Puf, qué calor hace.
-¿Quieres una cerveza?
_______ le alargó una lata de cerveza, pero Lanz la cogió por la muñeca y la miró a los ojos.-No quiero cerveza -dijo con voz suave-. Todavía no. A ti no te gusta la cerveza, ¿verdad?
________ negó con la cabeza, extrañamente turbada por su mirada insinuante.
Lanz arrojó el sombrero hacia atrás y se inclinó hacia ella, los ojos fijos en sus labios.
-Voy a besarte antes -susurró-. ¡Hace días que no puedo pensar en otra cosa!
_______ alargó las manos y le acarició la nuca.
-Tenía miedo de que... estuvieras enfadado conmigo -susurró con voz trémula.
-No digas nada. Bésame.
______ sintió aquel beso como una descarga de electricidad, como una sacudida que la hizo temblar de pies a cabeza.
-Dios mío, lo estabas deseando tanto como yo, tienes que reconocerlo -dijo él en un murmullo apenas audible.
Volvió a apoderarse de su boca y de su cuerpo con fuerza posesiva, hundiéndola más en el asiento. Sus manos, grandes y ásperas, se deslizaron por su cuello y trazaron el pronunciado escote de su vestido, tocando apenas sus pechos. Fuera de sí, _________ arqueó la espalda y lanzó un quejido que fue ahogado por la presión insistente de los labios de Lanz.
-No puedo acariciarte así delante de mis vaqueros. ¿Es eso lo que quieres, Satin, que meta las manos bajo tu vestido y te toque la piel desnuda?
-¡Javier!
________ escondió la cabeza en su pecho y deslizó las manos bajo su camisa, sintiendo la fuerza de sus músculos.
Los brazos de Javier parecían devorarla. Él también luchaba por mantener sus impulsos bajo control. _______ sentía un dolor agudo que le procedía del alma, un dolor que no comprendía.
-No debería haber hecho esto -le susurró Javier al oído-. Estábamos demasiado hambrientos.
________ se echó un poco hacia atrás, y le contempló con los ojos llenos de lágrimas.
-Me siento extraña.
-Yo también. No había sentido una cosa así desde que tenía quince años. No te has encendido tú sola.
-Te he echado de menos -susurró ella sin dejar de mirarle a los ojos.
-Lo sé. Yo también te he echado de menos -dijo apartándole el pelo de la cara con ternura-. Creía que te había perdido para siempre, y no sabía qué hacer para remediarlo.
_______ le acarició los labios. Resultaba maravilloso poder tocarle sin miedo a ser rechazada.
-Si tú quieres, me afeito el bigote.- ________ sonrió.
-No, a mí me gusta. Me gusta tanto, que estoy pensando en dejármelo yo también.
-Ni se te ocurra, Satin. Ya sabes que ni siquiera me hace gracia que te pongas pantalones.
-Eres un asqueroso machista -dijo _______ en tono burlón.
Tienes unas piernas increíbles -dijo él buscándoselas con la mirada.
-Tú también.
-Ah, lo sabes porque ayudaste a Josito a bañarme cuando tenía tanta fiebre, ¿verdad?
-Sí, tienes unas piernas llenas de pelos, pero preciosas. La mayoría de los hombres tienen las piernas feas, llenas de pelos y blancuchas. Las tuyas son largas y morenas, muy masculinas.Lanz sonrió.
-Menudo comentario -murmuró con un guiño-. Yo creía que nunca te habías dado cuenta de que yo tengo un cuerpo.
-Es difícil dejar de darse cuenta.
Lanz cogió un mechón de su melena rojiza y lo retorció entre sus dedos. _____ tenía los ojos muy abiertos, y los labios húmedos.
-Bésame -murmuróLanz acercándose.
Ella le echó los brazos al cuello y se besaron dulcemente, sin prisa. Cuando se separaron,Javier sonreía.
-¿Te apetece ver un ballet esta noche? Tengo dos entradas para El lago de los cisnes.
-¡Me encantaría! -contestó ________ con entusiasmo. -Pasaré a buscarte a las seis. Luego podemos cenar en mi apartamento. Le encargaré a Josito que se ponga a cocinar un poco antes para que esté lista la cena en cuanto lleguemos.
-Estás distinto, Lanz.
Se miraron largamente a los ojos.
-Tú también, cariño. Eres tan dulce... _________bajó los ojos.
-Anda, bébete la cerveza envenenada y vete a hacer gavillas. Y si tienes un poco de sentido común, tira esa porquería de máquina a la chatarra y cómprate una nueva.
-No -contestóLanz -. La tiraré cuando ya no pueda dar más de sí. Yo nunca he sustituido una máquina que todavía funciona.
-¡Pero si tiene ya diez años!
-Yo tengo un caballo de diez años, y ahora corre mejor que nunca.
-Seguramente tiene miedo de que les encargues a tus maravillosos mecánicos que lo arreglen si marcha mal.
Lanz se inclinó a besarla.
-Me voy. Hasta luego.
Salió con la caja de cervezas. _______ le vio alejarse y puso en marcha el coche. Se alegraba de haberlo llevado, porque le temblaban tanto las piernas que no hubiera podido andar.
![](https://img.wattpad.com/cover/59896384-288-k763944.jpg)
YOU ARE READING
Amigos y Amantes
Teen FictionHabían sido amigos durante muchos años, hasta que, cierto día, _________ se sintió atraída hacia Lanz de una manera diferente. Y cuando se besaron, la pasión puso fuego a sus corazones... y su amistad quedó reducida a cenizas... A partir de entonces...