Epilogo

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La nieve fría cubría las calles y un aire helado soplaba, nadie caminaba con este frio, bueno a menos que fuera una criatura sobrenatural...
--Mackenzie ven a cenar-- grito mi madre.
Solte un suspiro y mire por la ventana, el no llegaría.
Camine con los brazos cruzados y lentamente hasta el comedor, mi madre y mi padre se tomaban de las manos, mi mamá contaba algo y papá la miraba con admiración,  a pesar de que los humanos no tenian almas gemelas, ellos lo parecían estaba hechos realmente el uno para el otro.
Me sente, habia una silla a mi lado y un plato blanco, tambien vacio, mis hermanos parecieron darse cuenta de mi mirada pues intercambiaron una entre ellos. Me apoye en mi brazo izquierdo, intentando incluirme en la conversacion e intentando olvidar que Jason no llegaba.Sarah y Liz tambien se dieron cuenta pues me lanzaron miradas de consuelo.
Mis hermanos habian encontrado a sus mates, Sarah y Elizabeth, dos buenas jovenes de nuestra edad y estas no eran ningunas impostoras de hecho eran bastante agradables.
Todos en la mesa intentaron ignorar el hecho de que Jason no se encontraba ahi pues cada vez que el tema se dirigia hacia el inmediatamente era desviado.
Se llegaron las nueve y mis hermanos y sus mates desaparecieron de mi vista, tendrían que ir con los padres de ellas.
Subi a mi habitación con la vista gacha, me sente en el pequeño sofa frente a mi cama, poco a poco mis ojos se fueron cerrando y todo se volvió negro.
-Cariño.
Senti como me movian, lance un golpe al aire, no queria abrir los ojos, queria seguir durmiendo, se escucho un quejido y luego me soltaron. Por fin.
-Oh demonios-hable con la voz ronca.
Me encontraba sobre el hombro de alguien, mi cara estaba de frente a un trasero, un trasero muy conocido...
-¡Sueltame Jason!-grite mientras me levantaba, con las manos apoyadas en sus hombros.
Patalee intentando bajarme, lo habia logrado, pero antes de que saliera corriendo, Jason habia rodeado fuertemente con sus brazos mi cintura y me habia pegado mas de lo que era posible a el, nuestros pechos estaban pegados y el mantenía una pierna entre las mias, mis brazos tambien se encontraban aprisionados, gruñi, mis colmillos comenzaron a salir, pero Jason apoyo su cabeza sobre la mia, escuche sus latidos, a un ritmo igual que el de mi corazon, me tranquilice de inmediato. Acaricio mi cabello y luego comenzo a caminar por las escaleras.
Llegamos a fuera, el invernadero se encontraba cerrado con las plantas un poco marchitas debido a la temporada invernal.
El frio no nos hizo absolutamente ya que conservamos muy bien nuestro calor.
Me dejo suavemente en el suelo, mire hacia arriba, conectando mi mirada con la suya y frunci levemente el ceño, habia olvidado por que estaba enojada...
-¡¿Porque me plantaste, maldito?!-dije gritando.
-Eh tranquila Ma...
-Prometiste que vendrias- mire hacia abajo.
-Lo siento, yo...
Lo fulmine con la mirada, asi que se cayo de inmediato.
Sali del invernadero y me sente en el cesped, un pequeño lugar en donde no habia nieve, mire hacia el cielo, hoy las estrellas brillaban mas de lo normal. A los minutos Jason se habia sentado a mi lado, ambos mirabamos el cielo sin pronunciar palabra alguna.
-Lo siento Mackenzie hubo problemas en la manada, los chicos de la guardia no llegaban, fui para alla y uno de ellos habia caído por un acantilado- dijo bajamente- lo siento, Mackenzie.
En ese momento me senti la peor persona del mundo, yo estaba enojada por que no llegaba y el se preocupaba por su manada.
-No hay problema Jason- lo mire-hiciste lo correcto.
Me recargue en su hombro y el sobre mi cabeza, jamas habia experimentado un momento de tanta paz.
Repentinamente Jason se levanto de mi lado y me tendió una mano mientras mantenia una sonrisa gigante en la cara.
Lo mire curiosamente y tome su mano, me levanto rapidamente y con gran impulso.
-Iba a hacer esto mañana, pero...
-Al punto Jason-lo interrumpi con una sonrisa.
Se dejo caer apoyado en una de sus rodillas, ni una vez aparto la vista de mis ojos, ¿acaso el..?
Me tendio una cajita que abrio al momento de pronunciar lo mágico de este momento.
-¿Quieres casarte conmigo?
-¡Por supuesto que si!

MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora