¿Esto tiene alcohol?

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—¿A quién buscas?- una voz masculina me saco de mis pensamientos.

—Umm... yo- dije cuando volteé —A Cory...- le conteste mientras que seguía buscándola entre la gente.

—Alex déjame decirte que te van a matar...- me dijo riendo.

—Cállate Cory... y ayúdame a buscar a Jessica...- le dije ignorando su comentario.

—Solo digo... pero bueno la buscare afuera- me dijo para después darme la espalda y caminar con dirección a la puerta.

Camine hacia el comedor y la encontré, platicaba con un grupo de chicas y chicos.

—¡Jess!- le llame algo apartada, volteo y me sonrió para después caminar hacia mi —No creí que tantas personas vinieran...- le dije con una mezcla de emoción y terror.

—Si quieres podemos correrlos...- me dijo acelerada.

—No, no, no- le dije sonriente —Esto esta mas que perfecto- sonreí perversamente.

—Bien...- sonrió.

—Sabes... ya llego Cory...- le dije mirándola pícaramente.

—Ah si... no me importa...- dijo fingiendo que nada pasaba.

—¡Hey! ¡Ya la encontré!- era la voz de Cory.

—Si... y yo también...- le dije riendo.

—Hola...- saludo Cory, esta le sonrió tímidamente.

—Bueno... iré por algo de tomar...- les dije excusándome para dejarlos solos.

—¡No te quiero ebria Alex!- me dijo Cory bromeando ya que sabía que yo no tomaba.

—Cory...- alargue riendo.

—Si... ya lo sé - me dijo riendo —Pero que ni te pase por la mente hacerlo... - me dijo riendo.

...

La fiesta estaba increíble, todos parecían divertirse, ya que el piso de la sala, se convirtió en una pista de baile. Mire el reloj de mi celular eran las doce de la noche, y yo ya estaba rendida de tanto bailar.

Camine hacia el bar de la sala y me senté en uno de las sillas de la barra.

—¿Y tu quien eres?- le pregunte al chico que estaba detrás del bar agitando un vaso metálico.

—Soy el barman...- me dijo sonriente.

—Si ya me di cuenta...- reí - ¿Pero quién te trajo o cómo?- le pregunté sin entender.

—Me invitaron a la fiesta...- río —A sí que espero que no te moleste que este aquí...- dijo mirándome.

—Si... no hay problema- le dije sonriente —A menos que quieras que te pague... eso si sería un problema...- se unió a mis risas.

—No te preocupes, solo lo hago porque me gusta...

Volteé a mi derecha para tomar mi vaso, que contenía nada más y nada menos que jugo de manzana. Pero la barra estaba llena de vasos, así que tome el que creí que era mi vaso.

—Ese no es...- escuche que me dijo el chico, pero fue demasiado tarde, el liquido ya había pasado por mi garganta.

—Me lo dices algo tarde...- le dije —¿Oye... pero que es esto?- le pregunte soltó una pequeña risa.

—A ver dámelo...- me dijo tendiendo su mano esperando el vaso, así que se lo entregue.

—Es una piña colada...- me dijo después de oler el vaso.

—¿Y tiene alcohol?- le pregunté.

—¿Tu no bebes cierto?- me preguntó riendo.

—Noup...- le conteste risueña.

—Si... si contiene alcohol- me dijo entre risas.

—A ver... ¿me das una?- le dije haciendo un puchero.

—Este bien...- me dijo para después de unos segundos entregarme un vaso con la deliciosa bebida.

—Ahora quiero otro diferente...- le dije —Pero que igual sepa bien...

—¿Segura?- me dijo dudoso.

—Si... por favor...- le dije mirándolo tiernamente.

—Ultimo eh...- me dijo riendo.

—¡Dale!- le dije sonriente, la verdad no tenía ni la menor idea de cuantos llevaba, ni siquiera estaba segura de lo que estaba haciendo. Me lo entrego, y yo feliz lo recibí.

—Ya vengo...- me dijo mientras sacaba su celular de uno de los bolsillos de su pantalón —¿Si?- respondió a este.

Tenía entre mis manos el pequeño vaso, le di un trago y este se vació. Automáticamente en mi rostro se formo un puchero, curvando mi labio inferior hacia afuera.

Volteé hacia ambos lados, todos bailaban otros estaban tirados en los sillones besándose, lograba ver la misma situación en la escalera.

—Si ya me gane el castigo... que valga la pena- pensé mientras me ponía de pie, pero todo comenzó a moverse, tome mi cabeza entre mis manos para estabilizarme. Reí tontamente cuando logre controlarme, fui a tras del bar y tome dos botellas, aunque desconocía el contenido, eran demasiadas las botellas que había así que las elegí por los lindos colores, una era rosa claro y la otra amarilla igualmente claro.

Narra Josh...

—Ya me tengo que ir...- les dije a mis hermanos.

Había pasado toda la tarde con Alice, y de su casa me fui a la mía, quería platicar y además quería tomar algo de ropa. Era la una de la madrugada, así que tenía que regresar a casa con Alex.

Que tendría que levantarse en unas horas para ir a detención. Reí por lo bajo. ¡Esa mujer me va a volver loco! pensé mientras tomaba mi chaqueta para salir de la casa.

Me despedí y salí para subir a mi auto. Traía un par de playeras y jeans, así que los puse en el lado del copiloto y partí hacia la casa.

Di vuelta para entrar a la calle pero estaba llena de autos, había autos sobre la acera y en los costados de la calle.

Logre ver la casa desde lejos, todas las luces estaban encendidas, camine hacia la puerta y ya la intensidad de la música me avisaba que había una fiesta dentro. Suspire profundamente y entre ¡date por muerta Alex! grite en mi interior, al ver la casa llena... o más bien ¡inundada de gente! Había por todas partes, las escaleras estaban abarrotadas por chicos y chicas, haciendo cosas que de preferencia deberían hacer en privado, o simplemente no hacerlo, entre empujones llegue a la sala, la cual igualmente estaba a reventar. ¡Es que no puede ser cierto! aún no lograba creer lo que mis ojos estaban viendo, seguí caminando y llegue al comedor, donde me encontré con una escena sorprendente.

Alex estaba sobre la mesa del comedor bailando provocativamente, junto con otra chica, la mesa estaba rodeada de tipos y una que otra chica.

El niñero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora