¡Campeones!

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Recuerdo incluso una anécdota más del fútbol y yo mientras estaba aún en la escuela. Fue la más traumante, creo.

Era el penúltimo año de escuela, mi curso tenia buenos jugadores y habían hecho una gran olimpiada, lo sabia porqué había seguido narrando los partidos aunque sin alguien que me ayudase ya.

Era la gran final, nos enfrentabamos al último año, era una ley que los de último año se llevasen la copa. Esta vez fue la excepción.

Un partido muy reñido, te lo puedo asegurar, estábamos perdiendo por un gol, ya quedaban unos cuantos minutos, mi profesora que obviamente no sabía nada de fútbol, se me acercó.
-¿Ya jugaste?, me preguntó.
-No.
-Bueno, todos tienen que jugar, acompáñame.
Y caminamos juntos hasta el límite de la cancha.

-Árbitro un cambio, dijo ella.
-¡NOOOOOOOOOO!, contestó el mundo.

Lo recuerdo tan bien, cuando ella pidió el cambio, los ojos de los jugadores de mi curso se abrieron a tal punto que parecía que se iban a salir. Sin embargo el rostro de los jugadores del equipo contrario era perfecta la combinación entre la malicia y la alegría, eso fue lo peor.

Todos mis compañeros y espectadores se opusieron a que se realicé el cambio, inclusive el árbitro.

-Maestra, están bien como están, no vaya a hacer un cambio en estos momentos, los puede perjudicar; dijo el tipo que llevaba el pito en la boca.

El partido era tan emocionante que tanto escuela, como colegio lo estaban observando, tanto profesores como estudiantes y tanto niños como niñas también. ¡Todo el mundo! Todo el mundo vio aquella escena, algunos estudiantes de colegio se empezaron a reír de mí y ni hablar de los de escuela. No sabia donde ocultarme.

La profesora siguió insistiendo pero al darse cuenta de que realmente era una mala idea me miró y dijo: -Ni modo, no te quieren dejar entrar, ya habrá una próxima vez.

Y lentamente me fui retirando de ahí, veía manos señalarme y dientes mostrándose en forma de risas burlonas, sin embargo nada pude escuchar. Era más fuerte el ruido de mi cabeza o la vergüenza me había dejado sordo ya.

Mi curso terminó empatando agónicamente en el último minuto obligando a los penales, en los penales se dice que nuestro buen portero se lució. Al final quedamos campeones. Por primera vez en la historia de la escuela un equipo que no era de último año se hacía con la copa.

Ya en el curso todo era ruido de risas y alegría al rededor, todos estaban tan felices y una vez más me tuve que dibujar la sonrisa, no quería aguar la fiesta.

-Gaseosa para todos, pero primero los jugadores.

La tortuga.Where stories live. Discover now