Rol

Falla experimental: Lc-202

Los pies inmóviles de la segunda sábana comenzaron a moverse, al ritmo del tenue sonar del viento golpeando la ventana larga que había en lo alto del muro ubicado detrás de ellos. Como si fuera en medio de los muertos, solo se escucho la respiración de CNI.

El cadáver se impuso levantarse por si mismo pero el demonio que organizaba toda la situación se lo impidió, la detuvo amarrando la a la silla con las cadenas y encendió el extractor en donde seguía MonO, ella grito sintiendo que rompía sus cuerdas vocales.

- ¡Lc! ¡Detenla! ¡Detenla!

- Te eh dicho que por el momento no me digas así...

- ¡Diablo!- el voltaje de la cápsula aumentó- AAAARGH

El demonio destapo su rostro de las telas, su silueta femenina parecía de una joven pero sus rasgos no podían determinar su edad. Sus ojos largos con el iris gris con siete líneas rojas en la misma pupila ubicadas un poco después de la pupila hasta un poco antes del borde de su iris. Ella se acerco hacia el cuerpo que se contraía con brusquedad, en la otra silla descansaba casi muerta la niña que seguía amarrada a esta y CNI intentaba aun huir. La chispa eléctrica se apagó, un denso humo lleno la cápsula mientras que en la silla el cuerpo tibio arrancaba las cadenas sin poder romperlas para poder salir.

- Valla Kim... No te sorprende. Hemos creado un cuerpo perfecto para que guarde tu locura- Hablo el demonio tomando por detrás los hombros de la niña - Al fin eres libre, ya no debes tener miedo... ahora podría dejarte morir en paz...

El cuerpo "clonado" cayo de rodillas frente a ellas adelantándose a lo que iba a decir. El demonio se acerco a ella y tomando su mano incorporando la, el cuerpo solo hizo un gesto de reverencia volviendo en su con una sonrisa maléfica - Estoy en deuda.

- Ahora estas a mi servicio Kim Psicópata - Contesto ella, estrechando su mano desmembrando su pulgar débilmente - Tienes trabajo que hacer

La mansión de los demonios estaba perfectamente oculta, sus paredes exteriores pintadas de negro desvanecido escondían el lugar perfectamente al anochecer entre las sombras mientras de entre las celdas se oía el llanto de una niña y el desvanecer de otra vida torturada hasta la muerte, como en un coliseo, el publico sin vida admiraba la ceremonia de una huérfana mas atrapada por los demonios.

- Saori... es... mi arma- Una risa de un joven alto de extremidades largas silencio a la mujer rubia de ojos reptiles amarillos, manchando la bata de científica que traía puesta.

- Alias "medusa" tu arma es ahora un peón mas de esta comunidad. ¿Estoy en lo cierto? vamos ¡Quiero escucharlos!

Los demonios abuchearon en animo a la muerte de aquella sirvienta que había perdido su utilidad después de la traición a sus superiores, una vez acabada la mujer bañada en sangre negra fue arrojada en medio de todos. El joven tomo a Saori sacándola a la fuerza del establo obligando la a obedecer pues ya no quedaría nadie que se encargase de ella, solo el demonio que quería poseer la y a quien iba a ser entregada. Las lagrimas de la pequeña castaña de acumularon en sus ojos viendo a lo lejos el cuerpo de su creadora, una vez que el alma de medusa se materializara los demonios se abalanzarían sobre ella como depredadores arrebatando lo que seria su comida del mes. 

-Medusa...- Saori cerro con fuerza sus ojos para olvidar pero la atormentaban los recuerdos de lo que era su familia"Número V... te necesito... donde sea que estés" pensó, antes de ser transformada a su estado original... pues ella era....

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De regreso en el clan H. Se habían formado dos barreras, a un lado cinco chicos del clan H y al otro seis embajadores del clan lunar. Entre tanto los mas responsables alejaban a los pequeños de ese cuarto destructivo en el que estallaban a choques fuego y hielo, garras de nekos e inus, golpes de espadas contra balas. Todos se coordinaban, como si supieran en donde atacaría el otro, mientras los pequeños se asomaban de sus cuartos para mirar.