Destruida Entre Sombras

15. Una Semana Y Nada

—¿Eso es normal? —pregunto.

Grace sonríe al verme preocupada.

—De lo más normal, querida. Ya verás que pronto despertará. Deberías ir a descansar. Sabes que nuestra casa está a tu entera disposición.

—Muchas gracias, Grace. Ya estuve aquí una semana, no me molesta esperar lo poco que falta. —Ella sonríe mientras niega.

—Me rindo, entonces. Cualquier cambio, ya sabes que hacer —dice frotando mi brazo.

Sonrío y me da un cálido abrazo. Grace se despide de mí y me vuelvo a acercar a él suspirando resignada. Su rostro está mucho mejor, ya no está hinchado y los morados se están desvaneciendo poco a poco. Le han quitado el respirador artificial y sólo quedan lo cables que monitorean sus signos vitales. Día a día me he sentido más tranquila al ver estos cambios y he logrado dormir mejor, aunque me preocupa que no quiera despertar, ya han pasado dos días desde que lo sacaron del estado de coma, pero él no quiere abrir sus ojos. Una semana en total y no despierta. Acaricio su cabello y beso su frente una y otra vez. Con la esperanza de que me sienta y por fin decida regresar.

—Despierta, mi amor —susurro esperanzada, pero es en vano.

Un golpe en la puerta me hace levantar y abro. Me encuentro con Will. No ha querido dejarme sola en esta ciudad, a pesar de tener sus obligaciones. Siempre viene a traerme de comer y cambios de ropa, pero prometí no alejarme de él y eso haré. Todos volvieron a NY. La última fue Sophie, ya que tiene que terminar de organizar el lanzamiento de mi libro, el cual se llevará a cabo este sábado, entre otras cosas. Salgo de la habitación y me abraza. Me entrega un bolso con ropa y cosas personales que le había pedido.

—Me tengo que ir —dice luego de tomar asiento frente a la puerta de mi Grey.

—Sabes que no tenías que quedarte. Voy a estar bien.

Asiente poco convencido.

—Está bien. ¿Nos veremos en New York el fin de semana? —Toma mi mano y suspiro.

—No tendré más opción si Sophie no consigue aplazar el lanzamiento. Espero que Christian despierte antes de eso.

—Ya lo hará.

—Hola. —Una muy apurada Mia aparece frente a nosotros y besa mi mejilla. Le da una gélida mirada a Will y él finge la suya. Es lo mismo cada vez que se ven—. Entraré a ver a mi hermano.

—Ya te alcanzo.

Me sonríe en respuesta, Will le saca lengua de manera infantil y ella rueda los ojos.

—¡Adiós, princesa! —le grita y ella cierra la puerta más fuerte de lo que debería.

—¿Qué le has hecho a Mia?

—¿Yo? —Su falsa inocencia no me sorprende—. ¿Por qué siempre debo ser el malo? Ella fue quien me golpeó... luego de besarla.

—No tienes arreglo —le reprocho y él solo ríe.

—Ella se durmió en mi hombro. Debía pagarme el favor.

No puedo evitar reír. Tengo un hermano idiota.

—Mejor vete. Saluda a papá y a Lauren de mi parte.

Me da un abrazo antes de irse y entro a la habitación. Veo a Mia acariciar la mano de Christian y suelta algunas lágrimas mientras le dice que es hora de despertar. Esto nos tiene mal a todos.

—¿Ya se fue el idiota?

Me mira con una sonrisa y seca su rostro. Parece que le gusta el juego que tienen.