Viviendo con mi neko

Ganando. Parte 2.

-Señor Itachi, es un placer verlo aquí después de tanto tiempo.

-Gracias, es bueno volver. –casi sonríe.

-Para los que no sepan, es el señor Itachi Uchiha es uno de los científicos emblemáticos de todo el mundo, su estudio mas grande y representativo radica, justamente, en el estudio de la especie neko. –sus manos formaron un triangulo invertido mientras caminaba por toda el área. -¿Puede hablarnos un poco sobre eso?

-¡No tenemos tiempo para...!

-¡Es información fundamental para la credibilidad del argumento! –le enfrentó mirándolo directamente a los ojos. –Lo escuchamos.

-La investigación inicio con una simple observación accidental en donde se mostraba la vasta amplitud de características y conductas presentadas en una selección de nekos de diversas razas. –sus manos se movían con seguridad. –Cuando presente mi primera hipótesis, encontré, junto con un colega, el doctor Kizame, que su psicología estaba errónea. Tomando en cuenta que siempre fue comparada con los animales...

-Entonces usted, o ustedes, perdón... ustedes ¿compararon su psique y mentalidad con...?

-Con los seres humanos. –declaró al tiempo que Ino presentaba las diapositivas. –Las secuencias experimentales no solo mostraron una gran similitud sino que una mejoría en distintas partes del cerebro. –Ino entregaba las hojas de investigación y varias direcciones donde se presentaba aquella investigación avalada. –Generando asi... un nuevo concepto: Neko-animal ya no está del todo fundamentado, su correcta categorización, aunque no está del todo confirmada, seria Neko-Humanoide.

-Gracias, señor Itachi. Le debo ceder tiempo al abogado. –sonrió tratando de verse más bonita.

-De acuerdo. –sus ojos se endurecieron al ver al señor levantándose mientras se abotonaba el saco, la mano de Hinata lo detuvo antes de que saliera del escritorio.

-¿Sucede algo? –la miró, parecía estar enferma.

-... te mataré... -susurró sin mirarlo, su voz se quebró a la mitad de la frase y por un momento parecía estar desmayándose.

-Suélteme... -su frente sudó. Ino y él intercambiaron una mirada, debía estar más atenta, algo le estaba pasando a la chica. –Señor Itachi...

-Buenas tardes.

-Ah... buenas tardes... -carraspeó y siguió mirando a su cliente por unos segundos.

-Lo escuchamos, abogado. –le apuró la jueza.

-Si, si... Señor Itachi, usted está aquí para...

-Me han solicitado dar toda la información acerca de mi estudio sobre los nekos.

-¿Para usted, francamente, le parece adecuado el cruce genético entre un neko y un humano?

-Me parece que los nekos están siendo subestimados y se les quita parte de su dignidad como seres humanos.

-¿Usted los define como seres humanos?

-Asi es. –sus ojos suspicaces se movieron por toda la sala hasta toparse con los de Sasuke quien lo miraba hipnotizado. Sonrió enternecido, ya sabía lo que estaba sintiendo aquel neko. Ese deseo, ese olor, el impulso de juntarse... los nekos eran fieles a su sangre. Luego miró al rubio, su sonrió se amplio.

-¿Ino?

-Dime...

-¿Lo conozco de algún lado?