Al descubierto.

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BÁRBARA:

Después de haber hablado con los muchachos, salí a dar una vuelta. Montada sobre capricho me encaminé casi sin pensar al pueblo.
Me dirigí casi por inercia al Bar, ya que era prácticamente el único atractivo del Progreso.
Ingreso al local con paso decidido, a sabiendas de que todas las miradas estaban puestas sobre mí, a penas había ingresado y lo primero que veo es a Arias y a Destefano. Pablo se veía muy feliz, se que la idea de ser pasante de Arias lo tiene muy emocionado. ¿Por qué no celebrarlo?.
Todas las miradas seguían fijas en mi, en el fondo me encantaba ser el centro de la atención. No tardo en darme cuenta de una mirada en especial, diviso a lo lejos a Santos Luzardo y a sus compinches.
Sonrío para mis adentros mientras que en lo único en lo que pienso es en disfrutar de como sufre mientras me ve aquí con Pablo.

Sonrío para mis adentros mientras que en lo único en lo que pienso es en disfrutar de como sufre mientras me ve aquí con Pablo

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-¡Bárbara pero que sorpresa! -exclama Pablo, a la par que se levanta para saludarme.

-¡Vaya! Pablo, Arias, no me imaginé encontrarlos aquí -saludo a Pablo, y luego a Arias que a su vez me devuelve el saludo y me brinda una amable sonrisa. Me dispongo a acompañarlos, Pablo caballerosamente acomoda mi silla para luego sentarse a mi lado. No puedo evitar no mirar de soslayo en dirección a la mesa de Santos, lo veo al borde de enervarse. Es más, lo conozco tanto que sé que está a punto de venir hacia acá, me pongo en guardia disimuladamente, mientras hago de cuenta que estoy prestando atención a la charla de Arias y Pablo.

-¿Y tú que piensas de eso Bárbara? -me pregunta Pablo de repente, no sé de que estaban hablando, asi que me quede congelada por un segundo.

-¿Ah? Pues bueno que yo... -trato de pensar alguna respuesta rápida-. Me parece genial -es lo único que articulo, Arias sonríe y Destefano se contiene la risa... ¿Qué? ¿Y ahora qué dije?. Cruzo los brazos y no puedo evitar no contagiarme con su sonrisa.

-¿Ves Arias? No puedo con esta mujer... ¿Cómo no caer ante esa hermosa sonrisa ah? -dice Pablo... Y tan pronto como me elogia frente a Arias, me sonrojo y desvío nuevamente la vista, que se topa con la de Santos, iba de salida por lo que veo, acompañado por Andrés el poeta y jefe civil del Pueblo-. ¿Verdad Arias que se ve hermosa cuando sonríe? -vuelve a halagar Destefano y vuelvo mi atención rápidamente a él.

 ¿Verdad Arias que se ve hermosa cuando sonríe? -vuelve a halagar Destefano y vuelvo mi atención rápidamente a él

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La Diosa del RíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora