Huyendo De Mi Destino (Zayn Malik)

4

Decidí usar unos leggings negros y una blusa holgada color verde con unas sandalias altas. Creo que me quedaba bien.  La noche estaba un poco fresca, como era natural, aunque no me percaté de ello sino hasta que salimos, y debido a que ya estábamos todos, excepto el amigo de Lilly y su amigo que nos esperarían en el cine, decidimos irnos.

Llegamos al cine pero el amigo de Lilly, Bryan, no había llegado, así que escogimos qué película ver, compramos las taquillas y entramos a la sala correspondiente.

-Parece que te han dejado plantada, Lilly.- Dijo John burlándose.

-Parece que te equivocas, John… -Añadió ésta con el mismo tono que había utilizado John para molestarla, mirando hacia la puerta, por donde entraba el famoso Bryan, y su misterioso amigo…

-Lilly, -dije en un susurro- dime que ese no es el amigo de tu amigo.

-Umm... oops

-¡En las cosas que me haces caer!- Le dije enojada, claro que en realidad estaba más que feliz de que fuera él.

-Bueno, bueno, bueno… pero miren a quién tenemos aquí. -dijo el supuesto amigo, que no era otra persona que el mismísimo Khaliq- ¿Será que tramaste todo esto Hess?

-Eso quisieras- Le dije mirando a la pantalla.

-Pues la verdad es que sí, aunque debo admitir que el único responsable es mi querido amigo.

Respiré hondo y miré a Lilly, quien se había movido dos filas atrás para estar a solas con su Bryan. Aparentemente ya se había olvidado de mí… ¡Vaya amiga que me gasto!

La película parecía estar buena, aunque a decir verdad, no había comprendido ni la primera parte…probablemente, gracias al brazo de Khaliq que ‘casualmente’ estaba acercándose cada vez al mío... Sentía cómo cada parte de mi cuerpo se iba poniendo en tensión conforme él se acercaba a mí.

-Si tienes frío solo tienes que decirme, Hess. –Dijo al notar que estaba tiritando- Yo podría solucionar eso en un segundo.

-Ah que dulce. –Dije con ironía.

-Tú te lo pierdes.

Vi que se volteó a hablar con una chica que estaba sentada justo al otro lado de él y no se por qué me puse furiosa. No dije nada, simplemente me llevé un puño de palomitas a la boca de manera que no podía ni masticar.

Alguien abrió la puerta de la sala para salir, la cual hizo un ruido horrible y todos miramos atrás y en el momento en que volvía mi mirada hacia la pantalla mis ojos chocaron con los de Khaliq, y simplemente no pude apartar la mirada, y él, o no quiso o no pudo, pero tampoco la apartó... nos quedamos mirándonos fijamente y sé que el tiempo debía estar pasando pero ninguno fue capaz de mirar hacia otro lado y así sin pedir permiso ni avisar me dio un beso en la mejilla… OH!... creo que morí… mi primer beso de un chico, lo había recibido como toda una americana… en un cine, claro que si decimos verdad para ellos no contaba porque fue en la mejilla, pero para mi fue lo más grande que me pudo haber sucedido esa noche, no supe como reaccionar así que me puse de pies y salí de la sala lo más rápido que pude.

Me detuve en la entrada del cine y respiré varias veces. Me sentía muy agitada. ¡Me había besado! ¡Khaliq me había besado!

Comencé a tranquilizarme pero de pronto lo sentí y me volví para quedar frente a frente al responsable de mis nuevas mejores amigas, dos ojeras que tardaba mucho tiempo ocultando con maquillaje para que nadie las notara.

Lo miré fijamente a los ojos y no dije ni hice nada.

***

¿Qué había hecho? Sabía que no debí haberle dado un beso.  

La vi salir de la sala como si la estuvieran persiguiendo, y eso en lugar de disgustarme me emocionó aún más, ¡el resto de las mujeres que estaban es esta sala de cine no se alterarían como lo ha hecho Hessa por un simple beso en la mejilla!

