Capitulo 17

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--Ya no puedes seguir con esto...-- mascullo mi madre – has faltado mucho a clases.

--Mamá, lo siento, yo... tu sabes que todo esto fue por la transformación.

--Mucho antes de que te transformaras empezaste a faltar—hizo una pausa—ahora que lo pienso eso también fue culpa de Jason, así que si sigues faltando...

-- ¡No! Esto no fue culpa de Jason—me había levantado rápidamente del pequeño sillón de mi habitación, extendiendo los brazos—tu sabes que seguiré yendo, recuperare todos los apuntes y seguiré con mis buenas notas...

Mi madre simplemente asintió y sonrió.

--Solo continua con tus buenas notas—dijo ya con una sonrisa en la cara. Yo asentí y ella salió de mi habitación.

Me deje caer en la calma de colcha guinda, con los brazos extendidos, solté un suspiro. Mi madre tenía razón, había faltado mucho a clases, pero ahora era medio inmortal... da igual, quería continuar estudiando.

Me levante prensando el interruptor que daba iluminación a la habitación, la luz inmediatamente se extinguió y yo, con mi vista mejorada, comencé a caminar sin problema alguno hasta mi cama. Me deje caer en esta, sin si quiera preocuparme en cubrirme, pues ahora ya no sufría a causa del frio.

(...)

El despertador sonó, produciendo un horrible chirrido que mis finos oídos no podían soportar. Me levante inmediatamente, apagando la osa del demonio.

Me levante y camine lentamente hasta el baño de mi habitación. Me sentía muy descansada y no es como si hubiera dormido mucho, cosas de lobos, supongo.

Entre a la ducha con el agua en temperatura media, los espejos inmediatamente se apañaron y el cuarto se llenó de vapor. Cuando salí con una toalla envolviendo mi cuerpo tome los jeans de mezclilla clara y una blusa de manga larga negra con un corazón en gris de estampado. Cepille mi cabello que –misteriosamente—se encontraba más largo y fuerte, lo trence. Y con eso último salí de la habitación.

Antes de entrar a la cocina un desconocido olor llego a mis fosas nasales; olía a manzana, y no me refería en si a la manzana, si no que había una persona en el comedor con ese aroma.

Entre con el ceño fruncido. Primero vi a mi madre con un delantal de flores cocinando, la salude con un beso en la mejilla, el siguiente fue Jayden que veía pensativamente hacia la ventana, Kendall se encontraba a su derecha, con una chica de piel morena y cabello medianamente rizado, sus ojos eran de un peculiar café oscuro, casi nadie aquí tenía los ojos oscuros., vestía un saco rojo vino y unos pantalones negros.

La mirada de la morena choco con la mía, sus redondos ojos se abrió, se levantó rápidamente. Kendall también lo hizo, tomando su mano. Caminaron lentamente hasta mí, el olor de manzanas se hizo más fuerte, el aroma era un tanto empalagoso, ignore la necesidad de llevarme la mano a la nariz. La morena era mucho más pequeña de lo que había creído, me llegaba hasta la nariz. Me sonrió tímidamente, yo le devolví la sonrisa.

--Mi nombre es Ellie, Elile Cooper—dijo extendiendo una mano, yo hice lo mismo.

--Soy Mack...

--Mackenzie, si, lo sé – menciono interrumpiéndome. Fruncí levemente el ceño, casi imperceptiblemente, ella no lo noto—Kendall me ha hablado mucho de ti. —Levante una ceja en dirección a Kendall.

Kendall me sonrió. Me hice a un lado y tome una barrita de cereal. Despedí a mis padre y luego me encamine al colegio junto con mis hermanos y Ellie, al parecer había llegado al pueblo hace poco, sería la nueva en el instituto.

MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora