Danny frunció el entrecejo.-Supongo que sabrás queLanz frecuenta ese restaurante, ¿no?________ no había caído en eso. Lo que menos le apetecía en aquel momento era encontrarse con Lanz. Pero ya era demasiado tarde para llamar al sargento Mulligan, no había tiempo. -Que tengas suerte, __________.
-Gracias, Danny. Adiós._______ conoció al sargento Mulligan cuando trabajaba en la revista, y desde entonces había sido una de sus más valiosas fuentes de información.Charlaron amigablemente mientras saboreaban unos deliciosos espaguetis.El sargento, hombre de gran experiencia por sus veinte años de servicio en las calles, le describió detalladamente el mundillo de la droga; los distintos tipos de marihuana, de qué países eran importados, los traficantes, los precios... todo.
________ apuntó la información en su cuaderno de notas.
-Es asombroso, ¿verdad? -comentó el policía-. Yo llevo trabajando toda la vida en ello y todavía me fascina. _________ se echó a reír, pero su sonrisa se esfumó cuando sus ojos chocaron con la alta figura de un hombre vestido con traje gris que la miraba con ojos llameantes.-¡Oh, no! -susurró.El sargento Mulligan siguió la dirección de su mirada.-¿Es un amigo tuyo?-Buena pregunta. Eso me gustaría a mí saber.Lanz Fitsher se separó de sus acompañantes y se dirigió hacia la mesa de _________ con paso enérgico y terrible. Ella se echó a temblar, temiéndose cualquier cosa.
-¿Se puede saber a qué juegas? -preguntó sin más preámbulos, echando una mirada de soslayo al sargento-. Te he dicho que habíamos terminado, así que no te va a servir de nada perseguirme.-¿Que yo te persigo?-No, no me persigues. Te limitas a venir a mi restaurante favorito.
-Estoy comiendo con un amigo -contestó _______ fríamente-. No persiguiéndote. Yo no me dedico a perseguir a hombres engreídos como tú.
-Tienes el gusto bastante estropeado, _________. Tu acompañante es demasiado viejo para ti.
-No te dejes engañar por las canas, hijo. Aunque no lo parezca, acabo de salir del instituto -dijo Mulligan en tono sarcástico.
A Lanz no le hizo ninguna gracia. En aquel momento parecía que no había sonreído en su vida.
-Ya que estás tan desesperada que has venido a buscarme, estoy dispuesto a hablar contigo.
Cogió una silla y se sentó entre _________ y el sargento.
-Dile a tu amigo que se vaya.
-De eso ni hablar. Yo no tengo nada que decirte.
-¿Ah, no? -contestó Lanz midiendo a Mulligan con la mirada-. ¿Es usted un personaje de los bajos fondos, de esos con los que ________ se trata para recabar información?
-¡No! -contestó _________ al límite de su paciencia-. Además, yo no conozco a ningún personaje de los bajos fondos.
-¿Ah, no? ¿Y aquel contrabandista retirado con el que te escribías?
-¿Te quieres callar?
________ lanzaba angustiadas miradas a Mulligan, que hacía desesperados esfuerzos por conservar su sonrisa.
-Así no vamos a ninguna parte -anuncióLanz- Vente a comer conmigo y hablaremos tranquilamente de lo de anoche.
-Yo no quiero comer contigo -anunció _______.
-Tú vas a comer conmigo, quieras o no.-_______ esbozó una sonrisa.
-Si insistes. Toma, prueba mis espaguetis.
Y, sin dejar de sonreír, _______ cogió su plato de espaguetis y lo volcó sobreLanz . La salsa de tomate corrió en regueros por sus piernas, echando a perder la carísima tela de los pantalones.
Cuando llegaron al aparcamiento, el sargento Mulligan todavía tenía lágrimas en los ojos de lo mucho que se había reído.
-Nunca olvidaré la cara deLanz hoy he decidido no llevarte la contraria nunca, __________.
_______ también se reía a mandíbula batiente.
-Yo no sé qué ha sido mejor, si la salsa de tomate o el susto que se ha llevado al enterarse de que eras policía después de todas las barbaridades que ha dicho.
-Siento que no pudieras terminarte la comida. ¿Quieres que vayamos a otro sitio a ver si te la dejan terminar?
-No, gracias, se me ha quitado el apetito. Te agradezco mucho la ayuda que me has prestado. Si alguna vez me necesitas para algo, ya sabes dónde estoy.
Horas después, cuando ___________ se hallaba en el apartamento pasando a limpio sus notas, se empezó a preguntar si habría hecho bien negándose a las tentativas de Lanz. Quizás lo que él quería era disculparse por sus acusaciones de antes. Quizás quería reconciliarse.
O quizás lo único que buscaba era volver a la cama... porque Lanzle había pedido que fuera a vivir a su casa, pero no que se casara con él.
Y lo que más le dolía a __________ era que Lanz la considerase como una mujer más.
Poco a poco, había ido llegando a la conclusión de que lo que más deseaba en el mundo era compartir su vida con Lanz; tener hijos suyos, amarle para siempre. Pero no estaba dispuesta a ser relegada a un rincón escondido, como un entretenimiento vergonzoso que no se quiere dar a conocer al resto de la gente. Se levantó de su escritorio y miró por la ventana. Si seguía así, Lanziba a acabar con ella antes de que ella terminase con el libro. No recordaba haberse sentido tan vacía y tan sola nunca en su vida.
Transcurrieron varios días sin que _________ saliera de aquel estado de depresión. Le costó un enorme esfuerzo de voluntad no llamar a Josito para averiguar si Lanzse encontraba o no en Houston. En medio de su tristeza se lo imaginaba saliendo con Melody por la ciudad, sin importarle en absoluto que ________ hubiera desaparecido de su vida para siempre. Al fin y al cabo, eran incontables las mujeres que aspiraban a compartir su cama. Y ella era una más, probablemente a raíz de lo de aquella noche la había perdido todo el respeto.
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Amigos y Amantes
Teen FictionHabían sido amigos durante muchos años, hasta que, cierto día, _________ se sintió atraída hacia Lanz de una manera diferente. Y cuando se besaron, la pasión puso fuego a sus corazones... y su amistad quedó reducida a cenizas... A partir de entonces...