Capitulo 16

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Desde pequeña me percaté de que los momentos, esos pequeños momentos de la vida, solo se viven una vez, esa vez que sonreí con todos mis amigos de Florida, ese sentimiento que todos juntos experimentamos solo lo viví esa vez, al día siguiente había esperado a que pasase lo mismo, pero no sucedió, en ese momento fue cuando me hice una promesa, disfrutar el momento al máximo.

Y eso es lo que he intentado hacer desde pequeña, intentar disfrutar todo.

Admire mi reflejo en el lago, con el aire golpeando suavemente mi rostro, esos ojos purpuras me devolvieron la mirada, también lo hicieron los ojos azules de Jason, que me recordaban el cielo, un color tan inalcanzable pero lleno de vida.

El me miro, y sé que si hubiéramos estado en nuestra forma humana, una sonrisa cariñosa se extendería por su rostro.

Esta vez fui yo la que comencé a correr, Jason inmediatamente me siguió, sentí las corrientes heladas de aire rozando cada parte de mi cuerpo, como una suave caricia, incitándome a correr.

Jason iba detrás de mí, casi alcanzándome, corrí aún más fuerte, joder, ¡Esto era hermoso! Me sentía tan libre. Comencé a saltar raíces de los árboles que se me atravesaban, de un momento a otro nos encontrábamos en un prado, dejando tras de nosotros el espeso bosque verde. Continúe corriendo, de un momento a otro me encontraba tumbada en el suelo, con Jason sobre mí, rápidamente me moví, levantándome. Comencé a correr por el prado, esperando a que Jason comenzara a correr a mi lado, cuando el de ojos azules estaba a mi lado le di un empujón, haciéndolo levemente a un lado, el rápidamente se levantó, me enseño los colmillos juguetonamente y me empujo.

(...)

Me encontraba dentro del auto, de vuelta en mi forma humana, mis ojos estaban entrecerrados, debido al cansancio, pero una pequeña sonrisa adornaba mi rostro.

Jasan entro al auto, dejo un suave beso en mis labios y comenzó a conducir, mis ojos se cerraron de a poco.

--Ya llegamos—susurro.

Escuche que cerraba la puerta del auto, segundos después la de mi lado fue abierta, el viento helado me golpeo, lo que me obligo a despabilarme, baje un pie del auto, pero las cálidas manos de Jason me detuvieron, me cargo al estilo nupcial, pase mis brazos por su cuello.

Jason abrió la puerta, nos adentramos en su cálido hogar, que se encontraba a una temperatura alta, a comparación con la de afuera. El chico le dio una patada a la puerta, logrando que esta se cerrara. Comenzó a caminar rápidamente, mis ojos se comenzaban a cerrar de nuevo, solo sentí como fui dejada delicadamente en el suave colchón.

(...)

Jason POV.

Me desperté, el reloj interno nunca falla, pero podía volver a dormirme. Voltee hacia abajo, Mackenzie se encontraba apoyada en mi pecho, con el rostro relajado, sus labios entreabiertos, se veía tan inocente, me daban ganas de...

--Jason—dijo una hermosa voz.

Mackenzie POV.

--Jason—pronuncie su nombre con voz ronca.

Una sonrisa se pintó en el rostro del chico, luego se apoyó en sus hombros, haciéndose un poco para atrás, arrastrándome junto con él. Me removí un poco, queriendo quedar a horcajadas, pero Jason cerró los ojos un momento, fruncí el ceño con una sonrisa, volví a moverme, Jason abrió los ojos, y de repente tomo mis caderas, deteniéndome.

--Mackenzie—dijo con voz ronca, sus ojos parecían un poco as negros, su voz ronca, aunque suponía que era porque se acaba de despertar—créeme que no quieres seguir haciendo eso o...

En ese momento comprendí todo, me quede inmóvil, sentí el calor subiendo por mis mejillas, sabía que en este momento estaba como un jodido tomate.

--Yo... creo que—dije mientras me levantaba—hare... el desayuno, si el desayuno.

Me di la vuelta rápidamente, saliendo de la habitación. Solté un suspiro y mire al suelo, no debí... un momento, ¡Mi ropa! No era la misma de cuando nos fuimos del bosque, trae una camisa que me llegaba hasta los muslos, por suerte la ropa interior seguía en su lugar, ¡maldito Jason!

Camine derecho, entre a la cocina, no tenía nada fuera de lo común, las paredes eran beige y estaba ordenado. Mire alrededor, pensando en que cocinar, abrí un estante de madera oscura, en esta había lo necesario como para hacer tortitas.

Comencé a prepararlas mientras tarareaba por lo bajo una canción, a los segundos la misma canción se reprodujo en mi celular, inmediatamente camine hasta donde se encontraba mi bolso y saque mi celular, con el ceño fruncido, era Kendall.

--Bue...

--Jayden ha encontrado a su mate—me interrumpió. Abrí lo ojos desmesuradamente, me lleve una mano a la boca y luego sonreí, soltando una carcajada. —Yo tampoco me lo podía creer—contesto, casi podía ver una sonrisa en su rostro.

--y ¿ya la conociste?—pregunte, mientras daba vueltas por la cocina, con el teléfono apoyado en mi hombro.

--De hecho, para eso te llamo, quiero conocerla junto contigo—su tono de voz era nervioso, aunque él sabía que no le podía decir que no—me sentiría incomodo haciéndola de mal tercio.

--Claro— troné los labios—nos vemos en casa.

Jason apoyo su barbilla en mi hombro desocupado, me miro, curioso, masculle un "Kendall" moviendo solo los labios, el chico solo asintió.

-- Y... ¿Cómo va todo? ¿La transformación?

-- Todo va perfecto, al principio fue doloroso—hice una mueca, recordando como tdos mis huesos se quebraron de un momento a otro. Jason paso un brazo por mi cintura—pero después... ¡Fue genial! Nunca me sentí tan libre.

--Lo sé, es genial – hizo una pausa – Chao hermana.

--Adiós Kendall.

Colgué el teléfono, dejándolo sobre la mesa. Mire a Jason y sonreí, preparada para darle la nueva noticia.

--¡Jayden encontró a su mate!—una sonrisa adornaba mi rostro, Jason me devolvió la sonrisa.

Un olor a quemado nos sacó de nuestro estado de estupor, retire mi vista de los ojos ámbar de Jason, mientras mi sonrisa se iba desvaneciendo. Cuando mire a la derecha vi como salía humo de con las tortitas. Camine rápidamente hasta estas y les di la vuelta con una espátula que había encontrado en uno de los cajones color caoba, las tortitas del lado que recientemente había volteado estaban negras. Me las quede viendo un momento con las cejas hacia arriba, escuche una carcajada detrás de mí. Mire sobre mi hombro y fulmine a Jason con la mirada, intentando ocultar una sonrisita que luchaba por exponerse.

Jason intentaba suprimir una sonrisa, camino lentamente hasta llegar a mi lado, tomo mi barbilla con sus largos dedos y nuestras miradas chocaron.

--Eres una pésima cocinera—susurro.

En ese momento unió nuestros labios, causando retortijones en mi estómago, ¿A esto realmente le llaman mariposas? No parecían mariposas, más bien era un gran número de elefantes saltando en mi interior.

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MoonlightWhere stories live. Discover now