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-Mira quién acaba de entrar a la cafetería. Hess…- La voz irritante de Lilly me sacó de mi sueño- allá, a la derecha, acaba de sentarse, como siempre, solo.

-No me interesa – mentí- ya te has dado cuenta que es un presumido, te aseguro que en menos de tres minutos estará rodeado de chicas.

-Fallaste Hess, hace treinta segundos que lo está…

Me voltee a ver muy disimuladamente, un poco irritada por el comentario de Lilly, y para mi sorpresa, ni estaba rodeado de chicas, y al parecer tampoco lo hice tan disimuladamente, ya que él estaba observándome del mismo modo que lo observé yo el primer día.

-Lilly, ¿por qué me has dicho que estaba rodeado de chicas? Pensé que estaría distraído o y Ahora creerá que estoy interesada en él, presumido, arrogante, creo-que-estoy-muy-bueno…

En cuanto vi la sonrisa de Lilly supe que algo no andaba bien…

-Vengo ahora Hess, debo ir a reparar la bombilla del sótano…

-¿Qué?

No hubo respuesta, pero en cuanto la vi dar la vuelta, algo me movió a voltearme y ahí estaba el muy creído, con una risita que no dejaba duda de que había escuchado todos los piropos que le acababa de hacer…

-Wow, que descripción tan pintoresca acabas de hacer de mi persona, ‘Hess’-por como dijo mi nombre supe que estaba en lo cierto, el muy entremetido había escuchado todo.

-Así sólo me llaman mis amigos, y para tu información es de mala educación escuchar conversaciones ajenas.

-Si hablas de mí no es tan ajena al fin y al cabo, Hess.

-Pues me alegro de haber usado las palabras adecuadas para describir tu personalidad… y no me digas Hess.

-No se de qué otra manera llamarte, No me has dicho tu nombre aún.

-Ni pienso hacerlo.- Dije poniéndome en pies para retirarme. ¡No sabía por que estaba siendo tan mal educada!

-Vaya, de verdad que tienes temperamento, de donde veng… en mi casa no conozco a ninguna mujer tan temperamental.

Me di cuenta que iba a decir algo más, pero decidí dejarlo pasar, no quería entrar en detalles de su vida, porque no quería ser su amiga, me daba cuenta que estaba sintiendo cosas que no entendía, y sabía que me haría daño a mi misma si permitía que se acercara a mi... yo no era el tipo de persona que se podía permitir entablar relaciones con el sexo masculino tan abiertamente, aunque era muy amiga de Eric y John pero a ellos los veía como inofensivos para mi salud mental,  pero tenía un presentimiento de que con este chico las cosas podían ser muy, muy diferentes…

-Perdón, como-te-llames, debo ir a ayudar a mi amiga a reparar bombillas…-vi su sonrisa y su mirada de diversión, ¡el muy ridículo se estaba divirtiendo a costa mía!

-Muy bien, Hess, nos vemos luego, a menos que vayas a reparar bombillas el semestre completo- Me guiño un ojo- Ah, por cierto, es Khaliq –Cuando vio que no comprendí, añadió- Mi nombre.

-Como sea.- Repliqué, aún sin poderme creer que me hubiera guiñado un ojo… Ni que me hubiera gustado tanto…

***

La vi en cuanto pisé la cafetería, decidí que hoy le hablaría, sólo para ver si la sacaba de mi mente, en cuánto viera la clase de persona que era, hueca, sosa y como todas las demás mujeres, interesadas en tener a todos los hombres revoloteando a su alrededor. Sí, esa era la solución, acercármele y descubrir cómo era.

Pero que tremendo error cometí, era todo lo contrario a lo que esperaba, ácida sí, pero con un sarcasmo que me volvió loco, no era normal para mi ser desafiado por las mujeres, mucho menos por jovencitas como ella, no me había divertido tanto al hablar con una mujer en mi vida… ¡vaya agallas que tenía!… y al parecer le importaba bien poco todo lo referente a lo mío… pero eso iba a cambiar, ya me encargaría yo de eso...

-¡No me digas!- susurró una vocecita en mi cabeza- No se te olvida algo así como tu prometida con quien te vas a casar tan pronto acabes el doctorado?

Decidí obviarla, aún me quedaban unos meses antes de casarme. Aunque estaba consciente de que no debía involucrarme demasiado con esta chica, no le quería hacer daño tampoco y sabía que una relación con ella no podía ser, a menos que aceptara ser mi segunda esposa, cosa que no iba a hacer. Ya me imaginaba pidiéndole que fuera mi segunda esposa... ¡Ja!

-¡Reacciona Khaliq!- Me dije a mí mismo- ¿Ni siquiera la conoces y ya estás pensando en pedirle que sea tu segunda esposa?... Creo que el clima de América no me viene bien.

Mejor llamaba a casa, como único hijo varón, tenía ciertas responsabilidades con las que cumplir y una de ellas era mantener a mi padre informado de sus negocios en este país, una de las razones por las que decidí venir, después de todo.

En casa todo andaba bien, pero terminé la llamada en cuanto mi madre me empezó a hablar de regresar a casa y cumplir con mis obligaciones, quería que sentara cabeza de una buena vez y me casara… Uy! Tan pronto pronunció la palabra matrimonio me entraron escalofríos y me acordé de las bombillas de Hess y de la loca de Lilly…

-Madre, debo colgar. Me solicitan para reparar bombillas…

-¿Qué?

-Adiós, saludos a mi padre y mis hermanas. - Y colgué. No pude evitar soltar una risotada.

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Este es Khaliq, su vestimenta americana...

Huyendo De Mi Destino (Zayn Malik)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt