Capítulo 23 "A la luz"

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La tela de su vestido estaba elegido. El pastel estaba probado. El color de la decoración ya estaba también elegido. Todo estaba en marcha para que una boda perfecta se celebrará. No faltaba mucho, casi nada.

-Amor, ¿entiendes? No es que quiera manejar tu vida a mi manera, pero no puedes seguir viendo a ese príncipe Charles-dijo él con desprecio a su prometida.

-No pensaba seguir viéndolo. Más bien, no creo que él lo desee.

-¡Y me parece perfecto! Vamos a casarnos, no puedes pasar tanto tiempo con otro hombre que no sea yo.

Y así era como Richard le metía sus ideas en la cabeza, aprovechando que Charles, aún en tres días, no había vuelto. De más esta decir que ella lo extrañaba mucho, y se odiaba por eso. ¿Él pensaría en ella?

...

-¿Te gustaba, no? Soy tu hermano, y que seas mayor por tres años no te hace más disimulado. Estaban todo el día juntos.

El joven príncipe Michael, se hallaba hablando con su hermano. Estaban en el castillo, nunca habían salido de viaje, era una mentira para huir de la chica. Michael tampoco había vuelto para ver a Kiara, ya que ella se había vuelto a su hogar hace una semana.

-Eso no importa, va a casarse de todos modos. Eligió a un sujeto que ni siquiera la quiere, ¿qué podemos esperar de eso?

Y es que él no la entendía en lo absoluto. No sabía porqué tenía que ser tan sacrificada, y arruinarse la vida. ¡Hablamos de golpes! Él la golpeaba. Pero si eso quería ella...tampoco tenía muy claras sus ideas.

-Y vas a dejarla-asintió el chico lanzando una flecha y dando justo en el blanco.

-Claro que sí, es su vida, no la mía

Michael se giró por alrededor de su hermano mirándolo de arriba para abajo. Volvió a asentir y también volvió a disparar a la diana.

-Voy a irme de aquí-habló el rubio con naturalidad-Estoy cansado. Tal vez me vaya con Kiara.

-¿Qué? ¿Cómo? ¡Estás loco!-Charles tiró su arco al suelo y miró a su hermano adolescente.

-No se, no tengo idea de que vamos a vivir, pero es lo mejor.

-¿Piensas morirte de hambre? ¿Qué le vas a ofrecer? ¿Miseria? No te voy a dejar.

-¿Por qué no? Es mi vida. Así como la de Catherine.

Michael se detuvo y enarcó una ceja mirándolo incrédulo. Charles había caído en la trampa.

-Es diferente, tú eres mi hermano, ella es sólo una chica...

-¡Wow! Entonces eso es lo que valía para ti. Era sólo una chica, nada más, no vale la pena...

-Déjame sólo-murmuró el mayor.

-Tal vez ella decidió bien. Tú tampoco la querías mucho.

Michael se fue llevándose su arco y flechas con él. Charles, se quedó sólo, parado en el medio de la hierva. Se sentó y comenzó a revolver su cabeza en busca de respuestas. ¿Cómo había podido compararlo con Richard? ¡Él sí que la quería!

Arrancó césped con violencia y lo miró entre sus manos. Se sobresaltó al escuchar un aullido a lo lejos. ¿Habría sido un lobo? ¿O tal vez ella misma llamando a su familia? No podía confirmar si era su familia porque...

-No la ayude, me fui.

Pero, ¿qué podía hacer? ¿Ir a buscarla rompiendo el matrimonio y que todos lo tomarán por loco?

-¡Charles!-su madre apareció dando una pequeña corrida hacia él-Mira esto.

Le extendió un fino papel de color dorado, con un sello color morado, correspondiente al reino en el que vivía su chica.

-¿No estás contento? Se casa tu amiga, hijo.

Y vaya que no lo estaba. Tampoco quería asistir a esa boda. ¿¡Cómo querer!?

-Si, es estupendo.

-Y no falta mucho, deberías buscar el atuendo, seguro que el sastre vendrá en estos días. Bueno, me voy, tengo que hacer unas cosillas.

Se fue dejando el perfume que tanto caracterizaba a su madre. Desde pequeño, siempre había olido de esa forma. Pero el perfume de su madre era en lo que menos pensaba Charles. Esa boda iba a celebrarse en menos de un mes. La chica que tanto lo había enamorado se iba con otro. ¡Nada menos que con Richard! Tal vez su hermano tenía razón, él era un cobarde...¿no? ¡No!

-Voy a volverme loco-susurró.

...

La reina estaba incomoda y se movía de un lado al otro de su cama. Había recordado algo que la tenía preocupada y no se había cesiorado de que siguiera en su lugar.

-Debería revisar si siguen allí-decía Juliet.

-Cielo, ¿por qué no duermes? Catherine nunca baja al sótano.

-¿Cómo lo sabes? ¿Qué tal si lo hizo? ¡Estaba todo allí!-murmuró fuerte.

-Juliet, cariño...duerme ya, mañana tenemos la cena con los padres de Richard.

Su esposo le obsequió un beso suave en los labios y se dio la vuelta para seguir durmiendo. Pero la reina no durmió. Más bien, esperó a que su marido se durmiera y se levantó haciendo el mínimo ruido. Abrió la puerta de la habitación a hurtadillas y la cerró muy despacio. Los guardias ya no estaban, así que siguió moviéndose sigilosamente hasta llegar al sótano. Bajó las escaleras y, luego de encender la iluminación, fue hacia donde se suponía estaba la manta, la canasta y el libro de extraños dibujos que nunca habían entendido.

-Tienen que estar por aquí-murmuraba la mujer revolviendo todo.

Movió las cajas, movió los baules, y sólo habían cosas inservibles para ella ahora. Se estaba desesperando. ¡Seguramente lo había encontrado todo!

-¿Buscabas esto, madre?

La rubia giró para ver a la chica que se hallaba mirándola desde la escalera, con los objetos que ella buscaba, en sus dos manos. No supo que decir, sólo mirarla mientras bajaba y ver las lágrimas que tenía acumuladas en sus oscuros ojos. Sus labios temblaban, pero la mujer no los vio. Sólo percibía el dolor que había en los ojos de su supuesta hija.

-O tal vez sólo seas la reina para mí.

Una cosa era suponer lo peor, y otra cosa era escucharlo. ¿Qué se suponía iba a decirle ahora? ¿Seguiría intentando mentirle? La verdad ya estaba descubierta. Una verdad que le habían ocultado por casi quince años.

...

Capítulo corto, lo sé :3 jaja es que el suspenso me encanta 7u7
Se vienen las entrevistas :3 Voten por la primera...
¿Catherine o Charles? Besitos *-* Nos leemos♥♥♥

...

Bailando con lobos ©Where stories live. Discover now