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Faltaban dos semanas para el inicio de las clases cuando empezamos a regresar a la universidad, y mis amigos no podían creer lo cambiada que me encontraron.

-Wow Hess… ¡Estás estupenda!- Me halagó mi amigo John.

-¡Que linda! – Corroboró una chica de la carrera que pasaba por ahí en ese momento.

-¡Ya veo que no te puedo dejar sola, niña, porque no se si te reconoceré la próxima vez!- dijo Lilly muy animada.

Me sentí emocionada y complacida ante las reacciones de mis amigos por mi nuevo estilo.

Como era de esperar ese semestre entraron muchos alumnos nuevos que iniciaban su vida universitaria, y otros que venían a hacer Post-grados o Doctorados.

-¡Hey, Hess! – Me llamó el zalamero de Eric marqués, un joven de España que siempre he sospechado se sentía un poco atraído por mí, pero claro, nunca le di ni la más mínima señal de interés por mi parte.- estás muy diferente este semestre… me gusta tu nuevo look. –le sonreí y caminamos un rato juntos, hablando de sus vacaciones y de las materias que daríamos este semestre, mientras caminábamos se nos unieron Lilly y John, todos estábamos juntos ya que estudiábamos lo mismo, y así llegamos hasta la parte frontal del campus y  nos sentamos en unas bancas a charlar.

Ya teníamos como media hora aproximadamente perdiendo el tiempo cuando de pronto se detuvo frente a nosotros una moto negra, reluciente y al parecer recién estrenada, tenía un sonido súper potente y casi todo el que estaba en el área se quedó observándola, aunque las chicas observábamos más bien al conductor de la misma, que aún con su casco protector puesto y sin revelar su rostro, parecía que había acaparado la atención de cada una de las presentes.

Yo no era la excepción, por supuesto, estaba intrigada, no había visto su rostro pero su porte era realmente varonil, sus movimientos muy seguros y según se quitaba el casco pudimos ir observando su pelo, le llegaba hasta donde termina el cuello y lo tenia muy negro. Alto, realmente alto, y con un cuerpo tonificado que dejaba claro que hacia algún tipo de ejercicio físico, lástima que desde donde estaba no pude ver sus ojos, me imagino que debían ser fantásticos.

Me sorprendí de haberlo observado tan detenidamente en sólo un minuto que tardó en pasar por frente de nosotros y dirigirse directamente al área de rectoría. Ni siquiera se fijó en nosotros, mucho menos en mí… ¿pero qué me pasa? ¿De dónde habrá salido ese pensamiento?

Me dí cuenta del silencio que reinaba nada más dejar de mirar hacia la dirección que había tomado el recién llegado, y de cómo me observaban Lilly, John y Eric….

-Mmm... ¡parece que la Señorita Hessa no es tan inmune a los hombres después de todo! –Comentó la bocazas de Lilly- ¡mira que lo has mirado de los pies a la cabeza chica!

Vi la expresión de Eric y y mi consciencia sintió un poco de remordimientos.

-No seas absurda Lilly... –Le reproché- sólo quise ver lo que miraban los demás, no le veo nada de especial…

-¡Sí, se nota! –replicó con ese humor negro que me divertía siempre, menos en esta ocasión-.

Decidimos irnos a nuestros respectivos cuartos y quedamos de juntarnos para cenar y hacer algo así como la despedida de las primeras vacaciones, ya que en dos días estaríamos de nuevo envueltos en nuestras clases.

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(Khaliq)

Eran más o menos las 16:00 horas cuando me detuve frente a mi nueva prisión, aunque debo admitir que tan mal como pensaba no estaba. Lo primero que vi al llegar era que, como había solicitado, no había ningún guardaespaldas a la vista, un gran alivio, no quería iniciar con ese sello en mi frente ya que sabía cómo me empezarían a tratar todos, ser el hijo de un rico dueño de navieras árabes como lo era mi padre, no era cosa fácil; y lo segundo en que me fijé fue en ella… a través de mis lentes la vi sentada al junto de lo que me imagino serán algunos amigos, aunque a decir verdad el delgaducho pelo claro la miraba como algo más que su amiga, o bueno, como si quisiera que fuera algo más que su amiga. No lo conocía y ya lo consideraba mi archi enemigo... ¡Qué buena manera tan simpática de iniciar mi corta estancia aquí!

Ella era delgada, alta, con un cabello negro largo increíble y con mechitas de color rojo, con una tez blanca delicada y preciosa y un aura que daba la impresión de que había sido criada para ser una gran dama en el futuro. En fin, debía ser una persona de lo más creída y arrogante.

-Buenas tardes joven Abdul Khaliq, espero se sienta cómodo en su nueva estancia.

-Buenas tardes, si me indica el camino estoy seguro que la podré encontrar por mi mismo, y solo llámeme Khaliq, no quiero formalidades mientras esté aquí, precisamente por eso vine a América, para olvidarme de quién soy- le dije al encargado de recibirme que no aparentaba más de 40 años y se le veía a leguas que estaba impresionado por mi presencia, ¡qué fastidio!

-Claro, ala norte, piso 4, habitación 465, sin compañeros, como solicitó.

Tomé la dirección que me indicó, ya veía como sería mi estancia en este lugar si todo el mundo iba a tratarme de esta manera. Esperaba de todo corazón que siguiera las órdenes de no dar información de mi identidad, ya era suficiente con tener que aguantarlo en mi país.

Jeddah, al pensar en casa me dio un poco de nostalgia, pero sabía con todas mis fuerzas que necesitaba un respiro, y ¿qué mejor que una universidad llena de estudiantes americanos imprudentes y alborotados para hacer mi Ph. D en Administración? aunque había querido graduarme y hacer un doctorado no porque necesitara un título para trabajar o sobrevivir, si ya a mis escasos 23 años tenía mi futuro más que asegurado, como futuro Presidente de la Naviera de mi familia, Jeddah ShippingCompany,  debería estar más enfocado en disfrutar lo que me quedaba antes de tomar esa gran responsabilidad, aunque en cierto modo, era lo que pretendía hacer; Disfrutar.

No hice muchos amigos en la primera semana, la verdad me parecían todos muy sosos, sólo hice uno con quien me llevaba muy bien.

A la chica, aún no sabía su nombre, la veía a menudo. Siempre estaba sentada con su grupo. Sí muy popular ella. El rubio insípido (que en realidad noe ra tan rubio) no se le despega nunca y escuché por casualidad mientras escuchaba las conversaciones de su amiga la loca y el otro chico, sin que se dieran cuenta, que era árabe.  Igual que yo.

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Al lado una foto de Hessa...

Huyendo De Mi Destino (Zayn Malik)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن