quédate a mi lado

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Capitulo 3 quédate a mi lado   

Estaba impotente, necesitaba romper algo pero solo lo podía hacer desde su mente, imaginar como rompía todo lo que se encontraba a su paso. 

Estaba cabreado pero no podía moverse. Cinco años desde que estaba incapacitado encerrado en ese cuerpo tratando de recuperar las fuerzas que la estúpida princesa le había arrebatado aquella noche.

Había días en los que el olía carne quemada, noches en los que soñaba el calor en su cuerpo y delante del las llamas rodeándolo. Por los días solo la sed de venganza lo mantenía con vida, deseaba tanto destruir a esa familia. Esa familia que dos veces lo habían derrotado lo bueno para el era que había quitado una gran piedra del camino, o eso creía el.

Invalido en la cama, viendo como su súbdito le daba los reportes de la semana su ira se incremento, la maldita estaba viva, no lo creía pero creía que la entrometida de la diosa estaba metida en todo esto.

Quería ver a alguien sufrir, hacer daño. Creía que todo esto estaba mal, que todo le estaba saliendo mal, algo no estaba bien. Si solo pudiera hacer algo.

-no debiste decirle- escucha decirle un súbdito al otro.

-las indicaciones eran que informara todo y así lo hice- contesta el colorado.

-pero esas indicaciones dejaron de usarse no te acuerdas lo que dijo el señor luego de que descubrieran nuestro escondite, y a tres de nuestros espías. Nada de ir y meter las narices donde no nos llaman-

-pero el es el señor- lo ve señalarlo. –el señor a cargo no está haciendo nada-

-solo calla y salgamos el señor tiene que reponerse- puede observar como uno de los súbitos empujaba el otro. sacando de la habitación al colorado.

Odia estar así postrado en la cama, sin poder moverse solo poder pestañar, no podía hablar y le alimentaban por un tubo. Venían a verlo solo seis veces al dia solo para cambiarle sus vendas, habían pasado cinco años pero las quemaduras en su cuerpo eran graves, se iba recuperando pero era lento. Demasiado para su gusto.

Maldecía a Selene por haberlo dejado así, no lo iba dejar así, ella sufriría y el la haría pagar, la cama donde estaba postrado no lo detendría.

Concentro su mirada en sus pies y mando todos sus pensamientos hacia ellos, eran la única que se había recuperado, no había quedado casi nada de marcas, tenia que moverse. Debía moverles se concentro todo lo que pudo pasando horas. Buscando un milagro que por lo pronto no sucedería.

El destino tenia otra cosa en mente.

SELENE.

Me ayuda a ponerme de pie -¿Qué haces?- le pregunto.

-procuro de que estés bien- sus ojos esta llenos de cariño y sentimiento mientras acaricia mis mejillas con sus pulgares.

-¿por que?- estaba tan Sckqueada por todo que las preguntas estúpidas se me escapaban.

-por que soy...-

-ESTAS AQUIIII- grita Ben quien cayó sobre mi despertándome.

-aplastas- le digo con poca fuerza.

-te extrañe- abrazándome

-SALL- le grite, saliendo de encima mío se ríe acomodándose en el extremo de la cama.-oh aire mis pulmones te extrañaban-

-ya no es para tanto.- dice

-tener mas de cincuenta kilos sobre ti y luego hablamos-

-no es para tanto- me abraza –te extrañe- mierda que fuerza tiene.

LUNAWhere stories live. Discover now