Capítulo 24

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-¿Porque los hiciste, amor? – apoye mis manos en el lavabo sintiendo que me faltaba el aire.

-María de los Ángeles – escuche la voz de Vanessa desde afuera – el bus está a punto de salir.

-Ya voy – mire mi reflejo en el espejo – dame unos segundos. – seque las lágrimas de mi rostro y cerré mis ojos por unos segundos, tome mi maleta y salí. – estoy lista.

-El carro ya va a salir – sonrío - ¿estás segura de esta decisión?

-No me voy para siempre - le devolví la sonrisa – solo voy a ver a mi mama y a ayudarla con los preparativos de boda.

-Sabes a lo que me refiero.

-Daniel me mintió – suspire – Karol me dio pruebas, es su correo, es la hora en la que está en la oficina – la voz se me quiso quebrar – además vi ese beso.

-Tienes razón – llevo la mano al bolsillo de su abrigo – él parecía tan diferente.

-Creo lo mismo – llegamos al andén de buses – pero no era diferente, era igual a todos.

-Ya no hablemos de eso – trato de animarme – mejor pensemos en que vamos a volver a nuestro pasado por algunos días.

-Eso también me duele. – le di los pasajes al oficial del bus y subí las escaleras del mismo, Vanessa venía tras de mí, nuestros asientos eran los de la tercera fila, tome el lugar de la ventana y Vanessa el del pasillo.

-Parece que esto también será difícil.

-Un poco, no es fácil volver sabiendo que todos tenían razón, mi mama, Enrique – sonreí amargamente – y un poco Roger.

-Pero también está doña Carmen – tomo mi mano – no te pongas mal – dos pasajeros más subieron y la puerta del bus se cerró.

-Prometo que no lo estaré – tome su mano también y el chofer tome su asiento detrás del volante, todo estaba listo para dejar la ciudad aunque mi corazón no se iba, empecé a sentir como el carro empezaba a moverse, adiós al dolor causado aquí.

*** NARRADO POR DANIEL ***

-¡Tiene que parar ese carro, amigo!

-No lo puedo hacer – extendió sus manos – tome el siguiente, no insista.

-¿¡Es que no entiende!? – mire con frustración el carro que se alejaba con mayor velocidad – en ese carro va la mujer que amo.

-He escuchado a muchos con ese discurso – el hombre se rió – todos toman el otro bus.

Lo mire con rabia y golpee las manos en el aire, era lógico que no lograría nada con ese tipo, di media vuelta y volví a la sala de la boletaría, no había llegado a tiempo, no había podido detener a María de los Ángeles, pero no me daría por vencido, no ahora que ya sabia toda la verdad, saque mi teléfono y marque el número de mí amigo – Juan Pablo – di vueltas alrededor – Ángeles, se fue a su pueblo, no sé por cuánto tiempo.

-No lo puedo creer.

-Tengo que ir a buscarla, las cosas se complicaron, ella cree que yo he pretendido a su amiga a través de correos electrónicos.

-¿Llegó a tanto esa chiquilla? – sentí la indignación.

-Si, luego te explico con más detalles – salí de la terminal – iré al pueblo y regresaré con ella, te pido me comprendas.

-Lo hago, no te preocupes por el trabajo.

-Dile a Omar, ya sabes que habíamos quedado en salir si lograba reconciliarme con Ángeles y el con Sofía.

ME ENAMORÉ DE TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora