Su novia esta esperándolo.

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Comencé a subir las escaleras.

—Alex déjame explicarte— corrió
detrás de mí y me sujeto del brazo evitando que siguiera caminando.

—Suéltame ahora mismo— le dije sin siquiera voltear a verlo.

—Por favor escúchame— insistió pero
simplemente tire mi mano fuertemente haciendo que me soltara, seguí caminando ignorando los llamados de Josh.

Llegue a mi habitación y la cerré recargándome en esta, por más que trataba de contener las lagrimas que se habían acumulado en mis ojos,
no logre hacerlo más y estas cayeron empapando mi rostro. Me sentía tan estúpida, tan utilizada.
¿Como podía haberme hecho eso?

—Hermosa ábreme— escuche detrás de la puerta seguido de dos golpes en la puerta, me deslice aun recargada en esta hasta que llegue al piso.

—Vete Josh— mi voz se entrecortaba.

—Princesa por favor no llores déjame explicarte — se dio cuenta del sentimiento en mi voz.

— ¿Que no llore?— reí amargamente— ¿Que quieres que haga Josh Daniels, que este muerta de la risa, o que haga de cuenta de que
nada paso?— las lagrimas aumentaban al igual que el dolor que tenía en el pecho.

—Ábreme y déjame explicarte.— pidió
nuevamente pero no le respondí, no le abriría.

¡Me había engañado! ¡En mi propia casa! y todavía se atrevía a decirme que no llorara. Cory tenía toda la razón. ¡Es un IDIOTA! Rápido llego a mi mente Cory, si se enteraba de
esto, no demoraría en matarlo.

Aunque realmente no lo necesitaba, yo misma podría hacerlo con toda la rabia que se había creado en mi interior. Obviamente ni él ni Jess podrían enterarse.

—Tienes que escucharme yo llegue y...— comenzó a tratar de explicar pero otras voces lo interrumpieron.

— ¡Alex volvimos!— ¿eran mis
padres? Inmediatamente limpie mis lagrimas, me puse de pie y abrí la puerta. Ahí seguía Josh estaba igual de sorprendido que yo.

—Son tus padres— se acerco para tomar mi mano pero retrocedí.

—Pero en que buen momento llegaron— dije fríamente —así no tendré que explicar nada— llene mis pulmones con oxigeno mientras trataba de mantener la frente en alto.

— ¿C...cómo?— preguntó sin entender.

—Entre tú y yo no paso... y no hay absolutamente nada— hacia un gran esfuerzo por no desmoronarme y llorar sin parar, me dolía enormemente.

—No Alex, tu sabes que te amo y nunca podría herirte, déjame explicarte— volvió a acercarse a mi.

—Déjame— lo que sentía era imposible de explicar, sentía unas fuertes punzadas en el estomago y en el pecho y lo que era peor no podía contener mas las lagrimas. Las limpie con rabia nuevamente y me di la vuelta, pero roso su mano con la mía y la tomo delicadamente.

—No me hagas esto— susurro en tono de suplica.

—Yo no hice nada— ¿cuando habíamos cambiado de papeles y ahora la mala de la historia era yo? —Cuando yo te decía que te amaba, no jugaba— mi intento por qué no se quebrara mi voz era inútil. Hice que me soltara y camine por el pasillo, hacia un enorme esfuerzo para controlar mi respiración y lagrimas. Llegue a las escaleras y logre ver a mis padres y a Ana.

Cambie mi deprimente rostro por una forzada sonrisa, me alegraba mucho que ellos estuvieran de vuelta. Así que Josh se iría junto con todas sus malditas farsas.

— ¡Volvieron!— alargue mientras bajaba corriendo las escaleras — ¿Por que no llamaron o avisaron?— pregunte mientras abrazaba a cada uno de los integrantes de mi familia.

—Decidimos darte la sorpresa— dijo mi padre.

— ¿Estabas llorando?— pregunto
preocupadamente mi madre.

—Eh... es que ya los extrañaba, me gano la emoción— mentí.

— ¡Hay hija!— agrego enternecida volviéndome a abrazar.

— ¡Josh!— saludo mi padre a Josh quien venia bajando las escaleras — ¿No te ocasiono problemas?

—No, ninguno en absoluto— mintió, claro que le había causado muchos problemas.

— ¿Seguro?— pregunto incrédula mi madre —Esperemos que así siga, sin causar problemas—

—Bueno, iré a tomar mis cosas...— dijo Josh con una forzada sonrisa.

— ¿Por que no nos acompañas a comer?— le dijo mi padre en tono de invitación.

— ¡No!— lo interrumpí rápidamente, ocasionando que mis padres voltearan a verme sin comprender mi reacción.

—Su novia lo esta esperando, creo que será mejor que se vaya— claramente no hablaba de mi —No quieres hacerla esperar ¿cierto?

—S...Si será mejor que me vaya...— pasó su mano por su cabello despeinándolo con cierto nerviosismo, dio la media vuelta y volvió a subir las escaleras. Me destrozaba, me aniquilaba, me rompía aun más el corazón que se fuera.

El niñero.Where stories live. Discover now