recuerdo que paso.—Dice y giro mi cuello hacia Wenth, ella tiene lágrimas en los ojos y tiembla como una hoja en otoño, la mujer que conozco como Lana me observa y una lagrima corre por su mejilla, nadie dice nada, todos callamos.

—Mi amor, debes tranquilizarte. —Dice con dulzura Henry acariciando el rostro de ella.

Entonces mi tía frunce su ceño, gira su cuello y mira al rededor y su rostro palidece, Henry la baja con cuidado pero la sostiene con miedo vuelva a desfallecer.

— ¿No fue un sueño?—Dice mirando a Wenth, poco a poco una sonrisa se forma en sus labios. —Mi niña, ¿tú eres mi niña?—Habla dando pasos hacia ella.

Nathe como buen hermano, la empuja sonriéndole mientras ella maldice mirándolo mal.

—Eso creo. —Habla Wenth por primera vez y frunce el ceño de la misma forma que yo lo hago. Mi tía al verlo se lleva las manos a la boca chillando de emoción mientras más lagrimas corren por su mejilla. — ¡Oh, Dios! eres mi hija. —Grita y extiende sus brazos para que luego Wenth corte la distancia y se fundan en un abrazo.

— ¿Piernas sexys? ¿Estás bien?—Habla Heyden mirándome atento, no es hasta que pasa su pulgar por mi mejilla limpiando una lagrima, que me doy cuenta que estoy llorando.

—Yo. —Mi voz sale más entrecortada de lo que imagine. —Necesito estar sola. —Digo volviendo a subir a mi habitación.

***

Narra Alicia:

Siento como mi corazón late a mil por segundo, quizás exagero pero no me importa, tengo a mi niña entre mis brazos, una parte de mí aún no termina de creerlo, mientras la otra brinca de gozo y jubilo.

¡La encontré!

¡Soy mama!

—Eres tú, mi niña, mi todo. ¡Dios! no sé qué decir, eres hermosa, más que hermosa y tienes mucho parecido a tu padre, tengo tantas dudas...seguramente tu igual, pero te prometo que contestare todo, ¡Ángeles! hasta digo lo que Heyden. —Comienzo a reír sin soltar a mi hija como maníaca, me alejo un poco de ella para observar nuevamente su precioso rostro, tiene su nariz, y la forma de sus ojos. ¡¡Es ella!!

¡Oye, Brooke! (Ya en físico y ebook por Amazon. )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora