la princesa y el payaso

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Capitulo 12 la princesa y el payaso

SELENE.

Habíamos llegado a la fiesta. La verdad no me sentía cómoda en este lugar, había demasía ostentación. El ambiento lo dejaba en evidencia.

Apenas pusimos un pie en la puerta principal un tipo vestido de esmoquin blanco con algunos dibujos tanto en las solapas como en las mangas de color dorado, algo que se repetía en todo su saco y pantalón y que además era gracioso ya que tenia algunas partes de su traje bastante mas grande que lo normal nos indico que la entrada era por el lado derecho de la casa.

Era difícil no mirar hacia el camino de alfombra blanca con velas a cada lado tanto en el suelo como en candelabros decorados con flores blancas. La verdad todo estaba demasiado romántico. Soy una romántica empedernida pero esto era como demasiado. ¡Era como tener un gran elefante rosado en el rabillo del ojo derecho y no percatarse de ello!.

Lo ilógico de ir por aquel camino fue cuando se diviso el final donde había una gran puerta de madera con dos hombres a cada lado de esta, vestidos al igual que el que nos informo por donde deberíamos ir, con mascaras y a Esperanza, la encargada de toda esta pantomima... digo la anfitriona.

Al vernos solo confirmo lo que mas temía, las joyas que me había enviado eran de verdad

-hay querida que elegante te ves con las joyas familiares-

-¿que?- mama solo me dirigió una mirada de "te lo dije." -¿n-no era esto strass y- y falsas esmeraldas?-

-que va- se ríe –eso que tienes ahí son esmeraldas reales rodeadas de pequeños diamantes todo engarzados en oro blanco y como suponía que no te ibas a separar de tu collar aquel que tienes escondido en el escote- señala mi pecho –vaya no sabía que escondías tanto- mis mejillas comienzan a calentarse. –bueno ya que llegaron mis invitados de honor aunque los que esperaban ya están aquí por favor colóquense esto y entren- nos dio a cada uno mascara. Pues la mío obvio de color verde con pequeños brillos blancos.

Lo que me costó colocarme dicha mascara del demonio pero gracias a Freya pudo quedarse fija en mi rostro aunque mama debe de estar un poco alterada ya que se toqueteo su obra de arte, mi peinado, el cual consistía de una mi cabello amarrado en una cola de caballo la diadema envuelta entre cabellos que consistían en trenzas y bucles que parecían naturales cayendo por mi espalda y mi hombro izquierdo.

En fin con eso las puertas se abrieron rebelando una cantidad incontables de columnas blancas, mesas llenas de comidas, velas, telas y algunas cuantas luces para realzar la iluminación. Había de todo un poco desde vestidos ridículos hasta personas ridículas. Como por ejemplo la mujer del intendente tenia un enorme vestido haciéndola caderona, ella es una mujer grandota mas el vestido pues es algo demasiado bizarro.

Me sentía una sardina enlatada. Sentía que mis senos en cualquier momento se escaparían del vestido y decir que el supuesto corset me estaba matando y por las hermosas botas de encaje ni hablar ya tenia lastimado los talones, las verdad no se como hacían las mujeres de antes para andar por sus vidas utilizando este calzado.

-eh Sel- me llama Freya –estas siendo muy popular entre los invitados- sonríe

-por favor Frey solo miran mi escote- disimuladamente trato de acomodar mis pechos en el vestido.

-ya pues debes sentirte halagada- mira para todos lados –voy a buscar a mi pareja nos vemos- sacude su mano y se retira dejándome sola.

-buenas noches- se escucha fuerte en eso aparece Esperanza acompañada de dos hombres, parecían sus guardaespaldas, aunque con la ropa que llevaban pues si trabajaran para mi les daría vacaciones así de ridícula era, en las escalinatas de la de casa junto con donde antes se encontraban las reposeras. –me alegra que hayan venido, esta noche es muy especial para mí porque debo dar una noticia muy importante. Es sobre el legado de la familia Richter, esta casa la cual tiene mas historia que yo- ella y algunos invitados se ríen. Oh no nunca te rías de algo que diga Esperanza Richter de seguro ahora estarán en su lista negra. –en fin es algo muy importante y la decisión no fue tomada a la ligera pero es por el bien del legado de mi familia- observo a los invitados y noto con la mujer del intendente se le hincha el pecho y se cuelga mas al brazo de su marido, pobre de ella, si solo supiera –después de mucho meditar obtuve la respuesta, el legado de mi familia será entregado a una persona de confianza- pobre el brazos del intendente –se que lo amara y cuidara como yo lo he hecho aunque no lo crean este lugar tiene una magia especial, solo aquellos que se fijan en los detalles se darán cuenta de que este lugar tiene vida propia, por así decirlo. Por eso he decidido que la nueva propietaria de este lugar sea mi querida protegé-por esa palabra me sentí incomoda, protegé - Selene Clarkson Montes- definitivamente el brazo de intendente fue fracturado por la fuerza que ejercía su mujer.

LUNAWhere stories live. Discover now