13

48 0 0
                                    

La mañana siguiente no se presentaba muy alentadora, ya solo quedaban unos 7 días para terminar el campamento, era un día nublado y aunque hasta el momento no había tenido ninguna pregunta de Franklin, esa mañana, justamente esa, me tuvo que preguntar.

-¿Qué pasa con Rose?- Su voz sonaba seria, como si seriamente Constanza lo hubiera mandado a averiguar, algo que posiblemente Rose le ocultaba a ella.

-Nada, decile a mi prima que se quede tranquila que solo es mi amiga, yo no robo amigos- Le digo y me rio

-Vamos Fredy... no me mientas, está bien eso le diré a Constanza, pero a mí no me mientas, sé que te gusta, veo como la miras, como seguís sus consejos, te vi ayer en el lago, veo como sos con ella, como cambiaste y no es algo que habitualmente te vea hacer con todas las chicas tampoco...- me dijo, y tenía razón, no actuaba igual con ella que con el resto, ni siquiera con Marlen había actuado así nunca, tal vez si con Jennifer, pero ella no era mi novia, y ni siquiera había pensado en ella de esa forma, así que lo negué.

-Es tu imaginación Franklin, Rose es mi amiga solamente, y si seguí algunos consejos de ella, pero gracias a ellos ya no te vuelvo loco con lo de Jennifer, ¿o no?, y eso es bueno, pero no me pasa nada con Rose, jamás pensé en ella de esa forma.

-Está bien, lo que digas- Me dijo, algo sonriente, aunque sé que no me creyó.

Debo admitir que esa pregunta esta vez me dejo pensando, yo nunca vi a Rose de otra forma en mi vida, antes era la amiga de mi prima y de mi amiga, la chica de la que ni siquiera recordaba el nombre, ahora era mi máxima confidente, algo cambio definitivamente, será porque ella había hecho lo mismo que Jennifer y entonces podía comprender lo que le ocurría sin juzgarla, pero tengo que admitir que de alguna extraña forma disfrutaba a Rose, me enseño a relacionarme con mis amigos otra vez, a compartir cosas simples como una hamburguesa y a decidir, o por lo menos pensar en decidirme de una vez, y podía decir lo que pensaba junto a ella sin pensarlo dos veces, aunque fuera tonto, aunque no tuviera sentido, me sentía escuchado y hasta feliz, y todo en dos cortas semanas, pero eso era sin lugar a dudas algo que nunca antes me había pasado con una chica, y no quería arruinarlo pensando en el amor.

Aquella tarde la recordare sin dudas, me di cuenta de tantas cosas que había reprimido durante mucho tiempo. Para olvidarme de lo que estaba pensando por mi cabeza hice lo que no debía hacer bajo ningún motivo, revise el muro de Facebook de Jennifer, y descubrí algo que no esperaba. En su estado había fotos con un joven, aparentemente ruso, y al revisar sus fotos y su muro, me di cuenta que ya no había ninguna foto nuestra ahí, cambio su estado a Soltera, y publico una foto besando a un chico en la mejilla con una cara sonriente, de esas que pones cuando alguien te gusta, pero ese chico no era yo. Yo ya no existía en su muro, si seguía siendo su amigo de Facebook pero ni una foto nuestra había quedado, me sentía nuevamente perdido, pero a la vez furioso, enojado, con ella, pero también con el mundo, con todos.

Justamente ese día Rose, me había pedido que la acompañe a juntar coníferas de pino, porque los dos las íbamos a usar en nuestras actividades del día siguiente, pero para encontrarlas nos debíamos adentrar mucho en el bosque que rodeaba el campamento y ya el sol estaba cayendo a esa hora, recién habíamos terminado de realizar las actividades con los niños y estaba exhausto, enojado por lo que descubrí y además las ideas que Franklin había metido en mi cabeza navegaban por mi mente generando un gran desastre entre mi amada Jennifer y Mi amiga especial, diría, Rose, imaginariamente, así que le dije que no podía, que en la mañana las buscaríamos, en realidad trataba de evitarla a toda costa.

-Oh Vamos Fredy!, Las necesito!- Me dijo insistente. Me dolía un poco la cabeza, y estaba de mal humor por el pesado calor que había.

-No basta Rosi, hoy no mañana...

"Tal Como Soy"Where stories live. Discover now