¿Que pasa?

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—Smith... llega tarde— me recordó el profesor.

—Lo siento— dije mientras caminaba hacia mi lugar, tratando de ignorar la extrañada mirada de Jess....

Saque rápidamente un par de bolígrafos, el cuaderno de la materia y comencé a escribir todo lo que estaba en el pizarrón. De pronto una pequeña bolita de papel golpeo mi mejilla derecha, volteé y Jessica me dijo 'Léela' marcando los labios y sin sonido para que no nos descubrieran.

Tome el pequeño papel y leí: '¿Que te sucede?' reí nerviosamente y volteé a verla nuevamente y me miraba con detenimiento. Me conocía tan bien.

Respondí el papel: '¿Que me sucede de que?' aproveche que el profesor volteaba hacia el pizarrón para seguir escribiendo y lance el papel hacia el asiento de Jess.

Me regreso el papel: 'Sabes que no me puedes engañar... algo te sucede' bien a ella no podía mentirle sobre nada, sabia muy bien cuando algo me sucedía, si estaba triste, feliz, enojada. Le hice una seña indicándole que me esperara, asintió con la cabeza y cada una siguió escribiendo en su cuaderno.

—¡Estúpido timbre!- pensé molesta no podía retrasarlo mas tenia que hablar con Jess. Tome mis libros, salí del salón y rápidamente Jess me alcanzo.

—Habla ya...— me dijo mirándome fijamente para asegurarse de que no le mintiera.

—Ayer llegaron mis padres— le conté sonriente.

— ¿Enserio?— pregunto sonriendo igual.

—Sip— le conteste.

—Pero no... a ti algo te pasa y no es eso— me dijo levantando una de sus cejas

—Si, solo es eso— insistí —Mis padres llegaron y Josh... y Josh se fue— después de todo no estaba mintiendo.

—¿Y les dirás sobre ustedes?— me pregunto mientras entrabamos al siguiente salón.

—N... no— me senté en mi lugar.

— ¿Porque no?— me pregunto

—No lo se... creo que será mejor que lo mantengamos en secreto por un tiempo— dije no muy segura.

— ¿Entonces por que tu cara de depresión?— rió.

—Solo estoy algo triste porque se fue, pero es todo— le tendría que decir la verdad pero no hasta que me encargara de Cory.

Las clases pasaron rápido, al igual que en el receso, platicábamos de cosas sin mucha importancia, y según lo que me contó Jess, Cory estaría en entrenamiento hasta pasando la salida, por una semana ya que se acercaban los torneos.

Salimos y Jess se tuvo que ir, su madre había pasado por ella. Yo tenía que ir a la biblioteca por unos libros para unos resúmenes que tenia que elaborar.

Me dirigía al estacionamiento, traía mi bolsa, los 3 libros sumamente pesados y una botella de agua que recién había comprado en una de las maquinas distribuidas por el campus.

—Carga otra cosa mas y apuesto a que te desarmas— volteé y de pronto tenia a Cory a un lado.

—En ves de burlarte, deberías de ayudarme— le dije riendo por su tonto comentario.

—Dame— me dijo tomando los libros.

— ¿Y Jess? ¿Ya se fue?— me preguntó.

—Si, su mama vino por ella— le dije abriendo la botella de agua para poder beber de esta.

—Mmm...—dijo asintiendo con la cabeza — ¿Y como te fue ayer?

— ¿Ayer?— lo mire extrañada

—Si...Jessica me dijo que cumplías dos meses con el idiota.

—Si— le dije sin muchos ánimos.

— ¿Hey que pasa?

—¿Q... Que pasa de que?— rápido cambie mi triste rostro por una sonrisa — ¡Ayer volvieron mis padres!— agregue aceleradamente, intentando cambiar el tema.

—¿Enserio?— sonrió —Pasare a saludarlos... cuando no este entrenando— ambos reímos —entonces quiere decir que Josh se fue de tu casa ¿No?— porque tenia que preguntarme por el, nunca lo hacia y cuando no quería hablar sobre el, aparecía en la conversación.

—A si es— afirme — ¿Y por que no estas entrenando ahora?— pregunte nuevamente cambiando rotundamente el tema, rogando por dentro que no se diera cuenta.

—A ver...— dejo los libros sobre mi auto —Nunca paras de hablar sobre el idiota ese, lo ofendo y no lo defiendes, te pregunto algo y cambias el tema ¿Que te sucede?— se dio cuenta.

—N...no me sucede nada, solo se que no te gusta que hable de el así que no lo hago— mentí, normalmente me divertía hacerlo enojar, camine y me senté en el cofre del auto.

—Por favor Alex— dijo irónicamente.

—¡Enserio!— le dije.

—¿Es el idiota no?— me miraba fijamente.

—¡Cory!— alargue — ¡No solo porque estoy seria quiere decir que me hizo algo!— trataba de contenerme y no romper en llanto.

—Te conozco y lo sabes— se sentó a mi lado, ambas miradas se dirigían hacia el piso —tu tienes toda mi confianza, y siento que tu no confías en mi ni un poquito— volteo a verme, sus palabras me pusieron peor. No podía estar más sensible, así que las lágrimas no tardaron en hacer su aparición.

El niñero.Where stories live. Discover now