Viviendo con mi neko

.El juicio.

Naruto atravesó la gran sala de la casa de sus padres, estaba cansado y se le notaba en su caminar. Subió las escaleras para encontrarse con ella. Escuchó, aun sin abrir la puerta, como tosía de manera dolorosa.

-Hola, nena. ¿Cómo estas hoy?

-Bien... ¿Y tu? ¿Te fue bien en tu partido?

-¡¿No me viste o qué?! –le gritó mientras se acomodaba a su lado.

-Lo siento... es que... estuve dormida...

-Ni siquiera por estar en la casa... -se quejó haciendo un puchero.

-Lo siento. –se disculpó tomando su mano y rodeándola entre las suyas.

-Estas fría... -le dijo mientras las acariciaba para generar calor. –Se me ocurre una gran idea para calentarte...

-¿Si?

-Si. –su mano sostuvo su mentón y le dio un beso, ella trató de corresponder pero empezó a asustarse cuando Naruto bajó su mano hasta su busto y lo presionó con fuerza.

-Por favor... no... no quiero...

-Hinata, por favor, no inventes... -su cuerpo quedó encima de ella para inmovilizarla. –Ya somos novios desde hace mucho, es normal...

-Pero no me siento bien... por favor... no...

-Debes ser buena novia ¿me oíste? –le ordenó tomándola del cabello para que lo viera a los ojos. –Me debes mucho dinero, mi reina... asi que debes pagar...

-No... ¡Auxilio! ¡No!

-Nadie te escucha. –le subió la camisa hasta descubrir su torso.

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-Sasuke... ¿estas bien? –le preguntó Karin al verlo temblar. El neko miraba fijamente a la espalda de Naruto, sabiendo solo con aquella posición que se encontraba enfermo de amargura y decepción. No la conocía pero sabía que era una traición grave, podía intuirlo por la tristeza de su rubio.

-Y... ya no quiero continuar...

-Señorita Hinata, debe ser fuerte.

-No... no puedo recordar aquello... -comenzó a llorar. –Me... quitó el pantalón aprovechándose de que... estoy débil...

-¿Y qué pasó después?

-Él... me lastimó...

-Necesito que contesté con la verdad ¿hubo penetración?

-... si...

-Damas y caballeros del juzgado, queda claro que no se pueden fingir estas cosas. –terminó el abogado y se acomodó el saco que llevaba puesto.

-Quisiera interrogar a Hinata Hyuga, su señoría. –se levantó presurosa Ino mientras se quitaba un mechón de la frente. Naruto la miró y se giró solo un poco para ver a Shikamaru quien cerró los ojos lentamente y los abrió con una sonrisa.

-Adelante.

-Naruto... -susurró Sasuke al ver su perfil, miró en su dirección y se encontró con uno de sus compañeros de futbol. –Karin...

-Dime...

-¿Cómo se llama él? –lo señaló.

-¿Quién? –miró hacia donde apuntaba el dedo. –Ah, es Nara... no sé su nombre, se apellida Nara.