Marca de Sangre

Capítulo 14- Es mío

YASMIN

"Pero... ¿qué haces?" Le grité al hombre que tenía delante de mí.

¡Por lo más sagrado! Aquel hombre era un fruto prohibido, pero en esos momentos solo podía pensar en 'Ángel de los Dolores'. ¿A dónde se había ido?

Noté sus fuertes brazos alrededor de mi cuerpo, pero no me dio a responder, cuando vi que todo a mi alrededor se difuminaba, ¡estaba corriendo! ¡Y a que velocidad!

Recorrimos un trozo del desierto cuando ya anochecía. Yo me acurruqué entre sus brazos, intentando protegerme del frío.

Los kilómetros pasaban, y ya me estaba empezando a aburrir de la aburrida vista que me daba el desierto cuando vi un oasis, y en medio de este un pequeño palacete.

Era simplemente hermoso.

"Bienvenida a tu nuevo hogar." Me susurro el hombre que me llevaba.

No contesté. ¿Estaría mi amiga y salvadora viva? ¿Habrá llegado a el campamento?

No pude disfrutar de la maravillosa vista que me daba el palacio, por una parte, estaba cansada, y otra, estaba a oscuras. Sin vergüenza alguna me quedé dormida entre los brazos de 'mi compañero'.

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Un terrible dolor de cabeza me despertó.

"¡YASMIN! ¡YASMIN!" Gritó Alani (telepata encargado del campamento de Yasmin)

"¿Qué ocurre?"

"¿Estáis bien?"

Me alarmé.

"¿Estáis? Yo estoy con mi compañero, 'Ángel de los Dolores ' debería de haber llegado al campamento."

El silencio de hizo en mi mente.

"Ella no está. No responde. Tengo que dejarte. ¡Disfruta de tu compañero!"

Cerré con fuerza los ojos. Otra vez. Otra vez desaparecida.

Las lágrimas brotaron por mis mejillas, ¿y si está muerta?

Borré aquel pensamiento. Tiene que estar viva, por Alex, su compañero.

"¿Qué ocurre?" Preguntó el mismo hombre que me tuvo entre sus brazos.

Me quedé en silencio, mirándole con precaución, evaluandole.

"Soy Aladín, Conde de Los Desiertos. Tu compañero, que se preocupa."

Dibujé en mi cara una sonrisa triste.

"Yasmin."

"¿Qué te preocupa?" Dijo más serio.

"La mujer de ayer, ¿dónde está?"

"No lo sé," admitió " pero es una cazadora, sabe cuidarse sola. No te preocupes."

"Ella también es una compañera."

Él me miró preocupado. Tragó saliva.

"¿Inglesa?"

"Sí." Dije sorprendida.

Soltó una maldición y me empujó contra su pecho.

"Nos vamos a Londres."

ALEX

Mezclé la sangre humana de tipo 0 con ron y whisky y me lo bebí sin pensármelo mucho.

Esa era la única manera de emborracharme, beber sangre con algo de alcohol. Nunca fui fanático a la bebida, pero desde que mi compañera escapó (¿tanto miedo doy?) mi mente no para de preguntarse lo mismo, ¿qué hice mal?

Ignoro el echo de que la solo pronunciación de su nombre aterra a muchos de los vampiros sin compañero.

Es cierto que en varios vídeos ha aparecido con un compañero, para luego desaparecer por un portal. Pero también se que puede curarse las heridas, por lo que te lleva a esta pregunta; ¿tiene a alguien que la ayuda? ¿O es alguno de los compañeros aprisionados?

Sabía en el fondo de mi corazón tenía la corazonada de que ella era buena, inocente. Pero era mi opinión contra las pruebas incriminatorias.

¿Cómo se puede amar a alguien por solo verla una, dos veces?

Reí con fuerza y aparté la copa y la botella de mi vista.

Entró una mujer en mi despacho. Rubia, de estatura baja, ojos grises y pálida de piel, como nuestra especie, los vampiros.

"Alex." Dijo con voz dulce y baja.

La voz me molestó.

"¿Qué quieres?"

Me sonrió de una manera bastante... seductora.

Intenté levantarme de la silla, pero me caí. El alcohol me empezaba a pasar factura.

Sentí cómo me paralizaba. Por mi garganta bajaba más sangre con alcohol, empezaba a perder la consciencia. ¿Qué ocurre?

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Cuando me desperté, el dolor de cabeza era brutal, descomunal.

Lo ocurrido en la pasada noche estaba muy borroso.

Me miré; estaba en mi cama, vestido. Pero no llevaba la misma ropa de ayer. Todo estaba muy confuso.

Me levanté de la cama, me cambié de ropa y tomé un vaso de agua con hielo.

"Mi Rey."

Me sobresalté. Era la voz del Conde de los Desiertos.

"¿Qué deseas?"

"Tengo información de mi Reina. Está en peligro. Mi compañera es amiga de ella, tal vez le otorgue información valiosa de su posible paradero."

"Ven inmediatamente a Londres con tu compañera. Mañana al amanecer nos vemos."

No hubo respuesta. Cogí la jarra de agua y la lancé contra la pared. ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Agg!

 

 

PI

¡Lo conseguí! ¡Lo conseguí! ¡Ahora puedo llevar a cabo con mi plan. Hundiría a la compañera de Alex, física y mentalmente. ALEX ES MÍO.

Con la sonrisa en mis labios, me marché de la mansión y me aventuré por las calles de Londres, en dirección a la prisión de Elisabeth.

N/A: Ya se que el capítulo es corto, pero en dos o tres horas subiré el siguiente...

Os he dado un poco de descripción de Pi