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Advertencia : Este capítulo es mayormente desarrollado con escenas MUY subidas de tono. Gracias❤
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Capítulo # 13.

Constantemente muchos ancianos solían mencionar que el amor era la droga más hermosa y mortal de todas. El amor es como un éxtasis, piensas todo el día en esa persona y tu mundo gira alrededor del suyo, pero cunando la persona amada te decepciona es como caer desde una nube directo a un vacío lleno de rocas filosas; pero, al fin y al cabo el amor, según los ancianos es una desilusión que vale la pena vivir.

Viernes, 08 de enero de 2016.

07:00.P.M.

Llevaba aproximadamente cuatro o cinco horas tanto en Badoo como en otras redes sociales, Ava se quedaría a dormir en casa de una amiga suya que había venido de visita unas cuantas veces, estaba solo y quería divertirme, pero mi concepto de "diversión" no era estar sentado por horas frente a un aparato infernal para la vista, tomando una lata de Coca-Cola* y esperando una notificación importante, que básicamente nunca llegaría.

El sonido del timbre me hizo bufar y levantarme a regañadientes.

Mientras estaba a punto de bajar las escaleras, el timbre era más insistente, o bueno la puta persona detrás de la puerta.

Maldición, quien quiera que sea pagará un nuevo timbre.

Bajé las escaleras de tres en tres; estaba frente a la puerta y al abrirla me llevé una gran sorpresa.

Amanda me miraba con sus ojos azules y tristes cubiertos por las lágrimas, su nariz estaba roja e inflamada y sus mejillas rosadas llenas de lágrimas.

Mierda.

Me apresuré a abrazarla, la atraje contra mi pecho y la acuné un poco, me dolía verla de esta forma, antes fue mi primer amor, ahora es mi amiga.

— ¿Que sucede?— Pregunté en un pequeño susurro.

—Yo...

—Shh. —La acuné de nuevo entre mis manos y la hice mirarme—. Todo estará bien, lo prometo.

De pronto ella se acercó a mis labios y todo en mi mente se borró.

Amanda me estaba besando.

Debía estar drogado (¡Joder!) Se sentía malditamente bien, la tomé por la cintura y la atraje más a mí, sabía que de alguna forma estaba mal, pero no me importó y mucho menos cuando mi amigo de allí abajo estaba tan duro como una roca.

La levanté para que enroscará sus piernas alrededor de mi cintura y así lo hizo, la lleve hasta la encimera de la cocina mientras nos besábamos sin tregua y nos rozábamos.

Ya mi polla dolía como la mierda por estar atrapada en un pantalón y no entrando y saliendo de su vagina.

La senté en el mármol pulido y nos separamos jadeantes, la ropa empezó a estorbar, quite su franela y admire sus jugosos pechos atrapados en ese brasier* negro de encaje que los resaltaba, comencé a besarlos sobre la tela, mientras Amanda pedía más y jalonaba mi cabello, ella quitó mi pantalón ya que no llevaba camisa, paso su lengua por cada uno de los canales que formaban mi marcado abdomen.

¡¡Maldición, era la gloria!!

Su brasier desapareció y mi mano indago por su entrepierna cubierto por la tela de encaje de unas bragas* negras, eso me endureció aún más.

eraevantegado ien, la tomeentiaaJoder, ya me dolía como el demonio.

Ella recorrió todo el caminó que antes había recorrido su lengua, con su mano, hasta perderse en el interior de mis pantalones.

—Hahn—Gruñí mientras cerraba los ojos y movía las caderas para empalarme más en su mano. Por lo que deslumbraba pese a mi excitación su sonrisa era triunfal como si se hubiera ganado la lotería.

Mi respiración era entrecortada y jadeante.

Jugaremos el mismo juego.

Metí el dedo corazón en su interior y ella jadeaba de sorpresa, adentré el segundo y sus caderas se movieron en busca de más, con la mano libre apreté su nuca y subí el ritmo, nuestros labios, nuestras lenguas y toda nuestra boca se encontró en una guerra, al igual que nuestros cuerpos, ambos estábamos frustrados, cansados, estresados y esta era la única manera de liberarnos: una guerra de placer, un placer desenfrenado que podía traer consigo fuego, pero también la liberación.

La cargué enredada en mi cintura hasta la habitación; la cama sería más cómoda para todo esto, al llegar ella quedo sentada en mi regazo a horcadas, fue bajado con besos, pequeñas mordidas y de vez en cuando su lengua me acariciaba, quitó mis pantalones una vez de rodillas en la alfombra frente a mí, relamió sus labios y atacó mi polla, sus labios y su lengua me daban placer, y era el cielo.

—Amanda...Mier-da... para. —Sonrió satisfecha.

Sabía que esto solo se reduciría a toqueteo y masturbación, no llegaríamos a hacerlo por completo, pero un poco de diversión no daña a nadie ¿No?

Su pequeña mano rodeo mi miembro y empezó a estimularlo, no duré mucho para correrme debido al gran asalto de su boca hacia poco.

De un movimiento Amanda quedo debajo de mí, a mi control y mi merced, bajé por su abdomen, su vientre, luego su monte de venus, mi lengua no daba tregua a sus quejas y seguí en un momento alce la vista y no era Amanda quien estaba allí, era... Riley.

Me desperté sobresaltado, la lata de Coca-Cola que tenía en mi mano estaba en el piso, mi cuerpo estaba perlado por las gotas de sudor y mi entrepiernas muy dura, mi respiración muy entrecortada, me levanté, apagué la portátil y entre a la ducha, necesitaba pajearme o explotaría, ya que ni toda el agua fría del mundo dormirá a semejante bestia.

Ø Coca-Cola: Es una bebida efervescente, vendida en tiendas, restaurantes y máquinas expendedoras en más de doscientos países o territorios. Es producida por The Coca-Cola Company. En un principio, cuando la inventó el John Pemberton, fue concebida como una bebida , aunque fue adquirida posteriormente por el empresario Asa Griggs Candler, cuyas tácticas de mercadeo hicieron de la bebida una de las más consumidas del siglo XXI.

Ø Brasier: O sostén (también llamado brassier, brasier, bra, soutien, sujetador o corpiño) es un elemento de ropa interior femenina que consiste en dos copas que cubren total o parcialmente los senos. Además de la conexión de las copas, tiene generalmente cuatro bandas, dos en los lados, en sentido horizontal, que se sujetan el uno al otro en la espalda o parte anterior sobre el pecho y dos en sentido vertical sobre los hombros, que se unen a los otros dos en la espalda. Un (también denominado demi-bra o semibra) es un sostén con dos copas que cubren sólo la parte inferior del pecho, dejando al descubierto los pezones. Un auto sujetador está diseñado para ayudar a mantener el pecho, mientras se deja la mayor parte del mismo sin cubrir.

Ø Bragas: Son una prenda interior que usan generalmente las mujeres. Cubren desde la cintura hasta el arranque de las piernas y tienen dos aberturas para que éstas puedan pasar. Con el tiempo y las diferentes modas y usos, las bragas han evolucionado en su forma y de paso también en su nombre, aparte de los distintos apelativos que esta prenda pueda tener en diversos países de habla hispana. Son muchos los eufemismos que en la actualidad se emplean para sustituir el término braga. Hoy en día, el equivalente de esta prenda en masculino es calzoncillo.


Cómo Aman Los Hombres. Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt