Donde se ocultan los demonios (Fanfic TVD - Delena)

Capítulo 22

-Sé que soy inmortal y todo eso, pero... Mi paciencia tiene un límite y no veo que este plan de encontrar la cura esté avanzando mucho –se quejó Klaus, para después dirigirse directamente a Damon- Te creí por aquí matando vampiros, no haciendo de niñera.

-Jeremy aún no puede campar a sus anchas, es un pardillo. No puede dejarle solo y arriesgarme que vaya a matar a Elena.

El híbrido original se acercó al Cazador de forma intimidante.

-Solo me sirves para un propósito, Salvatore –le dijo a este con voz amenazante-, completar la marca del Cazador. Así que dime, ¿cuántos vampiros has matado desde la última vez que nos vimos?

-Ya no quedan vampiros por aquí cerca, así que... Cero –respondió Damon con chulería.

-Es una lástima. Necesito la cura cuanto antes, voy corto de híbridos y esas cosas. Así que, dime, ¿cómo puedo ayudar?

Damon estuvo a punto de decirle alguna grosería, de echarle de allí, pero se lo pensó mejor y cogió la pistola que Jeremy había dejado en la mesa de madera.

-¿Sabes? Ahora que lo dices... -dijo el Cazador cargando el arma-. Jeremy, mira y aprende.

En cuestión de milésimas de segundos, Damon disparó en tres certeras ocasiones a Klaus en el pecho.

-Eso por mi tío Zach.

Acto seguido, el Cazador dejó el arma sobre la mesa y se fue hacia el embarcadero tan tranquilamente, sin temor a darle la espalda al híbrido. Su cuñado Jeremy, que se había quedado alucinando con la escena, sonrió orgulloso y le siguió inmediatamente.

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Aquella noche tras la cena, Damon se adentró en el bosque buscando un momento a solas y se sentó junto a una hoguera recién preparada. Estaba afilando unas estacas de madera cuando Elena le llamó al móvil:

-¿Cómo ha ido tu día?

-Aburrido, como todos los que paso sin ti.

-Vamos, no será para tanto...

-Bueno, en realidad, no ha estado nada mal el día de hoy. Creo que empiezo a ganarme la admiración de Jeremy.

-¿Le has devuelto el acceso a comida basura?

-Mejor, le he dejado jugar con una pistola. Pero tranquila, siempre bajo mi supervisión.

-Estoy tranquila, he dejado a Jer en buenas manos.

-No es que sea un Maestro Jedi, pero... Sí, soy bastante bueno.

-No seas presumido –rió Elena divertida por su chulería-, te hace parecer menos atractivo.

-Todo lo contrario, te encanta verme así. Reconócelo.

-Bueno, un poco...

-Lo sabía.

La pareja rió a la par, disfrutando de una agradable charla durante la cual Damon no mencionó en ningún momento la visita de Klaus. No quería preocuparlo por algo que esta no podía solucionar.

Nada más terminar la conversación telefónica, Damon retomó su trabajo afilando un palo de madera con su navaja.

-Si vienes a vengarte, no te cortes -dijo al oír a unos pasos a sus espaldas-. Pero a ver cómo te las apañas con el pequeño Cazador.

Sintiéndose descubierto, Klaus salió de su escondite y tomó asiento junto al chico.

-¿Sabes? Si ajustas un poco más el ángulo, dejarás el borde más afilado.