Capítulo 1: El comienzo.

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Punto de Vista: Aries

Solo concéntrate Aries, sólo tienes que tener tu mente concentrada. ¡Corre!

— Aries, Sagitario ya te gano... De nuevo.— dijo Leo volviendo a leer su libro. —No te preocupes, Aries. Algún día lo podrás hacer mejor.— dijo el fastidioso de Sagitario dándome un golpe en el hombre.

— Lo podremos... lo podremos hacer mejor. Los tres.— dije secándome el sudor. — Además, Sagitario no hace ningún esfuerzo, sólo extiendes tus alas y empiezas a volar.— dije devolviéndole el golpe. — Sabes que no es tan fácil. Bueno, en realidad sí.— dijo en tono burlón.

Como todos saben existen cuatro elementos esenciales en el mundo: fuego, tierra, aire y agua. Nosotros tres somos el equipo fuego de las casas Aries, Leo y Sagitario. Nuestra guarida es el apartamento de Sagitario, tiene de todo tipo de equipos para entrenar. ¡Es genial! —¿Tienes alguna señal de los otros, Leo? — me dirigí hacia Leo.

—No, pero el equipo aire anoche causo estragos en el "Midnight".— dijo el chico volviendo a su libro. De nuevo ellos, ya me tienen harta.— Si esto sigue así nunca podremos cumplir nuestra misión. Hay que lograr quitarles su poder para poder proteger el Olimpo.

Nuestra misión en este mundo es proteger el Olimpo de todos, incluso de los demás elementos. Un elemento tiene que ganar y controlar los cuatro elementos; si no, no seríamos capaces de proteger el Olimpo.

— Sagitario, ¿ataques?— han habido más ataques desde que nuestros poderes empezaron a debilitarse. — Por supuesto, se han reportado una hidra, siete arpías y dos grifos, todos atacan a mortales con marcas de nacimiento... como las nuestras.

Nuestras marcas de nacimiento son las representaciones de cada signo, con esas marcas nos identificamos. —Hoy iremos a Midnight, se esos idiotas estarán hoy ahí.

— Deberíamos dejarlos en paz.—dijo Sagitario. Creo que todavía no entiende el concepto "guerra". — No podemos permitir eso. Los de agua ni se atreven a cruzar la calle, porque saben que les ira mal. Los de tierra decidieron mudarse de ciudad y estos idiotas son los únicos que todavía no entienden que éste es nuestro territorio. Y sé que muy bien que la que hace que esto suceda es la loca inmadura de Acuario.

Recibí una mirada decepcionante de ambos. Todavía no puedo creer que piensen en el pasado, eso paso hace años.

— Creo que deberíamos entrenar. —dijo Leo. A lo que todos asentimos. Mientras Sagitario practicaba su técnica de vuelo y Leo su control con el fuego, yo corría. Correr es lo único que me mantiene relajada, puedo hacerlo por varias minutos o horas y no me cansare; ese es uno de mis poderes.

Punto de Vista: Leo

Me alegra que haya dicho sobre lo de entrenar o tendríamos que aguantarla otras tres horas más. Me puse a entrenar "supuestamente", mientras ella corría y Sagitario practicaba su vuelo.

Nunca pensé que yo pudiera ser un elegido. La primera vez que la Diosa Atenea se contacto conmigo a través de Hermes, me dijo: "Tú eres Leo, representante de la casa del León de Nemea". Sucedió cuando apenas tenía catorce años. Al principio no me lo creía, porque era un poco ilógico y no creía en lo que mi abuela leía en los periódicos.

Seguí teniendo sueños, pero nunca les hice caso a ninguno. A los quince y empecé a tener más atención en las chicas y ellas en mí. Ese año tuve más de tres novias, y sólo una de ellas me hizo enojar tanto que provoque un incendio en la casa de mis padres.

Fue algo inexplicable. Me di cuenta de que tal vez todo mis sueños eran reales. Pasaron semanas y seguí teniendo sueños y cada vez fueron más persistentes.

Los Elegidos.Where stories live. Discover now