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Ya sabía lo que le seguía a una fiesta de bodas en mí país, pues claro, la consumación del matrimonio y, según mi madre, el dichoso baile; Siempre me había gustado bailar, lo disfrutaba, pero esta vez no bailaría para quien yo más quería en el mundo; bailaría para un total desconocido. No se había atrevido a ver su rostro todavía, no quería llevarse esa decepción, aunque había visto su cuerpo al lado de mi padre cuando entré al salón. Por lo menos no se veía como se lo había imaginado, un viejo gordo y calvo; Había visto que era alto, aunque con la ropa típica de su cultura no podía distinguir su cuerpo, pero se podía distinguir que tenía una estructura tonificada, no estaba tan mal después de todo.

Sólo anhelaba llegar a sentir algo por él, aunque fuera deseo, porque ya no había nada qué hacer para cambiar la realidad. A menos que cierto soy-demasiado-responsable-para-interrumpir-tu-boda apareciese de pronto. Estaba segura de que me escaparía con él sin pensarlo.

Pero era hora de subir y Khaliq no estaba ahí. Era momento de aceptar la verdad. Quizás Khaliq estuviera en su casa, con su esposa, y mejor no se imaginaba más nada.

Subimos a la habitación que nos habían preparado para nuestro uso hasta la mañana siguiente cuando partirían hacia su luna de miel, en las islas Fiji, por lo menos eso sí me tenía emocionada; nunca había estado allí. Una vez en su cuarto de baño se vistió lo más pronto que pudo, aunque los nervios no la ayudaron para nada. Había practicado mil veces la rutina, así que sabía que no fallaría. Puso la música y salio a bailar, total, era lo que se esperaba que hiciera, todas lo hacían.

Los nervios la hicieron fallar en el primer giro, pero con suerte lo disimuló y siguió como si nada hubiera pasado, no podía dejar de pensar que perdería su virginidad… ¿De verdad dolería? Su prima no la había dejado en paz todo el día contándole sus aventuras con cierto novio…

¡Caramba Hessa concéntrate!... Se dijo a sí misma.  Había llegado el momento de conocer a su esposo en todos los sentidos… se detuvo de bailar, había sentido su mirada de deseo durante todo el baile, y cuando alzó la cara y lo miró no supo qué hacer.

Se quedó de piedra, sólo observando a su nuevo esposo. Respiró profundo pero no dejó de mirarlo, vio cómo él se ponía sobre sus pies y la tomó por la cintura, le dio un beso en las comisuras de los labios  y susurró en sus oídos <Mi destino, mi Hessa>

Creyó que se moriría, ¡era su Khaliq!

-No lo puedo creer-. Le dijo cuando pudo volver a hablar- ¡Eres tú! ¿Por qué no me lo dijiste nunca?

El se limitó a mirarla y sonreír.

-Khaliq, di algo, por favor…

-No lo supe hasta que te diste la vuelta, Hess.

-¿Cómo es posible? ¡Tú me elegiste!

-No. Mi padre y tu padre eran muy amigos de jóvenes. Mi padre se casó y se trasladó a Jeddah, y tu padre se quedo en Abha, pero se prometieron que sus hijos se casarían, el primer hijo de mi padre y la primera hija del tuyo. Mi padre sólo tuvo un varón, yo…

-Y mi padre sólo una hembra… yo.

-Cuando supe que debía casarme, decidí venir a conocer a la familia de mi novia, a Abha. Pero cuando llegué a Asir, hicimos una parada de tres días para comprar los presentes que llevaría a la familia de mi futura esposa, decidí salir a caminar para relajarme, entonces te vi, mejor dicho me viste.

-Y entonces te besé-. Completé su historia

-Sí, me besaste, -dijo- y me encantó. Entonces me enojé, me sentí frustrado, y más cuando dijiste que te casarías, que ya había fecha puesta. ¡No podía creer mi mala suerte! El día que vengo dispuesto a conocer la familia de mi novia te encuentro a ti, y me haces revivir cada uno de los momentos más felices que viví en toda mi vida. No podía hacer nada excepto cumplir mi deber pero, ¡cómo me hubiera gustado raptarte en ese momento!

Hizo una pausa y me miró a los ojos, me sonrió y me dio un beso. Y luego otro en la frente y otro en el cuello… y yo me empecé a olvidar del mundo…

-Pero al verte aquí ahora, no puedo explicarte lo que estoy sintiendo mi amor. Te he amado desde el primer día que te vi, Hessa. Te metiste en mi cabeza y te adueñaste de mi corazón y no sabía cómo sobreviviría a una vida sin ti.

Mis lágrimas comenzaron a caer, pero no era de tristeza. Eran de una felicidad tan grande como el cielo mismo.

-No tengo palabras para decirte lo que siento ahora mismo Khaliq, creo que moriré de tanta felicidad.

-¿Y qué me dejas a mi, mi princesa? Te amo Hessa, eres mi vida, y que ironía, como lo dice tu nombre, eres mi destino...

-Y yo te amo a ti Khaliq; Mi Khaliq…  Por siempre.

Comenzamos a besarnos incontrolablemente, era el mejor día de mi vida. Me entregué a mi esposo con todo el amor del mundo, le entregué todo lo era, todo lo que había guardado para él, aún sin saber quien era, aún sin imaginarme lo que me esperaba, había guardado todo para este momento y hoy más que nunca me alegro de haberme quedado, de no huir, quizás si me iba me perdería lo mejor que la vida me tenía reservado, mi milagro.

Nuestra luna de miel en Fiji fue sorprendente. Khaliq y yo conocimos cada centímetro de nuestros cuerpos y la pasamos de maravillas. Nadamos a la luz de luna, nos despertábamos bien temprano en la mañana para caminar por la isla y pasábamos la tarde en las playas y  comprando obsequios para nuestros seres queridos. Las noches eran otra historia, eran sólo para nosotros.

Al momento de regresar a casa, lo hicimos llenos de ilusión, era momento de comenzar una nueva vida. Una vida llena de amor y felicidad donde no existiría nadie aparte de nosotros.

Huyendo De Mi Destino (Zayn Malik)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora