"Tal Como Soy"

15

Estaba en estado de Shock creo, no recuerdo mucho de lo que ocurría a mi alrededor. Dentro de la ambulancia un doctor aplicaba un suero al cuerpo de Rose que tenía colocada una máscara de oxígeno, y Franklin curaba heridas de mis manos que ni siquiera había sentido hasta que empezó a desinfectar. Mi mano izquierda estaba tomada de la mano de Rose fuertemente, y Franklin las separo para curarme.

-No- le digo, me mira a los ojos y toca mi hombro.

-Tranquilo, va a estar bien, la salvaste Fred- dice, aflojo mi mano y continúa curándome, pero yo no lo veo, mis ojos están fijos en Rose.

Una vez en el hospital, un grupo de médicos llevó a Rose corriendo en una camilla, yo me propuse a seguirlos, pero Franklin me acompaña a una sala donde me realizan curaciones en mis manos y mi cara con otros médicos amigos de él.

Una vez que mis vendas están ubicadas, Franklin aparece con una muda de ropa seca, me cambio y voy a la sala de espera del hospital, fuera de la sala donde vi entrar a Rose por última vez. Las imágenes de la noche parecen recorrer mi mente, intentando comprender porque la encontré allí, como llego allí, las últimas palabras, y esa mirada sincera y pura. ¿Cómo viviría sin verla de nuevo?, ¿cómo casi la perdí?, recuerdo ese beso, que aunque breve revolvió mi corazón como ninguno antes. Solo quiero que habrá los ojos me vea y me diga que está bien, quiero ver por mí mismo que está bien, que Franklin me lo diga no garantiza que sea la verdad.

Mi amigo se sienta al lado mío, sin decir una palabra, pero está bien, es agradable que respete el silencio y me siento acompañado, los demás debieron quedarse cuidando a los chicos, la tormenta seguía siendo muy fuerte. Pasan varias horas, para mí son eternas, de repente sale de la sala donde estaba Rose un médico y pregunta por los familiares de Rose James, Franklin contesta de inmediato:

-No tiene familia, somos sus amigos- y apunta hacia mí- él estaba con ella- Me paro y me acerco a ellos

-Oh bien...Rose estará bien, tuvimos que aplicarle un suero antiofídico que contrarreste el efecto del veneno, y afortunadamente desciframos el correcto, pero estaba muy débil, y perdió bastante sangre, se repondrá pero por el momento no despertó y eso nos preocupa un poco.-mirándome dice- Hubiera sido demasiado tarde si llegaba 15 minutos después, la salvaste. Pueden pasar a verla si quieren- y se marcha hacia otra habitación.

Entramos con Franklin, en la sala se encuentra solo Rose, tiene conectadas unas agujas en su brazo que se dirigen a un suero, y una bolsa de sangre colgados a un lado de su cama, luce bastante pálida, pero se la ve mejor que cuando estábamos en el bosque, la máscara de oxígeno tapa su rostro, y parece estar dormida profundamente. Nos quedamos unos minutos mirándola, beso su frente, y tomo de nuevo su mano como en la ambulancia, solo que ahora ella duerme y no toma la mía.

-Hola Rosi- le digo, sé que no contestara, pero espero su respuesta de todos modos. La miro y sostengo su mano, acaricio lo que queda de su mejilla libre que no ocupa la máscara. De pronto viene la enfermera y nos debemos retirar porque le realizaran los controles a Rose.

Cuando salimos de la habitación recuerdo las palabras de Franklin cuando hablo con el doctor, "Rose no tiene familia", estoy sorprendido, ella me conto de sus hermanos y sus padres alguna vez, como podía ser que no tuviera a nadie, como podía ser que nadie se presentara después de tantas horas allí.

-¿No tiene familia?- Le digo a Franklin, que me entrega un café sacado de las máquinas de la sala de espera donde estamos.

-No, en realidad si la tiene, pero no habla con sus padres desde que se separó de Alex, su mamá jamás le perdono que renunciara a casarse con él, es el hijo del dueño de la Multinacional con la que trabajaba su papá y cuando lo dejo, él la amenazo con despedir a su padre, ella le dijo que contaría algo sobre las cuentas ilegales de él, y fue cuando todo el lío se formó. Alex la acuso de engañarlo con un empleado de allí, amigo de su hermano, y bueno, se peleó con el también, nadie creyó que era mentira. Su padre prácticamente la hecho de su casa, y lo único que le dio fue un boleto de avión para que se volviera acá, cuando volvió se mudó con Marlen, consiguió un trabajo, y empezó de a poco con el periodismo, pero no se mucho más, eso me conto Constanza.

No tenía idea de esa parte de la historia, Rose no tuvo la vida simple que yo creía, comprendí porque era así, directa y fuerte, confrontativa, no era una nena mimada como yo pensé. Entendí lo que me dijo de Jennifer, y de tomar una decisión, y sobre que había quedado como la mala de la película con Alex, comprendí su frustración por no poder amar a Braian, y esas lagrimas que derramo en el muelle, Rose tomo su propia decisión, decidió no conformarse con un amor a medias, aunque eso le quito mucho, su familia, una decisión valiente y arriesgada, recordé lo que me dijo de Jennifer que me dejo por amor, entendí que eso hizo ella, dejo a Alex porque lo amaba pero quería que encuentre a alguien al que le agrade eso que a ella no, eso que reprobaba, eso que no lo permitía quererlo tal cual era, simplemente porque ella no era así, y no quería cambiar por él, pero Rose se quedó sola, y sola por él.

Cuando entro de nuevo a la habitación mi mirada sobre Rose cambio totalmente, la miro y duerme profundamente. Pienso como alguien tan increíble pudo amar a un idiota como Alex, como a alguien tan especial, su familia le dio la espalda, no puedo entenderlo. Me viene a la memoria nuestro pequeña discusión y comprendo porque Rose igualmente se fue sola, ella sabía vivir sola, ella tenía que hacerlo, no podía aferrarse a nada ni nadie, porque no tenía a quien, y eso me incluía, pero no la iba a dejar, no iba a dejar que siguiera sola. No permitiría que Rose viviera pensando que sus decisiones fueron erradas, ella merecía que la amaran como ella amaba, y ese alguien podía ser yo. Merecía mucho más de lo que podía darle, pero yo le daría todo, y entendí que ella me había cambiado, que ese beso era la confirmación de que lo que me pasaba por Rose no era una simple amistad, de que al pensar que podía perderla me sentía morir a mí mismo también, tal vez me estaba lentamente enamorando de una chica tan fuerte como ella, y ese día finalmente, mientras la veía dormir lo acepte: Rose me gustaba y mucho