08; ❝Te he descubierto❞

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Capítulo ocho.

"Te he descubierto"

Asumo que sería un excelente miembro de una escuadrón de ladrones profesionales después que logré escurrirme desde la ventana de la cocina.

Mi estómago se contrajo al ver mi vieja libreta de apuntes encima del escritorio. Allí suelo escribir todas las ideas para no olvidármelas, por una semana o el tiempo que mi tío decida considerado, no podré siquiera entrar al estudio.

Me maldije un montón de veces cuando un sentimiento de culpa me invadió al escuchar el silencio desde el otro lado de la línea cuando llamé a Ingrid y Holly. Bueno, había hecho un sacrificio sobre-humano para conseguir sus números telefónicos a la noche, las chicas eran igual que invisibles que yo, la gente no parecía interesada en ingresar sus números en la agenda de contactos.

Holly soltó un satisfactorio "te lo dije" el cual disfrutó en su boca mientras lo decía, segundos después la línea cayó.

En cambio Ingrid se lamentó por todo el tiempo que duró la llamada, y eso hacía que la culpa se incrementara un poco más. Mencionó a su abuela y a la oleada de medicamentos sumamente costosos que debe comprarle cada semana.

Y lo mío ya era una decisión tomada, pagaría cada material de la editorial y les daría lo que le correspondería a cada uno por la semana trabajada.

(...)

Disminuí mis pasos y me adentré en la cafetería.

La primera vez que entré allí fue un paraíso, la variedad de sabores combinados con el café que ofrecían le daban todo lo que hacía falta para que fuera mi lugar preferido.

Claro que después de saber el precio de un simple vaso el sabor ya no te parecía tan apetecible.

Los estudiantes miraban recelosos las vitrinas, la supervisora nutricionista que habían contratado para darle seguridad sobre las comidas a los alumnos no parecía impresionarlos.

Pedí sopa de pollo con papas. Alguien tenia que comenzar a ingerir aquella comida de alguna manera, y si yo podía decir que ya no había gusanos, también podía comer esa ridícula sopa.

—Um, hola. —Dice mientras arrastra un silla y se sienta a mi lado. —Sobre lo del bar, tu no viste nada, ¿De acuerdo?

Lo miro con las cara desencajada.

Este chico se aparece delante de todo lo que trato de ocultar, primer le digo mi nombre como si estuviese acostumbrada a que me llamen por él, después me encuentro en plena zona de investigación junto a él. Y por último, justo un trabajo en un bar del cual quiero ocultar hasta a mi padre, él casualmente también está allí.

¿En serio cree que me interesa decirle a alguien sobre su presencia en un bar?

Sí, si me importa, sería un reporte jugoso encontrar un estudiante en una pelea ilegal. Pero no lo haría, no sólo porque él ni siquiera era un contrincante, sino porque tampoco es como si tuviese donde publicarlo...

—¿Y yo que gano a cambio? —curioseo. No tengo nada que perder.

Él estrecha los ojos.

—Que no le diga a nadie que te he visto ahí.

—Preguntarán qué hacías ahí cuando me viste.

—Les diré que te seguía.

Me acomodé en el asiento y tomé un vaso desechable para volcar en él el líquido de la sopa que no pensaba tomar.

Li:fe A.MWhere stories live. Discover now