Capítulo 28

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No puede ser, mi doble me dijo que me tengo que dirigir a Sicilia. Tengo que ver la forma de encontrar un cofre, que me hará cambiar de dhampir a vampiro y yo tengo que hacer que las cosas cambien en tierra pero no entiendo nada.

Pensé, que todo lo que pasaba aquí era porque estaba en otro planeta pero en realidad estoy en un sueño.

En cuanto pude tome el mini-cooper y Salí rumbo a Sicilia, que por lo que entendí está a dos horas de aquí. Procure hacer una estaca por si las dudas y también encontré un arma debajo de la cama eso me servirá por si algo sale mal que espero que no.

Bueno que al fin de todo dijo que mientras no viera ni hiciera algo en contra de alguien las cosas iban a estar bien.

Este lugar es hermoso. Cuando sea mi luna de miel definitivamente quiero pasarlo en Italia estoy fascinada y más que nada vivir aquí; pastas y vino por dios muero.

Como estoy en mi sueño mi choche es el único que se mueve puedo ir a una velocidad que nunca en tierra había llegado.

Después de dos horas de camino vi a lo lejos la isla por dios es una belleza definitivamente quiero vivir en este pueblo, es muy cautivador ya me imagino con mi Dimitri.

Después distraerme un poco en este hermoso pueblo, llegue a la isla estacione en carro y fui a buscar un bote; cuando lo conseguí me dirigí al centro de las isla.

Después de dos horas de tanto buscar vi un pedazo de metal, volví a la superficie para tomar un poco de aire y cuando pude baje y la tome; era esa volví a subir y la abrí una capsula roja estaba allí la cerré y nade de nuevo hacia el bote. Subí y me dirigí donde había dejado estacionado el coche.

Dirigí la mirada hacia tierra y allí estaba lo que dijo Fernanda, todo volvería a la normalidad gente gritando y festejando como todo un italiano.

Al momento de tocar tierra, baje la mirada para no ver a nadie; faltaban pocos pasos cuando escuche una voz conocida esa voz que tanto anhelaba, me pare sin voltear. No, esto es una alucinación, no es el. No lo hagas rose me dije a mi misma, no lo hagas tome un respiro y seguí con mi camino. Y volvió a hablar

-rose, no me dejes.

Definitivamente era el, era mi Dimitri.

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