La seguí y parece como si no se diera ni cuenta, y cuando la tuve frente a mi pensé en decir mil cosas pero lo único que hice fue tomarle su preciosa cara entre mis manos, podía ver su estado emocional, estaba alterada pero no enojada. Se veía en el brillo de sus ojos que la había sorprendido con ese besito de niños que le había dado. No pude evitar sonreír para mis adentros, si con ese beso se había puesto así no podía esperar a ver que haría cuando le diera un beso real… entonces ya no pude pensar más y volví y la besé.

La besé como había estado soñando hacerlo noche tras noche desde que la vi por primera vez, tan hermosa e inalcanzable, la besé en los labios, lentamente y pude sentir como despertaban todos mis sentidos a la vida. Fue un beso lleno de promesas que sabía que no podría cumplir, por más que quisiera.

La abracé fuerte y pasé mis dedos por esos cabellos que me torturaban siempre que pasaba cerca de mí. Y tuve que obligarme a despegar mis labios de los suyos y mirarla a los ojos. No la quiero lastimar.

-Lo siento Hess. – Fue lo primero que salió de mi boca- No he debido hacerlo pero no me pude contener.

No supo que responderme, lo vi en sus ojos, los cuales brillaban a causa de unas lágrimas que amenazaban con salir en cualquier momento, aunque noté como se obligó a no permitirse llorar.

-No se qué me pasó, –continúe- pero te digo desde ya que no me arrepiento de haberlo hecho.

-No puedo. –Dijo cuando encontró su voz- No puedo, no puedo, no puedo.

-¿Y crees que yo si? –dije con tono de voz que sonó enojado y molesto- No quiero herirte pero no te puedo pedir que estemos juntos porque para mí es imposible.

-Estoy prometida a alguien Khaliq. -me dijo, y sentí que mi mundo se hizo pedazos.

-Y yo me casaré tan pronto regrese a mi país. – Tuve que admitir, aunque sabía que le estaba causando el mismo dolor que acababa de experimentar.

-¿Qué estamos haciendo? –preguntó aunque sabía que ninguno de los dos tenía la respuesta.

Entonces como si no hubiéramos dicho nada de lo anterior, me acerqué a ella, otra vez, y la miré fijamente a los ojos, y le dije con toda sinceridad lo único que quería que supiera en ese instante:

-No debo estar contigo, Hessa, pero no puedo, ni quiero evitarlo.

 Y así, como si eso lo excusara todo, volví a besarla, pero esta vez fue un beso en toda regla, la besé como si mi vida dependiera de ello, y así nos quedamos largo rato, abrazados y besándonos como si no hubiera mañana, aunque para nosotros realmente no había mañana.

Nos fuimos de ahí y dejamos a nuestros amigos detrás, ellos podían regresar por su cuenta al campus. La subí a mi moto y salimos a todo dar hacia algún lugar más tranquilo. Llegamos a un restaurante y pedí que nos dieran una mesa privada. Con cierto soborno lo conseguí sin problemas. Vi como Hessa me miró esperando que dijera algo pero decidí no dar explicaciones.

Era un poco tarde cuando regresamos a la universidad esa noche pero ninguno de los dos quería separarse del otro. Así que nos sentamos en una de las bancas que quedaban ocultas de la vista pública y estuvimos hablando y jugueteando hasta bastante tarde. Y entonces apareció un guardia de seguridad y nos dijo que no debíamos estar haciendo eso allí.

Nos despedimos en la puerta de su habitación medios avergonzados. Quién iba a pensar que ahora fuera yo el que estaba besando a una chica en lugar público. Nos dimos un beso de buenas noches y acordamos que nunca más se repetiría esto. No era debido y no había remedio. Simplemente era imposible.

______________________________________________________________________

Imagen de Eric.